En
1933 más de 50 reclusos de la cárcel Modelo de Barcelona intentaron una fuga
espectacular de la que ya hablé en su día.
Muchos años después, en 1978, otra gran huida acaparaba los titulares de la
prensa barcelonesa.
Algo más tarde, Gallardo y Mediavilla publicaban “Fuga en
la Modelo” por episodios en el “Víbora”, mientras que el
capítulo de “La fuga de Emo” aparecería más adelante en un álbum
aparte. Yo, por aquél entonces, era una
niña que fantaseaba con las aventuras de “Esther y su mundo” (Purita
Campos) y desconocía por completo el Víbora, Makoki y a Miguel
Gallardo. Suerte que más tarde lo descubrí. De no haber sido así me hubiera
perdido las grandes cosas que ha hecho. Las más recientes, “María y yo” y “Emotional world tour”. Esta última
junto a Paco Roca.
“Fuga
en la modelo” relata
las peripecias de la basca de Makoki para traer de Marruecos un alijo de hachís
y hacer con ello un negocio redondo. Lo que ocurre es que el Emo,
el Cuco y el Niñato no son más que una panda de
inútiles, despojos de la sociedad, nada más lejos del profesional narcotraficante. Con una gente
así, lo normal es que el plan acabe en desastre total con uno de ellos
encerrado en la Modelo (Emo en
concreto). Luego intentará fugarse (acompañado de otros reclusos) con la
ayuda de Makoki desde el exterior de
la prisión.
En
1981 la editorial Laertes recopiló, en un único tomo, las historias de “Fuga en la modelo”.
En 2009 fue editada de nuevo por La Cúpula y en 2012 reapareció en el
integral “Todo Makoki” publicado por Mondadori en su colección “DEBOLS!LLO”. Cuando
esto ocurrió yo ya pensaba en esta entrevista y confieso que me hubiera
encantado acompañar a Gallardo y Mediavilla el día que salieron
de ruta por la ciudad para visitar los lugares frecuentados por sus personajes.
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Contraportada de El Víbora, núm. 22 anunciando el álbum |
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Edición de 2009 por La Cúpula |
La
idea de entrevistar a Gallardo acerca de esta historia me llegó una vez
colgado el post sobre la fuga de 1933 tras una conversación sobre Makoki con
Absence. Dejé la idea
ahí, medio aparcada, pero no fue hasta
hace un par de semanas que me decidí a
contactar con él y Miguel aceptó rápidamente. El día convenido me presenté en
su estudio para hablar de ello y, también, de otras cosas que al final me
contó….
Miguel Gallardo.- Ya que me preguntas sobre “Fuga en la Modelo”
recuerdo que había una leyenda urbana... Bien, me imagino que eso sería.
Resulta que Berenguer enviaba muchos “Víboras” a la Modelo
y uno de ellos fue este. Pero como el título era el que era ... Le cambió las tapas y le puso otras con un
título nuevo, algo así como “Las aventuras de…”.
En el cómic había una viñeta en que salía parte de este mapa y se decía que
en él se veía una puerta que en realidad ya no existía (porque estaba tapiada)
y que gracias a ese plano hubo gente que se fugó. Pero eso es algo difícil de
creer.
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Plano publicado en el número 22 del Víbora (que no aparecía en la historia de "la fuga") |
Roser.- La idea de hablar en el blog acerca de “Fuga
en la Modelo” se me ocurrió por otra entrada que hice el año pasado sobre la
primera gran fuga de esta prisión, en 1933. Después de eso, un día Dani me
recordó esta historia y pensé que sería bueno hablar contigo de ello.
Gallardo.- Por aquél
entonces hubo una fuga multitudinaria...
Roser.- Bueno, en realidad creo que hubo tres de sonadas. Una de ellas en 1978, poco antes de que vosotros hicierais esta.
Gallardo.-Es que cuando Makoki... Antes ocurrían cosas muy gordas como el atraco al
Banco Central, el golpe de Estado... Todo era muy a lo grande.
En cuanto a la documentación gráfica que teníamos para hacer esta historia
te diré que era mínima. Y es curioso porque el
otro día me escribió una persona (que había visto la historia a través de
nuestro Facebook) y me decía que la Plaza de Bib-rambla de Granada estaba muy bien dibujada, calcada a como es en
realidad. En cambio, nosotros sólo teníamos una
postal de Granada donde aparecía esa plaza y fue en lo que nos basamos para
dibujarla.
No teníamos fotos ni forma de conseguir información al respecto. Bueno...
Cuando hice esto fui a la hemeroteca (en la Casa de la Ardiaca) y conseguimos algunas fotos de la Modelo como las de estas viñetas. Eran fotos
aéreas y vistas generales del exterior.
Y esto de aquí lo dibujé por descripciones que nos hacía gente que
conocíamos que había estado prisionera en la Modelo.
Para cada aventura que los personajes iban pasando (Granada, Málaga,
Madrid...) sólo teníamos como documentación una foto o una postal pero nada
más.
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Málaga |
Roser.- ¿Y Cómo conseguisteis los planos de la cárcel?
Gallardo.- Juanito Mediavilla tenía la idea de volar la puerta de la Modelo y
conseguimos los planos por pura curiosidad. Como no encontrábamos nada sobre la
cárcel (sólo teníamos un libro pequeñito con algunas fotos) fuimos al Colegio
de Arquitectos a ver si conseguíamos algo... Y sí, nos dieron los planos. Hasta
nos hicieron fotocopias para que nos las pudiéramos llevar.
Roser.- Yo creo que ahora no os los darían tan fácilmente.
Gallardo.- Ahora seguro que no.
Roser.- Dejando a un lado el tema de la Modelo, si retrocedemos a una de las
primeras aventuras de Makoki, “Noche de Masacre”, creo que resume muy
bien la esencia del personaje. Aquí Makoki
entra en Zeleste, pega a los músicos, les arrebata la guitarra y se sube al
escenario a tocar. Mientras, entre el público hay alguien que dice “... no
he visto nada tan punk”
Gallardo.- En 1977 yo trabajaba en el Disco Express, que era la revista donde
se publicó Makoki por primera vez. Era la primera época de “la movida” y
al primero que llamaron punk era a Ramoncín pero sólo lo era porque acababa de
hacer la mili e iba rapado. En España se escuchaba la música (poca) que llegaba
de fuera aunque punks aquí aún no
habían. Makoki lo era porque nadie sabía cómo era ser punk. Además, todo
esto salió de la mente de uno de Burgos, que es lo menos punk que hay. Juanito
había estudiado en un colegio de Maristas y tenía en la cabeza todas estas
cosas. Toda la violencia que aparece en Makoki es muy de Mediavilla.
Si ahora saliese Makoki y se lo mirasen un poco con lupa seria
políticamente incorrecto.
Roser.- En 1994 acabaste con Makoki. Mataste al personaje. Pero antes de hacerlo ¿Comentaste tus intenciones con Mediavilla?
Gallardo.- Es posible que sí que hubiéramos hablado de ello. Si
hablé de eso con alguien seguro que fue con él. Haciendo Makoki fuimos
tres: él y yo y antes con Felipe Borrallo (que es con el que estábamos
medio peleados). En esa época Juanito quizá ya se había marchado de Barcelona y
estaba instalado en Burgos.
Roser.- Si Makoki aún siguiera vivo ¿Volverías a hacer lo mismo? Quiero decir lo de matarlo...
Gallardo.- No... Porque ahora estoy en otras cosas... Para mi Makoki es algo
de hace muchos años. En 1994 aún estaba algo vivo por todo eso de la revista
que habían sacado y tenía ganas de matarlo de una forma digna por las historias
que habían aparecido en la segunda época de Makoki (en la revista de
Felipe).
Roser.- Te refieres a las historias que no hiciste tú...
Gallardo.- Bueno, el dibujante sí que había trabajado para nosotros. Había hecho “OTAN
sí OTAN no”. Era un tipo de Lleida que conocíamos... Pero en esa
revista de Borrallo sacaron un Makoki en chándal… Entonces pensé
que lo mejor era acabar con ello. También era un desafío para mí hacer una
historieta de Makoki (que básicamente los guiones eran de Mediavilla)
toda hecha por mi (dibujo y guión) siguiendo el mismo estilo. Además, también
quería ver qué le había pasado al barrio en esos 20 años.
Roser.- ¿Tienes previsto publicar alguna edición integral de todo "Niñato"?
Gallardo.- Los dibujantes no pensamos en estas cosas. Eso son ofrecimientos de las
editoriales. A mi me vinieron de Mondadori y me dijeron que en “DEBOLS!LLO”
estaban haciendo personajes de la transición y del cómic español importantes y
que creían que Makoki lo era. Acepté el ofrecimiento y a partir de ahí
nos tuvimos que poner de acuerdo con Glénat y el Víbora, ya que La Cúpula es la que lo tiene
todo.
Del Niñato hay dos épocas. Empecé con el personaje una carrera
individual en “Los sueños del Niñato”, donde me puse a
experimentar cosas nuevas. Como Makoki no era mucho mi historia
aproveché las aventuras del Niñato drogándose para hacer algo más de
fantasía, estirarme más con el estilo y hacer cosas distintas. Aquí los guiones
eran míos e hice todo tipo de locuras con el personaje y los fondos. A partir
de aquí yo ya tomé otro camino. Pero la parte del Niñato que corresponde
a Mediavilla era de un rollo muy “Vaquilla”.
Roser.- Eso te quería preguntar y casi se me olvida... ¿Para describir los
personajes de Makoki y la basca os inspirasteis en personas reales?
Gallardo.- Sí, si... Era gente que conocíamos. El Niñato estaba
inspirado en un conocido de Mediavilla y muchas de las historias que
relatábamos eran palos reales que había dado. Siempre cuento que creamos al Niñato
porque en el Víbora no podíamos poner a Makoki (Berenguer no lo quería en su revista
porque ya había salido en otra). Entonces, para acompañar a toda esa basca
necesitábamos a un pívot y así creamos al Niñato. Si te fijas tiene la
misma cara que Makoki. Salió en la época de los delincuentes que había
entonces e hicimos con él una transposición de este tipo de gente. Era una
generación que había descubierto la heroína, gente de barrio. El Niñato
era el único personaje de todos ellos que tenía padres y casa. Es decir, que
sabíamos dónde vivía. Lo único que no sabíamos de esos delincuentes es como
hablaban, el argot que utilizaban… Y es por eso que el Niñato no habla.
Roser.- Para acabar y cambiando de tema... En 1981 se celebró el primer Salón del Cómic y a ti te encargaron hacer el cartel ¿Cómo viviste ese primer Salón?
Gallardo.- Unir la profesión para hacer el primer Salón fue algo complicado. Para ello se formó una especie de comité y
hubo una chica (con la que yo salía) que tuvo un papel importante en ello. Ella trabajaba en
política (en la UCD, el partido de Adolfo Suárez) y empezó a mover hilos y a
juntar a la gente del cómic con la de las instituciones. Eso no se cuenta
cuando se explica la historia del primer Salón. Habitualmente lo que se dice es
que la gente del cómic se unió. En cambio, esta figura que te digo fue
importante y el único que la reivindica un poco es Navarro, porque la
conocía.
Ese primer Salón se celebró en la Fira (Plaza España) y recuerdo que duró
muchos días. No era como ahora, que son entre 3 y 4 días. Entonces eran al
menos 9 y siempre estábamos todos ahí metidos. Fue agotador.
Roser.- Cuando el año pasado escribí el post sobre ese primer Salón tiré mucho de la información que me proporcionó Dani. Él en
esa época tendría unos 15 años y fue al Salón como fan que era. Yo ilustré el
post con varios dibujos que le hicisteis y que ha guardado todo este tiempo.
Tenía dibujos de Max y Nazario. También algunos tuyos, pero de salones
posteriores.
Gallardo.- Recuerdo que estábamos en el stand del Víbora con la música
a todo trapo, bebiendo y fumando canutos. Entonces no existía Ficomic y el encargo del
cartel se realizó a través de una agencia de publicidad. A mí no me dijeron
“haz el cartel” sino que me dieron más o menos la idea de por dónde querían que
fuera la cosa y yo hice un par o tres de bocetos. Al final el definitivo fue
este, que era un cartel al guache,
enorme.
Es curioso porque el último, el de 2013, vuelve a las torres de Plaza
España. Es de Alfonso Zapico y se
supone que aún no lo ha visto nadie… Pero te lo enseño.
Y así acabó la entrevista, sabiendo una cosa que aún no debería saber y
aguantándome las ganas de contarlo hasta después de la presentación oficial.
Por suerte la espera ha sido corta (sólo 4 días) ya que esta mañana se ha hecho
pública la noticia.
Pero
antes de marcharme aun tuvimos tiempo de ver el vídeo “Makoki desencadenado”, recién llegado de la Filmoteca de Valencia (donde se
conservaba una copia) y que Miguel acaba de colgar en el Facebook de Makoki y la basca.