Hace unos días que estoy
sumida en la lectura de “Historia y leyenda del Barrio chino” de Paco
Villar y a cada momento descubro lugares e historias que me llaman la
atención. Una de ellas es un suceso acaecido en el Edén Concert. El famoso
music-hall de la calle Nou de la Rambla, 12, actualmente desaparecido. Hoy en
día, en esta dirección no queda nada de él, sólo el nombre de “Edén” como
recuerdo en el parking que ocupa su lugar.
El “Edén”, inaugurado
en marzo de 1887, se ubicó en el local donde antes se encontraba el Café de la Alegría, dedicado exclusivamente al flamenco. En la Barcelona de 1900,
el Edén era uno de los locales más lujosos de la ciudad y a la vez se le consideraba un lugar de libertinaje y perdición. Allí habían actuaciones (musicales, de magia, de
acrobacia, cómicos...) y apuestas (juegos de cartas y ruleta) en un salón
especial para ello. También había un restaurante donde degustar los platos más
exquisitos.
Como ya he dicho, aquí se
realizaban un sinfín de actuaciones musicales y, en febrero de 1906,
coincidieron las hermanas Conesa (María de 17 años y Teresita de 15),
bailarinas y cantantes del género español, con la cupletista conocida como la
Czarina (Manuela González Muñoz, de 21 años). Por lo que parece, la relación de
las Conesa con la Czarina no era del todo cordial y la cosa empeoró el 28 de
febrero de 1906. Todo por culpa de un tal Emilio que se disputaban Teresita y la
Czarina.
Esa noche, mientras
Teresita y Emilio estaban en un palco en actitud cariñosa, entraron en el Edén
la Czarina y su madre. La cupletista, al ver los mimos que la pareja se
profesaba, fue presa de un ataque de celos y se acercó a ellos en busca de
pelea. María Conesa y la madre de la Czarina se unieron a la trifulca y, en
plena confusión, apareció el hermano de la
cupletista (Benedicto) con una navaja en la mano. Se abalanzó sobre Teresita
y le clavó el arma. Le asestó un total de seis puñaladas y luego salió huyendo a
la calle, donde fue detenido por la policía.
Las hermanas Conesa |
La "bella Czarina" compañera y rival de las Conesa |
El 28/02/1906 La Vanguardia anunciaba la actuación prevista para la noche |
Mientras tanto, en el
Edén Concert, Teresita era atendida por su padre que la llevó a toda prisa a la
Casa de Socorro de la calle Barberà. Allí le hicieron unas curas de urgencia y la mandaron a su
casa (en Nou de la Rambla, 85), donde finalmente murió.
Teresita Conesa
fue enterrada el 1 de marzo en el Cementerio Nuevo y asistieron
al funeral la familia, sus amigos y las compañeras del Edén.
Noticia publicada en la Vanguardia, el 1 de marzo de 1906 |
La noticia del
crimen apareció en la prensa diaria de la época. El ABC relataba el suceso en
la edición del mismo 28 de febrero y, con el siguiente comentario, dejaba claro
que en Barcelona ocurrían cosas de estas a menudo “se comenta mucho la
frecuencia con que vienen repitiéndose estos hechos en Barcelona”. Y en La Vanguardia, la frase final de la noticia era la siguiente:
Para María Conesa, el trauma que le supuso ver morir a su hermana menor asesinada ante sus ojos, la llevó a abandonar los escenarios pero la falta de liquidez la obligó a volver al cabo de un tiempo. Primero lo hizo en el Tívoli, con un pequeño papel en “La gatita blanca” que luego protagonizó. Despues se fue a la Habana y de allí a Méjico donde consiguió ser toda una estrella.
Para María Conesa, el trauma que le supuso ver morir a su hermana menor asesinada ante sus ojos, la llevó a abandonar los escenarios pero la falta de liquidez la obligó a volver al cabo de un tiempo. Primero lo hizo en el Tívoli, con un pequeño papel en “La gatita blanca” que luego protagonizó. Despues se fue a la Habana y de allí a Méjico donde consiguió ser toda una estrella.
En cuanto al
asesino (Benedicto), parece que estaba hecho un pieza según la descripción que
he encontrado en el número 16 de “Asparkia: investigació
feminista” publicado
por la Universitat Jaume I. Aquí, de él se dice que era “un
personaje medio vago, medio chulo, medio inútil que pululaba por los locales
donde su hermana trabajaba, le sacaba los cuartos y trapicheaba con lo que
podía...”
Como apunte final y, gracias al comentario que me ha dejado "Chordi" del blog Barcelona mon amour, descubro que esta hermosa balconada que hoy he fotografiado es lo único que queda del antiguo Edén Concert.