miércoles, 27 de mayo de 2015

El antes y el ahora de alcaldes y alcaldesas

Ilustración de Ada Colau por Javier Rodríguez para el MLGB

Han tenido que pasar casi 200 años de historia en Barcelona para que en la ciudad tengamos una alcaldesa. De hecho, oficialmente, Ada Colau aún no lo es pero sí que lo será en breve ya que fue la lista más votada y en Barcelona existe el pacto que respeta la formación con más votos. Además, justo ayer empezaba la ronda de contactos con  PSC, ERC y CUP  que garantizarían su investidura como tal. Ella será la primera mujer alcalde de Barcelona ya que, desde que Josep Marià de Cabanes fuera elegido en 1822, nunca en la historia de esta ciudad ha habido una mujer al frente del consistorio.

Según nos cuenta la Wikipedia, Barcelona ha tenido 117 alcaldes siendo Cabanes el primero. De hecho, ocupó el cargo en dos ocasiones distintas. Primero entre 1821 y 1822 (en que le tocó afrontar una epidemia de fiebre amarilla) y luego entre noviembre de 1835 y abril de 1836. Año en que fue sustituido en el cargo por Marià Vehils i Catà de la Torre, el que fuera capitán del Segundo Batallón de la Milicia Nacional y que se encargó de reprimir las bullangas de 1835. Al final, Marià Vehils fue asesinado en 1837 cuando salía de votar en las elecciones a las Cortes en 1837. Pero este no es tema que hoy nos ocupa sino el de la primera mujer que ostentó este cargo en la historia de España.



En 1924, el gobernador de la provincia de Alicante nombraba a Matilde Pérez Mollá alcaldesa del pueblo de Quatretondeta. Alcanzó la alcaldía en plena dictadura de Primo de Rivera y pudo optar a ella por ser mayor de 25 años, saber leer y escribir y no estar sometida a “autoridad paternal ni marital”, cosa muy difícil en la época. Ella estuvo en el cargo desde octubre de 1924 hasta enero de 1930. Perteneciente a una familia de agricultores y ganaderos (que era la más rica del pueblo), su hito en la alcaldía fue conseguir que la luz eléctrica llegara a Quatretondeta. Además, construyó la primera carretera local que llegaba hasta Gorga, el pueblo que había a 5 kilómetros de distancia.

Matilde Pérez Mollá, la primera alcaldesa de España
Doña Matilde – como le llamaban los vecinos – era una mujer culta e inquieta con múltiples aficiones. Tenía un grupo de teatro, daba clases de piano y escribía en el diario Las províncias. Luego, le sucedieron otras mujeres en España y, entre ellas, Dolores Codina, la primera  alcaldesa en Cataluña. Concretamente, de  El Talladell.


Así que ya veis. En el Talladell tenían alcaldesa en 1924. En cambio, en Barcelona no lo ha sido hasta 2015. 


jueves, 21 de mayo de 2015

Fin de semana en GRAF (22 Y 23 de mayo en Fabra i Coats)


Cartel de Ana Galvañ

Mañana viernes, 22 de mayo, y el sábado 23 se celebra el GRAF en Barcelona. Esta vez, en una nueva ubicación (Fabra i Coats) y un programa de actividades con stands de venta al público, firmas de autores y mesas redonda que dan ganas de llegar el viernes a las 16.00 h y no salir de allí hasta el sábado a la hora de cerrar. Además, este año modero una mesa redonda que es heredera de una larga entrevista que realicé el mes pasado a nueve autoras de cómic, tres de las cuales también van a estar: Clara Soriano, Natacha Bustos y Ana Oncina, que se verán acompañadas por Carlos de Diego y Gerardo Vílches. Juntos, hablaremos de lo que comporta el humor en el cómic y de la posibilidad (o no) de que en algún momento de la historia llegue a haber una Moebius, en el sentido de una autora excepcional como en su día fueron el propio Moebius, Will Eisner o Jack Kirby, por poner algunos ejemplos.

La mesa redonda se titula ¿Habrá una Moebius? ¿El humor es inteligencia y poder? La cita es el sábado a las 20.15 h. Será la última del día y la que cierre el GRAF. De todos modos, no deberíais perderos ninguna de las charlas ni dejar de visitar los stands y comprar todo lo que os apetezca, que seguro que es mucho.

El enlace al programa completo lo podéis ver aquí.


miércoles, 13 de mayo de 2015

Manuela Desvalls, una monja espía en la Guerra de Sucesión

Retrato de Felipe V por Miguel Jacinto Meléndez, 1712

Cuando hablamos de la Guerra de Sucesiónde 1714 lo primero que me viene a la mente es Felipe V derribando el barrio de la Ribera tras un asedio brutal de la ciudad, comandado por el duque de Berwick, y al ingeniero Joris Prosper Van Verboom diseñando una temida ciudadela militar para ubicarla justo allí donde estaba el barrio derruido.



Si me fijo en el otro bando veo al archiduque Carlos de Austria conquistando la zona de la Plana de Lleida gracias al apoyo de los hermanos Desvalls (Manuel y Antonio), que en 1705 lo habían proclamado rey en l’Urgell, la Segarra, el Segrià y la Ribagorça. Uno, Manuel, era el gobernador del castillo de Cardona desde 1711 y el otro, Antonio, el marqués de Poal que en 1714 llegó a ser el comandante de toda la resistencia de fuera de Barcelona. Es decir, que los protagonistas de ese momento histórico siempre han sido hombres.


Antoni Desvalls, marqués de Poal

Manuel Desvalls, gobernador del castillo de Cardona

Un buen contrapunto a esta visión tan masculina de la guerra es el que aporta Patricia Gabancho en su libro Les dones del 1714, donde  nos descubre un buen número de mujeres que participaron en dicha guerra y de las que poco (o casi nada) se sabe. Una de ellas era la hermana de Antonio y Manuel Desvalls, Manuela, que jugó un papel tanto o más importante que el de ellos. Manuela no estuvo al pie del cañón defendiendo el castillo de Cardona ni tampoco al mando de la resistencia sino que residía en un convento benedictino. Concretamente, en el de Vallbona de les Monges. De hecho, era la Abadesa y utilizaba su posición privilegiada para colaborar con el cuerpo de espionaje de los hermanos Lleonart, al servicio del bando austriacista, que interceptaba el correo enemigo y enviaba hombres y armas a Barcelona para seguir luchando.



Manuela llevaba a cabo su misión con total discreción y jamás llegó a ser descubierta. Su condición de religiosa era una tapadera perfecta que le permitía pasar información sin levantar ninguna sospecha, cosa que hacía escribiendo y copiando mensajes para las tropas austriacistas. Lástima que su red de espionaje no consiguiera evitar la caída de Barcelona el 11 de septiembre de 1714 ni siete días después la del castillo de Cardona tras la cual sus hermanos Antonio y Manuel se exiliaron a Viena.

Barcelona, en 11/09/1714 según Jacques Rigaud
Acabada la guerra, ella siguió en el monasterio escribiendo de forma anónima a favor de la causa hasta que, en 1718, la mayoría de sus defensores fueron encarcelados. Ella, al no haber sido descubierta, continuó en Vallbona de les Monges donde aparece documentada como bolsera (tesorera) del monasterio hasta el momento de su muerte, en 1743.