martes, 30 de abril de 2013

19 de mayo: los Cazadores de Hermes salimos de ruta otra vez


  
El pasado 25 de marzo fue nuestro primer aniversario. Un año de vida de los “Cazadores de Hermes” aunque ese primer día en que nos conocimos aún no nos llamábamos así ni nos imaginábamos que aquél encuentro fuera a llegar tan lejos.

A menudo suelo decir que esa primera ruta (marzo de 2012) no hubiera sido posible sin la iniciativa de Neus (Lamevabarcelona) y Andrés (Veodigital). Gracias a ellos, un grupo de blogueros locos por la historia y las curiosidades de nuestra ciudad nos pudimos conocer, trabar amistad y crear un grupo del que me siento orgullosa.

Supongo que a estas alturas los seguidores de nuestros blogs conocerán de sobras la identidad de Hermes, el semidiós griego medio hermano de Hércules e hijo de Zeus. De él se dicen muchas cosas... Es el protector del comercio (razón por la cual su imagen abunda en las fachadas de muchos edificios de la ciudad) y de los caminantes. Pero ahí no acaba la cosa ya que a su vez, en la antigua Grecia, también era el patrón de los bandidos y salteadores de caminos. Vaya contradicción, ¿no? Pero así fue. 

 
En esta ruta de aniversario mezclaremos imágenes de Hermes, halladas en salidas anteriorescon una selección de callejones y pasajes cerrados con rejas, también visitados en una ruta anterior y que a mi,  particularmente, me encantan.

Durante el recorrido veremos algunos casos en que pasajes y Hermes se mezclan y entrecruzan, como ocurre en el Pasaje Bacardí (construido en 1856) que en su momento fue uno de los lugares más lujosos de la ciudad repleto de tiendas carísimas sólo al alcance de unos pocos privilegiados.  Pero no me quiero extender en explicaciones ya que en nuestros blogs están todas las entradas relativas a las salidas realizadas por el grupo hasta el momento.
 


Para esta celebración de cumpleaños, Xavi (Las Crónicas de Thot) y servidora ejerceremos de maestros de ceremonia. Juntos hemos montado la ruta con la ilusión que sea un día tan completo y divertido como fueron todas nuestras salidas anteriores. Pero  quién quiera acompañarnos deberá avisar con tiempo ya que esta vez las plazas son limitadas. Para más información, recomiendo prestar atención al facebook oficial de “Cazadores de Hermes” donde en breve explicaremos con detalle el procedimiento para apuntarse.

Mientras tanto, vayan reservando el día en sus agendas y pensando en llevar vestuario y calzado adecuado más la cámara de fotos bien cargada.  
 

lunes, 22 de abril de 2013

Recomendaciones para Sant Jordi 2013


Mañana es Sant Jordi y no quiero dejar pasar el día sin hacer algunas recomendaciones literarias de libros y cómics que últimamente me han gustado y de otros que aún no tengo pero que me gustaría conseguir.

Ayer leí de un tirón Guía del mal padre de Guy Delisle (Astiberri) Él es uno de mis autores de cómic favoritos desde que leí Pyongyang, donde relata al detalle su experiencia en Corea del Norte trabajando como supervisor de dibujos animados europeos. Ahora, en “Guía del mal padre” explica una experiencia muy distinta que es la relación con sus dos hijos pequeños. A ratos he llorado de tanto reir e incluso en algunos momentos me he visto reflejada a mi misma (y a Absence también).



Acabé el año 2012 leyendo El invierno del dibujante de Paco Roca y, aunque ya hablé de él en el blog (con entrevista incluida a su autor) considero básica su lectura y, por tanto, no debe faltar en mi lista de recomendaciones.


Hace poco terminé El arte de volar (Antonio Altarriba / Kim) publicado por Edicions de Ponent. Me lo recomendó Absence tras pedirle un cómic muy bueno. Buscó entre sus pilas de tebeos y me dio éste mientras decía que me iba a encantar. ¡Y no se equivocó! Por algo fue premio Nacional de Cómic en el año 2010. Aquí Antonio Altarriba cuenta la historia de su padre que murió a los 90 años tras lanzarse al vacío desde un 4º piso de la residencia de ancianos en la que vivía. Una vida intensa la de Altarriba padre...Nació en un pueblo de Aragón del que muy pronto se marchó y, al poco tiempo, estalló la guerra civil. A partir de ahí, su historia luchando en el bando republicano, su paso por la resistencia en el sur de Francia, el exilio y todo el conjunto de la historia me enganchó tanto al libro que no lo pude soltar.


Sobre historias de la guerra tengo pendiente Homenaje a Cataluña de George Orwell (DEBOLS!LLO). Pecado por mi parte por ser el relato de la experiencia personal de Orwell durante su estancia en Barcelona en plena guerra civil.



Por otra parte, confieso que me apasionan los libros escritos en formato de historia oral y, entre ellos, Ediede George Plimtom y Jean Stein (Circe)  es uno de mis favoritos. De hecho, lo tuve muy presente a la hora de dar forma a mi entrada sobre los carteles del Salón del Cómic . Edie Sedwik era una de las chicas Warhol pero no una de tantas sino la preferida y más mimada por Andy y demás artistas del círculo, entre ellos Bob Dylan que, obsesionado con ella, le dedicó esa canción espléndida que es “Just Like a woman”. El libro es un relato detallado de su corta vida, escrito tras realizar miles de entrevistas y rastrear en hemerotecas. Un trabajo brutal con un resultado excelente. Me gustó tanto que las últimas 100 páginas me las tuve que dosificar porque no quería que el libro se acabara. 


Entre mis lecturas favoritas y, también relacionada con el mundo de la música, se encuentra Cosas que los nietos deberían saber, de Mark Oliver Everett (Blackie Books), el líder de Eels. El grupo ya era uno de mis preferidos antes que el libro saliera a la venta. Beautiful Freak” (1996) y “Electro-Shock Blues” (1998) me parecen dos discos brillantes. Las letras de sus canciones, tristes y autobiográficas, tienen una relación directa con todo lo que el autor cuenta en el libro. De hecho, considero que su lectura debe ir acompañada (en todo momento) de cada uno de los discos que se van citando. A mi me gustó tanto, que lo leí dos veces seguidas.



Entre los libros que me faltan, mi prioridad es hacerme con Héroes, aventureros y cobardes de mi admirado Jacinto Antón (RBA). Así podré revisar algunos de sus grandes textos y entrevistas publicados en "El País".


En cuanto a novelas pendientes está Victus, de Albert Sánchez Piñol (La Campana). Por su temática, la guerra de Sucesión y su desarrollo en Barcelona, debería gustarme seguro aunque me da cierta pereza porque la novela no es mi género literario favorito. Pero ahí está, en mi lista de libros por comprar.


Hablando de novelas que me faltan ambientadas en Barcelona, tengo curiosidad por El caso del mago ruso de José María Fernández-Luna (Ediciones B). Es una novela policíaca de la que se dice que está basada en un hecho real. El del jefe de la Brigada de Investigación Criminal en Madrid entre 1913-1923 (Ramón Fernández-Luna) que en 1916 recibió el encargo de buscar al Gran Kaspar, un mago de origen ruso misteriosamente desaparecido de su celda de aislamiento de la cárcel Modelo de Barcelona.


Otro libro que persigo hace un tiempo es Polvo eres de la periodista Nieves Concostrina (La Esfera de los libros). Leí este artículo en El País  y me convenció que sería bueno. Esa frase suya de “... si buceas entre los muertos descubres buenas historias” me pareció muy acertada.


Para acabar, un libro de reciente publicación que me está encantando es Supercómic (Errata naturae). Coordinado por Santiago García, en él ha participado un montón de gente que me gusta y admiro. Es de agradecer a Santiago que haya pensado en hacer un libro destinado a gente como yo, que ha descubierto las bondades del cómic algo más tarde que la mayoría de lectores comiqueros por la razón  que de jovencita no iba más allá de los Bruguera de Vázquez, Ibáñez, Escobar y Purita Campos, más Astérix y Obélix de Goscinny y Urderzo.



Y si aún están indecisos sobre qué comprar, ahí van unos cuantos enlaces a viejas entradas del blog sobre libros de mi interés.


martes, 16 de abril de 2013

Los 40 años del Museo de Cera de Barcelona


Imagen publicada en la portada de La Vanguardia del 25/02/1973
El pasado 23 de febrero de 2013 el Museo de Cera de Barcelona cumplía 40 años de vida y, para ser sinceros, les diré que al volver a entrar en él pensé que había retrocedido en el tiempo hasta el día de su inauguración. Pero que nadie tome este comentario como una crítica sino más bien como un elogio ya que ese es el encanto del museo y lo que lo diferencia de otros como los de Madrid, París o Londres. Todos ellos, grandes espacios repletos de famosos y celebridades.

Fotografía de las figuras de Buñuel, Fernando Rey y Sara Montiel (La Vanguardia 25/02/73)
El Museo de Barcelona no pretende competir con ninguno de esos espacios ni tampoco es esa su orientación como me decía Sem Pons, el jefe de comunicación del museo que en todo momento me atendió. Es evidente que quién venga a verlo  con la intención de encontrar un Madame Tussauds se va a decepcionar. Pero en cambio gustará a todo aquél que conozca un poco la historia del lugar y tenga curiosidad por saber más. Yo me puedo contar entre esas personas y por eso me puse en contacto con sus responsables y les pedí permiso para hacerles una entrevista. Me respondió Sem Pons aceptando mi invitación y citándome una tarde para que pudiéramos hablar de todo lo que yo quería saber.


Sem es una persona agradable a quién le apasiona su trabajo. Además me contó infinidad de cosas interesantísimas que ahora comparto en el blog. Entre ellas, que el museo está ubicado en lo que en su día era un palacete neoclásico erigido por Elíes Rogent y que inicialmente fue la sede del Banco de Crédito y Docks. Cosa que aprovechó Enrique Alarcón (su fundador, artífice y escenógrafo) para integrar el museo en  la estructura original del edificio. El ejemplo más claro ello es la escena que reproduce el atraco a un banco por parte de la pareja Bonnie and Clyde, ya que el espacio en el que se sitúa es la verdadera cámara acorazada del banco que una vez fue. De ahí es originario todo el marco en el que se desarrolla la escena: la puerta de la cámara acorazada (que jamás se ha podido abrir); las taquillas donde los clientes guardaban joyas, dinero y otros objetos de valor; los compartimentos donde las empleadas se cambiaban de ropa para trabajar; las lámparas que cuelgan del techo e incluso objetos como el teléfono y los libros de contabilidad. Todo eso lo encontró Enrique Alarcón cuando entró en el edificio abandonado por primera vez. Entonces se enamoró de él y decidió ubicar allí su museo.

Al fondo, las taquillas donde los clientes guardaban sus pertenencias


 
El Hombre Invisible en el compartimento donde las empleadas se cambiaban de ropa
Entre las muchas anécdotas que Sem me estuvo contando me gustó una que él mismo vivió. Un día, en el museo, vio a un par de visitantes que contemplaban embelesados el papel pintado de la pared. Sem, extrañado, les preguntó a qué venía tanto interés y ellos respondieron que eran antiguos empleados del banco y que estaban sorprendidos de que aún se mantuviera el mismo papel en la pared.

Otra cosa que me explicó es que las escaleras que conducen al laboratorio del Dr. Frankenstein originariamente llevaban a las cloacas de la ciudad y que el despacho del director del banco ahora está repleto de figuras.

El laboratorio de Frankenstein

Lo que era el despacho del director, repleto de figuras de cera
Así es como era el despacho del director (Fuente: archivo del Museo de Cera)
Luego, tras visitar el museo acompañada por Sem, nos fuimos a su despacho para entrar al trapo con la entrevista.

Roser.-  Como surgió la idea de construir un museo de cera en Barcelona? Sé que su escenógrafo fue Enrique Alarcón, persona muy vinculada al cine...

Sem.- Pues resulta que todo viene porque Enrique Alarcón recibió el encargo de diseñar varias escenas para el museo de Madrid. Posteriormente viajó a Barcelona con la idea de hacer un museo similar en nuestra ciudad. Cuando llegó vio este edificio, que había sido la sede del Banco de Crédito y Docks, y se enamoró de él. Le gustó la ubicación al lado de la Rambla y que quedara escondido en el interior de un callejón con dos entradas... Todo ello le daba un aire de misterio, muy cinematográfico, que le encantaba. Decía que le recordaba las calles del Londres victoriano donde Jack el destripador solía realizar sus crímenes. Esa es la razón por la que  decidió comprar el edificio y crear este museo, pequeño y familiar, alejado de la línea de otros museos de cera como el Grévin de Paris o el Madame Tussauds de Londres. 

Fachada del edificio antes de convertirse en museo (Fuente: archivo del Museo de Cera)
Roser.- Sobre el edificio, me mueve la curiosidad por saber qué fue tras la desaparición del Banco de Crédito y Docks...

Sem.- Pues no debería haber nada. A mí me parece que estuvo muchos años cerrado y abandonado. Cuando Enrique Alarcón lo vio por primera vez debería llevar un montón de años cerrado.

Roser.- En cuanto a lo que dices de la diferencia con los museos de París y Londres debo decir que esa es la razón por la que me gusta tanto. A mi parecer, ese aire retro es lo que lo hace encantador.

Sem.-  Lo que ocurre es que ahora hemos pasado de la época en que una cosa se consideraba cursi o anticuada y nos acercamos al siguiente paso en que se está poniendo de moda venir a lugares como este.

Roser.- También me he fijado en que hay figuras que están mejor resueltas que otras...

Sem.- eso es según el escultor que las ha trabajado. Los del Tussauds usan técnicas avanzadas de escultura en 3D y eso les da un resultado perfecto. En cambio nuestros escultores no son tan sofisticados y además los hay de mejores que otros. Por poner un ejemplo, nuestro Fidel Castro no es ninguna maravilla y en cambio Yasser Arafat está mejor conseguido. También son bastante tremendos los personajes de Star Wars que se construyeron en 1977 cuando se estrenó la película.



Roser.- ¿Cuáles son los criterios que seguís a la hora de encargar una figura a un escultor u otro?

Sem.- : Siempre trabajamos con escultores externos. No son empleados del museo sino contratados fuera y ese es un tema que llevan mis superiores de forma muy secreta. Lo único que sé es que son externos y que no siempre son los mismos. Por otra parte, en el museo tenemos personal de mantenimiento que se ocupa de la reparación de las figuras que se estropean. Si a alguna de ellas se le rompe un dedo o una mano, por ejemplo, hay recambios en el almacén y de eso se ocupan los de mantenimiento. 

Taller de Barcelona (Fuente: archivo del Museo de Cera)

Roser.- Que los escultores van variando se nota mucho porque tenéis figuras muy buenas y otras de tremendas...

Sem.- Cierto... Por ejemplo el doctor Livingstone, que es nuevo de hace poco, es estupendo. Tanto que parece real. 


Roser.- El museo que ha conseguido mayor fama por tener unas figuras espantosas es el de Benidorm. Actualmente está cerrado pero tiene legiones de fans en facebook.
Sem- En cuanto a figuras mal hechas tengo una teoría. Básicamente es sobre el museo de cera de Madrid pero no tengo forma de saber si es cierta o no. Estuve allí hace escasos días y vi que algunas de las figuras nuevas son terribles. Quizá lo han hecho adrede y lo utilizan como técnica para conseguir clientela fácil. De hecho, es una forma de promoción rápida... Si las figuras son malas correrá la voz entre la gente y muchos picarán e irán a verlo.

Roser.- Volviendo al museo de Barcelona... Fue inaugurado con unas 300 figuras pero supongo que durante todo este tiempo habréis hecho cambios...

Sem.- : Ahora hay menos de 300. Hemos sacado unas cuantas.

Roser.- ¿Donde las guardáis?

Sem.- Repartidas entre el almacén de Igualada y el de Barcelona. En este último guardamos cabezas, moldes y partes articuladas como manos y brazos.

Roser.- ¿Cuesta mucho hacer una figura de cera?

Sem.- Sí que es laborioso. ¡Y mucho! Ten en cuenta que lo primero que hay que hacer es documentarse acerca del personaje. Eso significa que, cuanto más antiguo sea más difícil será encontrar información detallada sobre su aspecto físico. Por ejemplo, nosotros tenemos a Enrique VIII y para ver como era no tenemos más que retratos pictóricos y algunos textos que lo describen. En cambio, si la figura que hay que hacer es la de un personaje relativamente moderno, como nuestro “Chanquete” de la serie “Verano azul”, encarnado por Antonio Ferrandis, es mucho más fácil. Y aún más sencillo si el personaje está vivo y es cercano porque eso facilita que pueda venir al museo para que le tomemos las medidas y hacer una figura exacta, o casi. Luego se tarda unos dos meses en la elaboración de lo que es la figura en cera. Pero ahí no acaba todo ya que también hay que diseñar el escenario donde se ubicará el personaje, el vestuario, el maquillaje y poner el pelo que se inserta con una aguja, de uno en uno. Eso se consigue porque la cabeza de las figuras, en su parte trasera, está vacía y así  es más fácil pasar la aguja con el pelo. Aproximadamente se tarda unas dos semanas en terminar la cabellera.

Reparaciones en el taller de Barcelona (Fuente: Museo de Cera)

Roser.- Y ya que estamos, también tengo curiosidad por saber como ponéis los ojos.

Sem.- son prótesis oculares reales. Es decir, ojos de cristal de verdad. En el almacén guardamos ojos de sobras por si alguna figura pierde uno o se le rompe. Por otra parte, en cuanto a las figuras, también debo decir que no siempre se construyen enteras. Muchas veces sólo se hacen la cabeza y las extremidades, mientras que el resto del cuerpo se omite ya que el vestuario lo cubre. Otras veces sí que son todas enteras de cera. Por ejemplo, nuestra Cleopatra ya que su vestido es transparente y no estaría bien que se viera que le faltaba el tronco. 


Roser.- ¿Qué motivos hay para retirar una figura de cera de un museo? Lo digo por casos como el de Urdangarín, ya que creo que el museo de Madrid lo alejó de la familia real.

Sem.- Nuestro motivo principal es la falta de espacio. Si entra una nueva figura nos vemos obligados a sacar una vieja. En nuestro museo jamás hemos tenido a Urdangarín y Cristina pero la gente sí que nos pregunta si los hemos retirado. De la familia real solo tenemos a Juan Carlos y Sofía cuando eran príncipes. En cuanto al Urdangarín del museo de Madrid me consta que lo han cambiado de lugar. Ahora está en la sección de deportes y lo tienen ahí vestido de calle. En cuanto a Cristina no sé lo que harán con ella.

Roser.- En cambio a Marichalar lo eliminaron, ¿no?

Sem.- Si, si... Ese lo retiraron sin más.  

Roser.-  Y con tantos casos de corrupción como hay ¿no habéis pensado en construir la sala de los corruptos?

Sem.- Ya nos lo piden, ya... Incluso nos dan ideas del tipo de añadir a Bárcenas y otros como él en la cámara acorazada donde se desarrolla la escena  “atraco al banco”. Allí tenemos los ladrones famosos de siempre... Bonnye and Clide y estrellas del cine negro como Edward G. Robinson y Humphrey Bogard, entre otros. No es mala idea pero debemos plantearnos si vale la pena hacerlos y si dentro de unos años el público aún se acordará de ellos.

Roser- ¿Cuál es el motivo para hacer una figura nueva?

Sem- En primer lugar, que sea universal y que más o menos tengas la seguridad que pasará a la historia. Últimamente nos piden mucho a Messi y posiblemente lo acabaremos haciendo. Pero yo me planteo qué puede ocurrir si cedemos en hacer una figura de alguien muy famoso y que al cabo de unos años nadie recuerda quién es... También nos piden a Lady Gaga pero no creo que sea muy acertado hacerla.

Roser- Me sorprende eso que dices que el público os pide figuras...

Sem.- Sí, si... La gente está muy acostumbrada a museos como el Tussauds y cuando viene aquí por primera vez piensa que verá algo similar. Pero nosotros no somos así ni queremos seguir esa línea editorial. Quizás la cambiemos un poco y acabemos cediendo en parte pero lo que no haremos es una renovación del 100%. Igual hacemos 10 o 15 personajes actuales y los metemos en una sala nueva para que el público disfrute viendo a Messi.

Roser.- ¿Ya habéis resuelto el concurso convocado para elegir la nueva figura del 40 aniversario?

Sem.- Sí, y ganaron Messi, Johnny Deep y Shakira. Messi muy por delante de los demás. De todos modos creo que haremos algunas más que esas tres aunque aún está por definir. Lo de Messi y Shakira ya es bastante claro por la cuestión que son personas muy famosas que  viven en Barcelona y si hay que hacerlos venir para que se paseen por el museo y se fotografíen con su figura es más fácil que hacerlo con alguien que vive lejos.

Roser.- Supongo que se deben dar muchas anécdotas con los visitantes. ¿Alguna a destacar?

Sem.- Pues bastantes... Dicen que ocurren efectos paranormales y yo creo que son reales, aunque también es cierto que al entrar en un museo de cera ya lo haces con esa predisposición. El ambiente del museo te condiciona a estar más receptivo a según qué cosas. ¿Alguna vez has estado sola en el museo? La sensación que produce es que las figuras te observan.

Roser.- Completamente sola no pero sí con muy poca gente. Una vez había una persona que yo creía que era una figura y cuando se movió me dio un susto de muerte.

Sem.- El pasado octubre, durante el rodaje de  “Wax” (Víctor Matellano), ocurrieron algunos fenómenos paranormales. Decían que se oían voces a través de los auriculares y, en cambio, no hablaba nadie. Otras anécdotas curiosas que te puedo contar es la del ladrón que entró huyendo de la policía y se hizo pasar por figura de cera. La policía pasó de largo sin verlo pero lo pillaron después, fuera del museo. En otra ocasión un degenerado se escondió en el museo y, por la noche, sacó una espada y decapitó varias figuras de la sala gótica. También hay gente que se pone a hacer reverencias a la figura del Papa Juan Pablo II. Hubo un tiempo en que venía un fanático de Franco, de vez en cuando, y se aposentaba frente a la figura del caudillo para explicarle la situación política de España. Hay gente que nos pide que cambiemos o quitemos figuras por razones ideológicas, pero no somos partidarios de ello. No nos casamos con ideologías, nosotros hacemos figuras por su relevancia histórica, y en el siglo XX el fascismo ha sido importante. Evidentemente no estamos a favor de las dictaduras, pero en ese sentido funcionamos como un museo de historia. Es una parte de la historia que no debe borrarse, debe explicarse. Con todo eso que te cuento quiero decir que el museo tiene un punto friqui que fascina a unos y asusta a otros. 



Roser.- Me acabo de enterar que en El Bosc de les Fades tenéis un ilusionista que hace un espectáculo de magia.

Sem:- Hará cosa de un mes que está con nosotros y está funcionando muy bien. De momento hace una función por semana, los martes a las 18,30. El Bosc  es la parte más comercial del museo y es curioso porque cuando lo inauguramos, hace ahora justo 20 años, no pensábamos darle esa orientación. Pero resulta que a la gente le gusta. Y más nueva que el Bosc de les Fades es la tienda, que la abrimos hace unos tres años y está aquí en frente, en el local que antes usábamos para las exposiciones temporales.

Roser.- ¿El quiosco de la Rambla también es de 1973?
Sem.- No, es posterior. El otro día hurgando por internet encontré una foto antigua de un pequeño quiosco de la Rambla que estaba un poco más abajo que el nuestro y supongo que por eso la gente lo confunde con el del museo. 


Quiosc a la Rambla 1907-08 (Font: Arxiu Fotogràfic de Barcelona)


Roser.- En Barcelona no hubo un museo de cera estable hasta que este fue construido. ¿Conoces otros antecedentes en la ciudad? Por ejemplo el Museo anatómico Roca, que fue inaugurado en 1900 y que se encontraba en C/ Nou de la Rambla, u otros que hubieron por la misma zona en la misma época?

Sem.- Hace un tiempo los responsables de un museo extranjero, que tenía figuras anatómicas de cera, se pusieron en contacto con nosotros para vendernos algunas piezas pero al final no se llegó a ningún acuerdo. Es posible que se tratara de la familia que tenía la colección del Museo anatómico Roca, aunque no estoy del todo seguro.

Roser.- Vuestro museo es privado y sus propietarios son los descendientes de Enrique Alarcón, ¿verdad?

Sem.- Si, sí. Se trata de un museo familiar. Se financia con los ingresos de la taquilla, única y exclusivamente y la verdad es que va bastante bien, teniendo en cuenta el marco de crisis en el que nos encontramos. En realidad tenemos más público del que la gente cree. Especialmente en periodos vacacionales.

Roser.- El público que os visita supongo que es más turista que local ¿no?

Sem.-Totalmente. Vienen bastantes más turistas que gente del país aunque ahora estamos empezando a recuperar al público del país.

Roser.- Por último… Hace poco tuvisteis a David Lloyd en el museo presentando la reedición del cómic V de Vendetta, dibujado por él mismo y con guion de Allan Moore.
Sem.- Sí y fue muy bien. De hecho eso forma parte del proyecto de redefinición del museo ya que tenemos la intención de utilizar este espacio para otros menesteres culturales, como presentaciones de libros u otros usos. Y una cosa que me sorprende es que cada vez que proponemos la realización de algún acto en el museo siempre recibimos una buena respuesta.  


lunes, 8 de abril de 2013

Historias orales de los carteles del Saló


 


Esta semana empieza la 31 edición del Salón del Cómic de Barcelona  y, así como el año pasado expliqué su nacimiento, para esta ocasión quería hacer algo sobre sus carteles aunque al principio no sabía cómo enfocarlo.  Tras darle unas vueltas al tema se me ocurrió juntar a siete dibujantes que hubieran realizado los carteles de distintas ediciones para que me contaran la historia de cada uno de sus carteles. Escogí a Max, David Rubín, Albert Monteys, Javier Rodríguez, Manel Fontdevila, Paco Roca y Miguel Gallardo. El motivo era muy simple. Me gustaban sus carteles y, además, los conocía a todos y ellos también a mí . De ahí salió una reunión en un restaurante de Barcelona en la que me contaron todo lo que viene a continuación.

Javi Rodriguez- Mi experiencia con el cartel fue más bien mala... Imagínate que ese año ni tan siquiera fui al Salón. Y no sé hasta qué punto debo explicarlo... El problema fue que pillé el año de la transición. Me llamaron para pedirme que hiciera el cartel y que antes presentara un boceto. Cuando lo entregué, me dijeron que también había otro candidato y que se haría una votación interna para escoger una de las dos propuestas, cosa que antes no me había explicado nadie.

Roser - ¿Es habitual que el encargo del cartel se haga por concurso entre dos candidatos?

Javi Rodriguez: No, no es lo normal. 

Monteys: Yo he estado en el Comité Ejecutivo y te puedo decir que lo habitual es encargarlo directamente al autor que quieres que haga el cartel. Antes había una norma no escrita que decía que el ganador del álbum de ese año haría el cartel del Salón siguiente. Esto se acabó con un cartel que el Comité vio como muy abstracto y que no comunicaba lo que se quería y, a partir de entonces, se decidió que, en adelante, el ejecutivo escogería al autor. En la época en que yo estuve, el autor escogido para el cartel del Salón de 2009 fue David Rubín. 

David Rubín: Pues no tenía ni idea que estuvieras entonces en el comité. Yo sólo hablé con Santamaría y no llegué a saber  qué otras personas había en el ejecutivo ni  cómo se hizo la votación para escogerme. La cuestión es que me pidieron que presentara unos bocetos e hice unos ocho o algo así.

Roser: Eso lo cuentas en tu blog, en esa entrada que hiciste tan detallada explicando el proceso de elaboración del cartel. Me llamó la atención que presentaras tantos bocetos a Ficomic. ¡En total fueron siete!

David Rubín: Los hice en pocos minutos, así de forma rápida y los mandé todos. Luego, cuando ya eligieron me empezaron a pedir cambios más bien tontos… Qué si cambiar la orientación del brazo del chico, acercar la cámara, bajar el color rosa del pantalón… Pequeñas cositas que hubo que pulir. Son las cosas que pasan en cualquier encargo o trabajo. Rara es la vez que te lo aceptan a la primera, sin cambios. De hecho creo que todo eso también lo comentaba en el blog.

Roser: sí, sí... Ahí lo cuentas todo. Al ver que mandaste tantos bocetos para tu cartel pensé que tendrías muchas ideas en la cabeza y no sabías por cual decidirte.

David Rubín: Fue por una cuestión de indecisión. No tenía muy claro por dónde tirar. Cuando hago un tebeo siempre me dejo la portada para el final. Así, poco a poco, antes de terminar el cómic se va gestando en mi cabeza la idea de lo que quiero hacer en la portada. En este caso, el cartel funciona un poco como portada de un tebeo. La idea es mostrar el espíritu de ese evento  y un montón de cosas diferentes. Pero como no tenía claro qué hacer preparé un montón de bocetos y al final tuve suerte porque, de todos los que mandé, escogieron los dos que más me gustaban. Luego la putada fue tener que dibujarlos a lápiz sabiendo que de ellos sólo escogerían uno. 

 
Paco Roca: Yo también presenté muchos bocetos y fue por la misma inseguridad de la que habla David. Pero tampoco me pidieron tantos... Fui yo, que empecé a hacer versiones y versiones… Cuando me llamó Carles Santamaría me dijo que hiciera dos o tres pero al final  envié bastantes más. Pero ya te digo que fue por inseguridad mía… Luego, cuando ya se decidieron por una en concreto todo fue bastante rodado. Supongo que es porque me he dedicado 20 años a la ilustración y estoy acostumbrado a clientes de todo tipo y a que te hagan mil cambios. Sobre todo por parte de gente que no tiene ningún criterio. Después de haber visto ciertas cosas, en Ficomic fue todo muy fluido. 

Javi Rodriguez: Para el cartel que me pidieron quise hacer algo visual y diseñé el cabezón ese. Lo hice de tal modo que el título era una cabeza enorme… Y pronto me empezaron a pedir cambios. El muñeco que yo había hecho era como una amalgama de distintos personajes del cómic mundial. Inicialmente llevaba el jersey de Tintín pero me lo hicieron cambiar porque los herederos de Hergé eran muy estrictos y podría haber problemas con sus abogados por temas de derechos de autor... Y me sugirieron que pusiera al Capitán Trueno en su lugar.


Manel Fontdevila: A mí el único cambio que me hicieron también era por Tintín. 

Absence: ¿Pero fue una sugerencia que cambiarais a Tintín o bien os lo exigieron?

Manel Fontdevila: Yo al final lo cambié por Goliat. 

Javi Rodriguez: Bueno... Al final hice todos los cambios que querían y entregué el cartel para ir directo a la imprenta pero aún hubo una modificación de última hora que tampoco me gustó y lo acabé diciendo. Acreditaron a un diseñador gráfico cuando todo el diseño gráfico y la ilustración era mío.

Monteys: Yo iba a las reuniones ejecutivas en nombre de “El Jueves” pero con la idea de aportar el punto de vista de un dibujante, que no tienen voto en Ficomic.

Gallardo: Yo ahora estoy en el Comité Ejecutivo pero no tengo voto y no coincido con muchas de las iniciativas que se deciden. Por eso me siento un poco aislado como representante de los autores. 

Roser: Por lo que veo, los carteles de vosotros tres - Manel, Javi y Miguel - van en orden cronológico: 2005 Manel (23º Salón), 2006 Javi y 2007 Gallardo.

Manel Fontdevila: De la historia de mi cartel casi no me acuerdo. Sólo que me lo pidieron porque había ganado el premio el año anterior con “Mantecatos”. Hice tres bocetos y los entregué. 




Javi Rodriguez: el mío fue el primero del modelo nuevo… El modelo de competición.

Monteys: pero el modelo de competición sólo fue en tu año y quizá en alguno más.

Absence: ¿Os hace ilusión cuando os piden hacer un cartel?

Max: A mi mucho porque el cartelismo me encanta. Disfruto mucho haciéndolos.

Paco Roca: ¡Si, claro! Por una parte me hizo mucha ilusión cuando me llamó Carles para ofrecérmelo pero por otra… Es el encargo más temido. Si ahora en Ficomic me pidieran otro cartel me lo tomaría de forma distinta pero en ese momento fue un bloqueo total de no saber qué hacer porque era algo que siempre había querido hacer y sabía que me lo íban a mirar con lupa. Además, un cartel tiene que representar al mundo del cómic y lo que tú haces. Pero yo no quería hacer un cartel con superhéroes ni nada de eso y sí quería que reflejase mi trabajo y que englobara cualquier tipo de cómic. Cuando te hacen un encargo así, te propones tus necesidades y también las del cliente. Es un encargo complicado que te bloquea bastante. Por eso esa inseguridad de la que te hablaba a la hora de presentar tantos bocetos.

David Rubín: Pues… jolín, ¡claro que hace muchísima ilusión! Sobre todo en mi caso que podríamos decir que entonces aún estaba empezando. Me llegó el encargo poco después de hacer “Cuaderno de tormentas” y es algo que ayuda mucho. Ese año me harté a firmar, dibujar y vender libros como un loco. Y supongo que gran parte de ese éxito sería porque media Barcelona estaba empapelada con un dibujo mío.  Me mola hacer carteles de eventos de cómic y ya he hecho unos cuantos pero quizá el que ha llamado más la atención sea el de Barcelona. Con ese cartel intenté salirme del típico cartel a base de personajes de cómic yendo al evento.

Manel Fontdevila: Pues si… A mí me hace mucha ilusión porque me gustan mucho los carteles que hacen los demás… Yo no sé hacer carteles.

Monteys: Yo como no soy ilustrador y mi dibujo es funcional... 

Manel Fontdevila: Los carteles deberían hacerlos dibujantes que sean ilustradores. 

Paco Roca: En parte tienes razón, Manel. Yo creo que este es un problema que muchas veces tiene el Salón del cómic de Barcelona ya que no todos los dibujantes de cómic tienen porqué ser ilustradores o cartelistas. Son terrenos diferentes. Miguel es cartelista y un genial ilustrador que sabe hacerlo perfectamente. En ese sentido, creo que en el Salón del Cómic de Barcelona hay dos tipos de carteles. Uno el de los dibujantes y el otro el de los ilustradores. Eso no significa que estén mal unos u otros pero el concepto de partida es muy distinto. Unos quieren demostrar sus habilidades de dibujante mientras que los otros quieren crear una imagen impactante. 

Monteys: A mí sí me piden un dibujo para un cartel, como no soy cartelista sufro un montón.

Max: Lo pasareis fatal haciendo los carteles… ¡Pero al final os quedan cojonudos! Tanto Albert como Manel pecáis un poco de modestia. Yo siempre he visto una cosa y es que el hecho de que encarguen los carteles de un salón del cómic a dibujantes de cómic lo entiendo porque hay esa cosa gremial, e incluso mitomaníaca con los autores, pero en realidad creo que una gran mayoría de dibujantes de cómic son muy buenos como dibujantes pero menos como cartelistas. Eso es una pena. Yo animaría a los dibujantes de tebeos a que estudien un poco de cartelismo porque les iría bien.

David Rubín: Yo me considero tanto ilustrador como dibujante de tebeos y disfruto haciendo las dos cosas. Para mí son disciplinas totalmente diferentes que requieren distintos puntos de vista. Cuando llevo una temporada larga currando sólo en cómics me gusta poder cambiar y hacer algún cartel o algo por el estilo ya que es un trabajo que te aporta un reconocimiento inmediato y que te permite  experimentar con muchas más cosas. 

Manel Fontdevila: Yo no soy ilustrador y con los años me he adaptado para dibujar tebeos. Yo no hago nada… ¡Ni tipografías ni hostias! Yo entrego el dibujo y entiendo que hay un diseñador que hará todo eso. Para el salón entregué tres bocetos y al final escogieron este. Como ya he dicho antes, el único cambio que me hicieron fue el de Tintín, por temas de derechos, y me pidieron que pusiera otra cosa. Lo sustituí por Goliat, No quise poner un personaje de manga ni un superhéroe por temor a que volviera a tener problemas. En cambio, si pones un personaje antiguo es más fácil. Luego también me pidieron hacer el cartel del Salón de Getxo.
  
Absence: Yo creo que poner a Goliat es buena idea.

Javi Rodriguez: Hay una generación que no sabe quién es Goliat.

Manel Fontdevila: También puse a Albert Monteys en el cartel y a los personajes de la parejita.

Javi Rodriguez: Me hace gracia tu cartel porque la primera vez que lo vi fue estando en el metro en hora punta.

Manel Fontdevila: Eso de pintar a todos los personajes de azul y dejar a uno de ellos en color lo copié de Gallardo, de una portada del “Tretzevents”.


David Rubín: Lo bueno de la ilustración es que puedes lanzarte mucho más a la piscina. Imagínate que  te lanzas a lo loco creativamente con un tebeo y a las 40 páginas te das cuenta que el enfoque gráfico que le has dado no es el adecuado... ¡Entonces tienes que tirarlo todo y volver a empezar! En cambio, con trabajos más pequeños de ilustración o historietas cortas se puede experimentar más y luego si no funciona… Pues no es tan grave el problema.

Javi Rodriguez: Aquí quien tiene más experiencia en hacer carteles del Salón eres tú, Miguel, que además hiciste el primero.

Monteys: El cartel típico de Salón de Cómic es aquél en que se ve a mucha gente acudiendo en masa al evento en cuestión. Gallardo hizo el cartel del primer Salón y era de este estilo… ¡Que se vea bien el gran mundo de los cómics!

Gallardo: Luego incluí una novedad en mis otros carteles que era hacer que se viera al dibujante.

Monteys: El mayor esfuerzo a la hora de hacer un cartel es saber salirse del tópico de que se vea el Capitán Trueno, Popeye y un edificio emblemático de la ciudad.

Javi Rodriguez: en mi cartel, inicialmente las Torres de la Plaza de España no estaban aquí… No sé si la edición de mi cartel fue el primero que se volvió a hacer en la Fira. ¿El tuyo también era en la Fira, Manel? 

Manel Fontdevila: Si.

Javi Rodriguez: las torres… Me pidieron que las añadiera.

Roser: Miguel, en tu primer cartel también están las torres. ¿Te pidieron expresamente que aparecieran?

Gallardo: el mío era una cosa muy dirigida porque el intermediario era una agencia de publicidad. Es el primer y único cartel que se ha encargado así. 

Javi Rodriguez: ¿Quizá fue el primero que hiciste en plan espectacular?

Gallardo: ¡Yo tenía una carrera que parecía Jekill y Hide! Hacia Makoki y trabajaba en la línea chunga y, además... Curraba en “Playboy” y “Penthouse”.


Javi Rodriguez: El rollo este de todos los personajes yendo juntos hacia el Salón del Cómic, la primera vez que lo vi fue en tu cartel, Miguel. Ahora eso está más visto que el TBO pero antes que lo hicieras tú, no.

Manel Fontdevila: el cartel tipo de las jornadas de cómic que más se hace en las jornadas de todo el mundo es así, con varios personajes del mundo del cómic acudiendo en masa al evento.

Paco Roca: Pero es difícil hacer algo novedoso ya que está todo tan trillado y demás que cuesta hacer algo sorprendente y salirse del recurso de siempre de los personajes de cómic acudiendo al evento. Pero a veces eso es justo lo que espera el cliente y, en ocasiones, yo creo que debería dejarse aconsejar por el profesional. 

David Rubín: A mi ese tipo de carteles ahora no me mola nada…. En mi caso, recibir el encargo de hacer el cartel del Salón del Cómic de Barcelona supuso un empujón fabuloso para mi carrera. Aunque  también hubo algunas polémicas cutres en internet donde la gente decía que no parecía el cartel de un salón de cómic porque no salía el Capitán América ni nada de eso. Pero yo creo que un cartel no tiene porqué cumplir siempre las pautas. Tanto los carteles como las portadas de los libros que más me gustan son las que me sorprenden. Y en ese sentido uno de los que más me gustó fue el de Miguel porque ahí  huía de todo eso.

Paco Roca: Lo que yo hice es introducir al lector, que no suele aparecer como personaje principal de un cartel, y dar ese juego entre el autor y el lector ya que uno y el otro se necesitan.  Además, en la mayoría de los casos lo autores también son lectores. Así que esa es otra forma de enfocarlo.

 
Absence: En tus carteles, Miguel, se ve tu evolución como autor. El primero es más de estilo Makoki, el segundo es más de la etapa del Perro Nick y el último ya es Gallardo en su esplendor como ilustrador.

Gallardo: Ahí quise hacer un personaje central que era el artista pintando y el resto sin nada.

Paco Roca: A mi ese me parece maravilloso.

Monteys: Fue un ejemplo de tenacidad… Luchaste mucho para sacarlo adelante y, aunque costó, se consiguió. 

Gallardo: Con un cartel como ese, en que sólo aparece el artista pintando y nada más, hay pocas cosas que decir… Pero lo hicieron y tuve bastantes problemas para salirme con la mía aunque al final lo conseguí. 

Monteys: Yo estuve contigo en una reunión en la que hubo mucha tensión porque te pedían cambios y más cambios... En esa época las reuniones del ejecutivo eran muy caóticas.  

Gallardo: Lo que sí que se puede decir es que por un lado estaban los  distribuidores y editores y por el otro los autores. La cosa era ir allí y defender tu propuesta con dos cojones. Mi objetivo era conseguir que no me cambiaran ni una puta coma. Lo que yo he hice fue una decisión de autor. Pero al final, para mi, lo que decide es que si te piden un cambio que éste tenga una lógica.
David Rubín: A mí me gusta tu cartel, Miguel, porque es súper sencillo y en cambio tiene una fuerza bestial  sin necesidad de ir a buscar ningún recurso friki. Es una imagen muy sencilla pero impactante. De hecho es uno de mis carteles preferidos.

Absence: ¿Y en otros salones se plantea lo mismo o esto es solo cosa de Barcelona?

Monteys: En Barcelona era más radical. Mi cartel no me lo discutieron pero es que el mío no había donde discutir. Mi cartel era de dos más dos son cuatro. No había ningún riesgo ni nada. 

Max: A mí me gusta porque aplicaste muy bien la imaginación. Los carteles para los salones del cómic son un tema súper trillado y trabajado y es muy difícil hacer algo sorprendente. En cambio tú lo conseguiste.

Monteys: Así con viñetas cuadriculadas también está el tuyo, Max.

Absence: ¿el de las velas piratas?

Max: ese es el primer cartel que hice y no me gusta nada. Bien… ¡Ahora no me gusta nada! Cuando lo hice sí que me gustaba. 


Manel Fontdevila: Pero no nos referimos a ese sino al otro en el que aparece un taxi volando.

Max: ese sí que me gusta. Además fue muy fácil hacerlo  y no tuve ningún problema con la gente de Ficomic. Funcionó a la primera. Lo de poner un taxi volando fue porque me quedaba un pedazo de cielo un poco vacío y, para rellenarlo, se me ocurrió meter el  taxi volando. Así había una referencia más a Barcelona.
Monteys: Cuando hice mi cartel pensaba más en los otros dibujantes que lo iban a ver que no en el Comité Ejecutivo. Por eso me daba un poco de vergüenza mi cartel.

Absence: ¿Y por qué pensabas en los dibujantes?

Monteys: Pues porque eran los que lo irían a ver.

Absence: ¿Los demás también pensabais en los otros dibujantes mientras hacíais el cartel?

Max: Yo sí y es normal. La función del cartel es la de atraer al público pero se trata de un público que ya está medio ganado... Son fans de los tebeos e irán sea cual sea el cartel. Pero sabes que los autores lo verán y lo juzgarán con lupa. Y, en el fondo, lo que realmente esperas es sorprender a los de tu propio gremio y obtener su admiración... Hasta que te das cuenta que es imposible contentar a todos.

Paco Roca: Es de esos encargos que, antes que te lo pidan, es como un sueño para el autor.  Siempre piensas…“Algún día haré el cartel del Salón de Barcelona…”  Y cuando llega ese día empieza el miedo porque es una gran responsabilidad. Es lo que tú dices que los demás te lo van a mirar con lupa y eso te da muchísimo miedo a la hora de decidir qué hacer.

Manel Fontdevila: Yo sólo pensaba en pasármelo bien haciéndolo.

Gallardo: Yo pensaba en ver el cartel en la calle.

Javi Rodriguez: Yo pensaba en el público que me leía cuando hacía eso de los viajes baratos en el “Tentaciones” y al final no me llevó más que problemas porque a los dibujantes no les molaba a ninguno y a la gente parece que tampoco mucho.

David Rubín: En mi caso, lo de pensar en los otros dibujantes es a posteriori. Cuando llegas al salón y ves el cartel ahí… ¡Gigante en la entrada! Entonces es cuando te acojonas y dices… “Joder, seguro que me están poniendo a caldo y que no le gusta a nadie…” Mientras lo estaba haciendo no. Pero ahora, pasados cuatro años desde que lo hice, lo miro y me doy cuenta que ahora lo haría totalmente diferente. Ya no me gusta.

Roser: ¿Ya no te gusta? 

David Rubín: han pasado cuatro años y me gustaba mucho cuando lo hice. De hecho, a día de hoy sigo pensando que es un buen cartel, lo que ocurre es que con el tiempo vas evolucionando. En estos últimos años he hecho muchas páginas de cómic y si tuviera que hacer ahora el cartel lo habría planteado de una manera totalmente diferente a cómo lo hice entonces. Pero eso no significa que esté mal. Estaba bien para ese momento.

Max: Hay cosas que aguantan más el paso del tiempo que otras y me parece que mi primer cartel, el de los piratas, es de los que no lo ha aguantado bien.

David Rubín: eso es algo inevitable que le pasa a cualquier autor y lo malo es que  no te pase. Significa que sigues dibujando igual que hace un montón de años y que no has evolucionado. Entonces… ¡Estás muerto como artista! O es que te quieres demasiado y no eres capaz de ver cuando haces algo bien o mal. Por eso es bueno que, con el paso del tiempo, sepas ver que lo que haces ahora es mejor que lo que hacías antes. Al menos, yo espero que dentro de cuatro años tampoco me guste lo que hago ahora. Eso querrá decir que he evolucionado y que voy por buen camino.

Monteys: Ahora con twitter no se corta nadie y si el cartel no gusta te lo dicen “¡vaya mierda de cartel has hecho!”.

Gallardo: Luego ese último cartel mío me lo copiaron para la “ruta de las tapas” de Chiclana de la Frontera. Era todo igual, lo único que en lugar de la mesa de dibujante había una mesa de restaurante con unas gambas. Me enteré porque uno de mis corresponsales en el resto de España lo vio y me lo contó. Yo lo colgué en mi facebook pero como una gracia... Pero al final se montó un pollo en Chiclana increíble... ¡Hasta salió en “El País”! Y el tío que me plagió se ve que se escondió en su casa y no quería salir... 

Javi Rodriguez: ¿Os acordáis de la chica de “Público” que hizo lo mismo plagiando un dibujo de Puño? 

Manel Fontdevila: Se ve que Puño lo colgó en su blog y se montó un pollo en internet, de tal modo que el propio Puño tuvo que pedir a sus lectores que no fueran tan duros con los comentarios. El público fue muy visceral.

Absence: Es que como la chica se quejó hubo efecto Bárbara Streisand... De no te quejes en internet de algo porque aún lo vas a hacer más grande. Si en el momento se pide perdón nadie va a ir allá a escarbar a ver que es lo que ha copiado.


Max: Con mi último cartel para el Salón pasó que… Si no recuerdo mal mandé un par de bocetos a Ficomic y no gustó ninguno. Pasaban los días, se acercaba la fecha de entrega de un nuevo boceto y yo estaba falto de ideas. Total, que llegó el día X y yo aún estaba en pelotas. Entonces hice lo que hacemos todos cuando estamos con la soga al cuello, que es buscar libros de otros dibujantes para fusilar alguna idea. Y al final fusilé una viñeta de Chris Ware. La copié directamente pero como entonces casi no era conocido en España creo que nadie se dio cuenta. Y si alguien se dio cuenta tuvo la decencia de no decir nada.


Roser: Oye, ¿pero esto se puede contar?

Max: Si, si… Bueno… ¡Es que la cosa no acaba aquí!. Esta viñeta está en uno de los primeros cuadernos de Jimmy Corrigan, de esos pequeños y cuadrados, donde se ve una mano con un guante rojo que levanta una casa. Parece la mano de un Supermán gigante. Y… tirando de ahí ya fue cuando decidí que el cartel consistiría en una mano gigante, como la de Micky Mouse, cogiendo la estatua de Colón y sacándolo de su pedestal. Así hacía referencia a Barcelona y a los tebeos y salía del paso. Lo que ocurre es que me quedé con una sensación de culpabilidad terrible. Eso me quedó clavado como una espina durante muchos años… Y siempre con el miedo de que alguien me descubriese. Suerte que en ese tiempo internet no era lo que es ahora. De hecho, si buscas la viñeta de  Chris Ware es muy evidente… Pero bueno, que la cosa aún no acaba aquí… Un día, repasando toda mi obra para preparar mi exposición retrospectiva en Madrid (Panóptica), cogí “el Capital”, que hicimos Paco Mir y yo sobre 1974-75, y encontré allí… ¡la puta viñeta! Otra vez la mano gigante como de Micky Mouse cogiendo a un currante. Era exactamente el mismo concepto.
Roser: Entonces ya no te has de sentir culpable.

Max: No, no… Claro que no porque ya había hecho algo igual antes y me había olvidado.

Roser: Pues de tus tres carteles ese es el que me gusta más. Pero… ¿Y a ti? ¿Cuál es tu preferido?

Absence: con la historia que nos acabas de contar sobre la mano ahora es complicado…

Max: como cartel… Realmente este, el de la mano.

Roser: de hecho el primero ya has dicho de entrada que no te gusta nada.   
         
Max: ese no me gusta. El siguiente sí pero este último es el más conseguido como cartel. De todos modos, aunque me gusta mucho el tema cartelismo ya estoy un poco harto de los carteles para salones del Cómic. Prefiero hacerlos para cualquier otra cosa. También hice el del último expocómic de Madrid y estoy muy contento de ese cartel, aunque causó mucha polémica y no sé por qué.

Roser: bueno, hace poco también has estado en Arco presentando una obra en el stand de El País. Por tanto, últimamente has hecho otras cosas a parte de carteles.

Max: sí, si. Lo de Arco era un cómic entero.

Roser: lo he estado siguiendo en tu blog. También me gusta mucho el blog de “Vapor” donde cuentas como fue todo el proceso de elaboración del libro. Por cierto, me sorprendió y me gustó lo que cuentas de las letras del título, que las hiciste a mano. Yo pensaba que las había hecho con el ordenador.

Max: No, no... Yo soy más de la vieja escuela.

Absence: hay dibujantes que les gusta dibujar letras. A Manel también le gusta.

Max: Sí, sí. Y lo hace de puta madre. El hecho de hacerlas a mano les da un plus.

Absence: ¿Y las letras de los carteles también las hacías a mano?

Max: en el del taxi volando, no. Dejé un espacio en blanco para que desde Ficomic pusieran lo que quisieran. Las letras las añadió Josep Solà, un diseñador que había estado muy vinculado con el cómic. En cambio las del último cartel creo recordar que las hice a mano.

Absence: Y en el de los piratas se nota que es la tipografía de los primeros salones. Otra cosa… Antes has dicho que entregaste dos bocetos a Ficomic, para en cartel de 1997, que fueron desestimados. ¿Después han quedado olvidados o se reciclan?

Max: Uno está olvidado porque realmente no era gran cosa pero el otro lo tengo en la recámara entre las cosas reciclables para cuando se presente la ocasión, porque la idea era buena y estaba bien.

Absence: Por cierto... En la mega entrevista que hice a Beà para Mondo Brutto me contó que cuando ganó el premio a su trabajo de toda la vida (creo que en 2001) le pidieron un cartel. Hizo uno de un monstruo y cuando lo entregó le dijeron que no, que con ese cartel la gente no iría. 

BEÀ (extracto de la entrevista a Mondo Brutto): Al año siguiente debería haber hecho el cartel y una exposición. (...) También dibujé un cartel muy siniestro, pero la que entonces era la directora del certamen me llamó para decirme que lo sentía mucho pero que no podía ser, que los padres no llevarían a sus hijos al Salón con un reclamo de ese tipo. ¿El cómic es ahora una cosa de niños con sus padres? 


Gallardo: Tú no puedes saber si la gente se va a sorprender o no.

Absence: La pregunta es... ¿se puede dibujar cualquier cosa en un cartel? 

Gallardo: Sí que se puede pero tiene que tener detrás un discurso y que tú lo apoyes y que seas muy consciente de que lo vas a defender. El cartel que hice para el Salón de Granada 2011 era una de mis propuestas para el Salón del Cómic de Barcelona de 2007. En él se ve el cuerpo de un superhéroe con una careta de un personaje del Tío Vivo, pero en fotocopia. Esa es la primera opción que tenía para el Salón de Barcelona... ¡Para mí era perfecto! pero la gente se corta mucho. En los carteles existe la idea de que  hay que hacer personajes... Pero ¿por qué? Yo creo que lo que hay que hacer es algo que llame la atención.


Paco Roca: Creo que sí que se puede, pero ahí entra lo buen vendedor que seas y la seguridad que tengas a la hora de vender las cosas. Cuando tienes un Comité que tiene que decidir es algo complicado porque cada uno mira hacia un lado. Vender algo a tanta gente es más difícil que a un único cliente pero sí que se puede vender cualquier cosa, de igual modo que cualquier cosa puede funcionar bien. Todo depende de cómo lo hagas. De cinco bocetos, elegir uno y hacer con ese un buen cartel también depende del oficio que tenga cada uno, porque todo, en el fondo, puede ser un buen cartel si se hace bien.

David Rubín: Hombre… Depende de cómo lo hagas. Si haces una ilustración suficientemente críptica pero al mismo tiempo atractiva como para poder colarla para un cartel de cómic o para una convención de coches antiguos, por ejemplo, pues… ¡Enhorabuena! En ese caso también juega un papel muy importante la labia que puedas tener para vender esa idea aunque a mí me parece que eso es un poco tangar la gente. Yo prefiero ser honesto con los clientes y conmigo mismo. Por otra parte, hay que tener mucho talento para conseguir sintetizar una imagen y utilizarla para un montón de cosas distintas. 

Manel Fontdevila: Cuando hice el cartel de Barcelona presenté una propuesta en que se veía a un montón de gente pasando por un paso cebra y, de repente, aparecía un señor mayor que iba con un niño vestido como de Super Man o algo así. Estaba claramente inspirado en un dibujo de Cesc.  Ese paso de peatones es el que está frente a la estación de Francia. Por eso supongo que mi cartel fue el primero de la vuelta del Salón a la Fira y lo debería hacer sin saber aún que se trasladaría a la Plaza España. Para ese Salón también presenté un tercer boceto que, al final, acabó siendo el cartel del Salón de Getxo del año siguiente. 


Max: ese cartel tuyo de Guetxo está muy bien. 

Paco Roca: En mi caso, uno de los bocetos que presenté para el Salón de Barcelona acabó siendo la portada de una agenda del Instituto Cervantes que, para mi gusto, era mi propuesta favorita para el Salón. Por lo tanto no es un trabajo que hagas inútil. No tiras nada... Al final muchas veces acabas reciclando cosas y cuando haces un cartel para un festival de cómic luego tienes material para bastantes otros.


Monteys: A los carteles les quitan fuego... Paco hizo el primero de Getxo. Y en ese cartel inicialmente aparecían unos pinchos que eran cabezas, pero al final lo cambiaron por otro en que se veía a la gente tomando pinchos en un bar. Así era más clásico.


Paco Roca: Sí, la primera versión de ese cartel era una imagen más impactante que creo que se hubiese recordado más. Pero eso es cosa del cliente que, para el cartel de un salón del cómic, pide un tipo determinado de ilustración. En muchos casos es el atrevimiento que pueda tener el cliente para aceptar otro tipo de cosas. 

Manel Fontdevila: Yo pienso que los carteles de un salón del cómic los debería hacer un cartelista. Yo en lo más que sufro cuando hago un tebeo es en la portada porque no sé hacerlas. A veces pienso que igual la portada me la tendría que hacer un diseñador.

Monteys: ¿Pero tu crees que este es nuestro problema o es un problema general en los dibujantes?

Manel Fontdevila: Hay dibujantes multidisciplinares que saben diseño, dibujo, cantan, bailan y lo que sea. Pero yo sólo sé dibujar tebeos y el cartel me cuesta. Al final me di cuenta que si entras a dibujar tebeos o a dibujar chistes es diferente. Y lo de hacer carteles es un oficio.

Paco Roca: Un autor puede ser muy bueno como autor de cómic pero no tiene por qué ser un buen cartelista y fíjate que no digo ilustrador porque eso sí que está más cerca del trabajo de un autor de cómic. Pero el trabajo de cartelista es otra cosa. Es crear algo impactante, que te llame la atención y que te de un mensaje muy claro. Ese concepto no tiene por qué coincidir con el oficio de autor de cómic. 

Javi Rodriguez: en las revistas, a parte del editor, que es quien daba el aprobado, también había el director de arte. Esta figura, a nivel profesional, desapareció. Todos los cambios que se hagan desde la coherencia yo los entiendo. Eso me ocurrió en “El País” cuando me fichó Fernando Gutierrez. Me podía gustar más o menos pero había una coherencia en sus decisiones. Y yo con ese tío, que lo conocí a los 23 o 24 años, aprendí un montón.

Manel Fontdevila: es que cuando encuentras a alguien que funciona aprendes cosas y el director de arte es necesario. Antes me tocaba los huevos que alguien me dijera que la portada no estaba bien como yo la había pensado pero con el tiempo vi que si el director de arte es bueno, su trabajo te ayuda.

Javi Rodriguez: Yo con este tío aprendí todo lo que no había aprendido estudiando “artes y oficios”.

Gallardo: la diferencia entre trabajar en España o en Estados Unidos es que allí te marcan mucho. 

Monteys: el trabajo del editor y del director de arte es mucho más profesional. A nivel de cómic y de editor. 

Manel Fontdevila: Es una cosa totalmente distinta porque ahora con la crisis se les dice de todo.

Roser: Miguel, yo el otro día estaba viendo en tu Facebook todo eso que has colgado últimamente sobre encargos para carteles publicitarios que al final no han salido adelante y en cambio son trabajos magníficos, a mi parecer.

Gallardo: Es que no tiene nada que ver con la calidad.

Monteys: Lo que ocurre es que muchas veces no sabemos negociar cuando se da el problema y entonces nos bloqueamos.

Gallardo: Es que aquí la ilustración está en el nivel más bajo que te puedas imaginar de la historia de la ilustración.

Absence: ¿Y el cómic aún está más abajo?

Gallardo: Con el cómic pasa lo mismo que con los libros, que es un círculo vicioso y muy pernicioso. Porque tú sacas un libro al mercado y ese libro al cabo del mes murió, a no ser que seas Paco Roca.

Manel Fontdevila: O Miguel Gallardo…

Gallardo: Mis libros mueren antes que los de Paco Roca seguro, exceptuando “María y yo”, que es de 2007 y aún sigo tirando de ese libro.

Paco Roca: La verdad es que con estas cosas no sabes muy bien pero una gran parte es cuestión de suerte. Lo que sí es cierto es que es más difícil vender  de 0 a 5.000 ejemplares que de 5.000 a 50.000. Al llegar a un punto de ventas hay como un efecto dominó y es como una pelota que empieza a moverse sola y que va generando las cosas. Y lo mismo ocurre de modo personal... Cuánto más se habla de uno y cuánto más haces consigues que la pelota se vaya haciendo grande y que se mueva por inercia ella sola. Que hagas una entrevista en tal sitio y se vea en la otra parte del mundo… Una vez llegas a ese punto todo funciona solo. Lo difícil es mantenerlo siempre en movimiento porque tienes que estar continuamente generando cosas que vayan sucediendo. Muchas veces también es cuestión de suerte, que va más allá de la obra del autor. 

Roser: Bueno… “Emotional World Tour” (que hicisteis Miguel y Paco) es posterior a “Maria y yo”.

Gallardo: si pero fue mal. Para las editoriales ese libro era mal todo. Mal título, mala portada… Todo fatal.

Monteys: Pero las editoriales eso no lo saben hasta que ya ha salido el libro a la venta. 

Gallardo: Teníamos que haber sacado a Paco Roca y Miguel Gallardo en la portada viajando o dibujando.

Monteys: O ... dibujando con María y el protagonista de Arrugas... Pero en el fondo nunca sabes como va a funcionar un libro.

Paco Roca: Ahí es donde se demuestra que Miguel y yo estamos totalmente fuera de saber cómo funciona el mundo editorial en cuestión mercantil. Resulta que se nos ocurrió la genialidad de creer que si “Arrugas” había funcionado bien y “María y yo” también, pues juntos deberían ser la bomba. En cambio las cosas no fueron así. De todos los libros que hemos hecho es el que menos ha funcionado. 

Roser: Qué lástima porque a mí me encanta. La primera vez que entrevisté a Miguel ya me lo contó y me llevé una gran decepción porque estaba convencida que debía ser un éxito porque yo lo encontraba maravilloso. 

Paco Roca: pues fue un fracaso editorial para los dos. De todo lo que hemos hecho es lo que menos se ha vendido y con diferencia. De hecho, todavía debemos el adelanto. Pero fue una sorpresa para todos, incluso para Astiberri. Pero estoy de acuerdo con Miguel y estoy muy contento de ese libro. Además disfrutamos mucho haciéndolo.

Roser: Que lo hicisteis a gusto se nota y yo lo disfruté cantidad.

Paco Roca: además yo aprendí mucho. Miguel me parece el autor español que mejor explora las fronteras del medio. Poder trabajar con él fue un placer y además aprendí muchísimo. Primero a narrar de otra forma y a saltarme cosas con la narrativa. 

Gallardo: Lo que sí funciona con las editoriales es estar tú ahí… Ahora están saldando muchos. 

Manel Fontdevila: ahora se distribuye por internet.

Monteys: Las ventas de cómics por internet aún no son lo que tendrían que ser.

Gallardo: Lo más bueno es que en medio de todo eso surge la figura….

Monteys: ¡O surge el humor!

Gallardo: A veces te partes el pecho de risa... Bueno… Roser… ¿te hemos dado suficiente material con la entrevista, no?

Roser: Bien… Yo diría que el resumen de lo de hoy es que tengo a cinco entrevistados bastante contentos con la historia de sus carteles y a otros dos que no están tan satisfechos.

Gallardo: No es sólo eso sino que es la unión de varias cosas...

Roser: Me habéis contado muchas cosas, interesantísimas todas, que me han servido para entender mejor el procedimiento para la elección del autor del cartel y lo que pasa por vuestras cabezas cuando recibís tal encargo. Creo que ha sido estupendo juntaros para que me contarais todas estas cosas que hemos estado hablando.