Entrada al Pasaje Bacardí por la Rambla |
El otro día terminé la segunda parte de la ruta en las
Ramblas, ante la puerta del Pasaje Bacardí. Este es un pasaje cubierto
que une las Ramblas con la Plaza Real. Fue construido en 1856 (tal como indica
en la parte superior de la reja) por el arquitecto Francesc Daniel Molina por
orden del Señor Bacardí, propietario de la isla de casas ocupada por el pasaje.
En su época, en su interior había varias tiendas caras con
precios prohibitivos para las personas de clase trabajadora. Por eso ambos
lados del pasaje están repletos de bajorrelieves representando a Hermes, el
protector del comercio. También es digna de admiración la galería acristalada
cubierta que cruza el pasaje y que fue la primera que se construyó en la
ciudad.
Detalle de la galeria acristalada |
Desde el momento de su inauguración que sus puertas están
abiertas durante el día de lunes a viernes. Por la noche y los fines de semana
permanecen cerradas. Pero otra vez, gracias a unas personas que tenían llave,
nos pudimos colar para pasear entre sus Hermes y hacer las fotos que quisimos.
Interior visto desde la Rambla |
Una vez hechas las fotos salimos de este pasaje comercial del siglo XIX y nos adentramos
por el Arc del Teatre para detenernos en el Pasaje Lluís Cutchet, que
une las calles del Arc del Teatre y Santa Mónica.
Lluís Cutchet fue un periodista catalán del siglo XIX, amigo
de Víctor Balaguer e impulsor de la Renaixença además de ser miembro de la Real
Academia de les Bones Lletres en 1873 (de la que ya les hablé al pasar por el Palau Requesens, en la calle Bisbe Cassador). Pero en realidad, el nombre de la calle no tiene nada que ver con lo que aquí
había en 1814 y que está claramente indicado en esta placa.
Entrada por Arc del Teatre, con el cartel anunciador de lo que era en 1814 |
En este lugar había la primera casa de baños públicos de la
Península Ibérica. Inaugurada en 1814 bajo el nombre de Can Casteliu, el
precio por darse un baño era el de una peseta. Pero la vida del establecimiento
fue breve, ya que la vuelta a la Corona del Borbón Fernando VII (tras la
marcha de Napoleón en abril de1814) empeoró la situación de los catalanes.
Fernando VII, entre otras medidas, disolvió la Diputación de
Cataluña y reinstauró el Tribunal de la Inquisición. También se anularon las
normas de sanidad y la población rápidamente perdió los buenos hábitos de
higiene como el de darse un baño de vez en cuando. Además, a los mandamases de
la Iglesia les parecía indecente que los ciudadanos acudiesen a unos baños
públicos. Así que el negocio del señor Casteliu duró poco.
Al salir de la antigua casa de
baños nos fuimos hasta lo que fue la comuna pública de la Barcelona del siglo
XIX, al final de las Ramblas. Es un callejón muy escondido, cerrado y sin
nombre, al que acudían los barceloneses para hacer sus necesidades aunque en
casa tuvieran letrina. Por eso se le conocía con el nombre del carrer del “cagar-hi”
(literalmente traducido como calle del “cagar”, y perdón por la
expresión).
Este callejon era el del cagar-hi |
Después de estos dos últimos
callejones, estrechamente relacionados con los hábitos higiénicos de la
población del siglo XIX, nos acercamos al Pasaje de la Banca, que tiene
entrada y salida por la Rambla y por Anselm Clavé.
Desde 1973 que en su interior está el Museo de Cera de Barcelona pero en este palacete neoclásico (construido por Elíes Rogent en 1867), inicialmente se encontraba la Compañía General de Crédito “El Comecio”. Luego fue la sede del Banco de Barcelona y, posteriormente, la de Crédito y Docks. De ahí el nombre de Pasaje de la Banca (nombre actual) y Pasaje del Comercio (antiguamente).
Interior del pasaje mirando hacia la Rambla |
Desde 1973 que en su interior está el Museo de Cera de Barcelona pero en este palacete neoclásico (construido por Elíes Rogent en 1867), inicialmente se encontraba la Compañía General de Crédito “El Comecio”. Luego fue la sede del Banco de Barcelona y, posteriormente, la de Crédito y Docks. De ahí el nombre de Pasaje de la Banca (nombre actual) y Pasaje del Comercio (antiguamente).
Fachada del Museu de Cera |
Placas con los nombres actual y anterior del pasaje |
Entrada del pasaje por Anselm Clavé |
Al salir del pasaje por calle Anselm Clavé, nos acercamos al Pasaje del Dormitori de Sant Francesc, que se encuentra a escasos metros en la misma calle Anselm Clavé. Pero la historia de este pequeño callejón, San Francisco y el convento de los Franciscanos quedarán para el próximo y último post de la ruta de las calles con rejas.