Esta semana empieza la 31 edición del Salón
del Cómic de Barcelona y, así como el
año pasado expliqué su nacimiento, para esta ocasión quería hacer algo sobre
sus carteles aunque al principio no sabía cómo enfocarlo. Tras darle unas vueltas al tema se me ocurrió juntar a siete dibujantes que hubieran
realizado los carteles de distintas ediciones para que me contaran la historia
de cada uno de sus carteles. Escogí a Max, David Rubín, Albert Monteys,
Javier Rodríguez, Manel Fontdevila, Paco Roca y Miguel Gallardo. El motivo
era muy simple. Me gustaban sus carteles y, además, los conocía a todos y ellos
también a mí . De ahí salió una reunión en un restaurante de Barcelona en la
que me contaron todo lo que viene a continuación.
Javi
Rodriguez- Mi experiencia con el cartel fue más
bien mala... Imagínate que ese año ni tan siquiera fui al Salón. Y no sé hasta
qué punto debo explicarlo... El problema fue que pillé el año de la transición.
Me llamaron para pedirme que hiciera el cartel y que antes presentara un
boceto. Cuando lo entregué, me dijeron que también había otro candidato y que
se haría una votación interna para escoger una de las dos propuestas, cosa que
antes no me había explicado nadie.
Roser
- ¿Es habitual
que el encargo del cartel se haga por concurso entre dos candidatos?
Javi
Rodriguez: No, no es lo normal.
Monteys: Yo he estado en el Comité Ejecutivo y te puedo decir que lo
habitual es encargarlo directamente al autor que quieres que haga el cartel.
Antes había una norma no escrita que decía que el ganador del álbum de ese año
haría el cartel del Salón siguiente. Esto se acabó con un cartel que el Comité
vio como muy abstracto y que no comunicaba lo que se quería y, a partir de
entonces, se decidió que, en adelante, el ejecutivo escogería al autor. En la
época en que yo estuve, el autor escogido para el cartel del Salón de 2009 fue
David Rubín.
David
Rubín: Pues no tenía ni idea que estuvieras
entonces en el comité. Yo sólo hablé con Santamaría y no llegué a saber qué otras personas había en el ejecutivo
ni cómo se hizo la votación para
escogerme. La cuestión es que me pidieron que presentara unos bocetos e hice
unos ocho o algo así.
Roser:
Eso lo cuentas en tu blog, en esa entrada que
hiciste tan detallada explicando el proceso de elaboración del cartel. Me llamó
la atención que presentaras tantos bocetos a Ficomic. ¡En total fueron siete!
David
Rubín: Los hice en pocos minutos, así de forma
rápida y los mandé todos. Luego, cuando ya eligieron me empezaron a pedir cambios
más bien tontos… Qué si cambiar la orientación del brazo del chico, acercar la
cámara, bajar el color rosa del pantalón… Pequeñas cositas que hubo que pulir.
Son las cosas que pasan en cualquier encargo o trabajo. Rara es la vez que te
lo aceptan a la primera, sin cambios. De hecho creo que todo eso también lo
comentaba en el blog.
Roser: sí, sí... Ahí lo cuentas todo. Al ver que mandaste tantos bocetos
para tu cartel pensé que tendrías muchas ideas en la cabeza y no sabías por
cual decidirte.
David
Rubín: Fue por una cuestión de indecisión. No
tenía muy claro por dónde tirar. Cuando hago un tebeo siempre me dejo la
portada para el final. Así, poco a poco, antes de terminar el cómic se va
gestando en mi cabeza la idea de lo que quiero hacer en la portada. En este
caso, el cartel funciona un poco como portada de un tebeo. La idea es mostrar
el espíritu de ese evento y un montón
de cosas diferentes. Pero como no tenía claro qué hacer preparé un montón de
bocetos y al final tuve suerte porque, de todos los que mandé, escogieron los
dos que más me gustaban. Luego la putada fue tener que dibujarlos a lápiz
sabiendo que de ellos sólo escogerían uno.
Paco Roca: Yo también presenté muchos bocetos y fue por la misma inseguridad de la
que habla David. Pero tampoco me pidieron tantos... Fui yo, que empecé a hacer
versiones y versiones… Cuando me llamó Carles Santamaría me dijo que hiciera
dos o tres pero al final envié
bastantes más. Pero ya te digo que fue por inseguridad mía… Luego, cuando ya se
decidieron por una en concreto todo fue bastante rodado. Supongo que es porque
me he dedicado 20 años a la ilustración y estoy acostumbrado a clientes de todo
tipo y a que te hagan mil cambios. Sobre todo por parte de gente que no tiene
ningún criterio. Después de haber visto ciertas cosas, en Ficomic fue todo muy
fluido.
Javi
Rodriguez: Para el cartel que me pidieron quise
hacer algo visual y diseñé el cabezón ese. Lo hice de tal modo que el título
era una cabeza enorme… Y pronto me empezaron a pedir cambios. El muñeco que yo
había hecho era como una amalgama de distintos personajes del cómic mundial.
Inicialmente llevaba el jersey de Tintín pero me lo hicieron cambiar porque los
herederos de Hergé eran muy estrictos y podría haber problemas con sus abogados
por temas de derechos de autor... Y me sugirieron que pusiera al Capitán Trueno
en su lugar.
Manel
Fontdevila: A mí el único cambio que me hicieron
también era por Tintín.
Absence: ¿Pero fue una sugerencia que cambiarais a Tintín o bien os lo
exigieron?
Manel
Fontdevila: Yo al final lo cambié por Goliat.
Javi
Rodriguez: Bueno... Al final hice todos los
cambios que querían y entregué el cartel para ir directo a la imprenta pero aún
hubo una modificación de última hora que tampoco me gustó y lo acabé diciendo.
Acreditaron a un diseñador gráfico cuando todo el diseño gráfico y la
ilustración era mío.
Monteys:
Yo iba a las reuniones ejecutivas en nombre de
“El Jueves” pero con la idea de aportar el punto de vista de un dibujante, que
no tienen voto en Ficomic.
Gallardo:
Yo ahora estoy en el Comité Ejecutivo pero no
tengo voto y no coincido con muchas de las iniciativas que se deciden. Por eso
me siento un poco aislado como representante de los autores.
Roser: Por lo que veo, los carteles de
vosotros tres - Manel, Javi y Miguel - van en orden cronológico: 2005 Manel
(23º Salón), 2006 Javi y 2007 Gallardo.
Manel
Fontdevila: De la historia de mi cartel casi no
me acuerdo. Sólo que me lo pidieron porque había ganado el premio el año
anterior con “Mantecatos”. Hice tres bocetos y los entregué.
Javi
Rodriguez: el mío fue el primero del modelo
nuevo… El modelo de competición.
Monteys: pero el modelo de competición sólo fue en tu año y quizá en
alguno más.
Absence:
¿Os hace ilusión cuando os piden hacer un cartel?
Max: A mi mucho porque el cartelismo me encanta. Disfruto mucho
haciéndolos.
Paco Roca: ¡Si, claro! Por una parte me hizo mucha ilusión cuando me llamó Carles para
ofrecérmelo pero por otra… Es el encargo más temido. Si ahora en Ficomic me
pidieran otro cartel me lo tomaría de forma distinta pero en ese momento fue un
bloqueo total de no saber qué hacer porque era algo que siempre había querido
hacer y sabía que me lo íban a mirar con lupa. Además, un cartel tiene que
representar al mundo del cómic y lo que tú haces. Pero yo no quería hacer un
cartel con superhéroes ni nada de eso y sí quería que reflejase mi trabajo y
que englobara cualquier tipo de cómic. Cuando te hacen un encargo así, te
propones tus necesidades y también las del cliente. Es un encargo complicado
que te bloquea bastante. Por eso esa inseguridad de la que te hablaba a la hora
de presentar tantos bocetos.
David
Rubín: Pues… jolín, ¡claro que hace muchísima
ilusión! Sobre todo en mi caso que podríamos decir que entonces aún estaba
empezando. Me llegó el encargo poco después de hacer “Cuaderno de tormentas” y es algo que ayuda mucho. Ese año me harté
a firmar, dibujar y vender libros como un loco. Y supongo que gran parte de ese
éxito sería porque media Barcelona estaba empapelada con un dibujo mío. Me mola hacer carteles de eventos de cómic y
ya he hecho unos cuantos pero quizá el que ha llamado más la atención sea el de
Barcelona. Con ese cartel intenté salirme del típico cartel a base de
personajes de cómic yendo al evento.
Manel
Fontdevila: Pues si… A mí me hace mucha ilusión
porque me gustan mucho los carteles que hacen los demás… Yo no sé hacer
carteles.
Monteys: Yo como no soy ilustrador y mi dibujo es funcional...
Manel Fontdevila: Los carteles deberían hacerlos dibujantes que sean ilustradores.
Paco Roca: En parte tienes razón, Manel. Yo creo que este es un problema que muchas
veces tiene el Salón del cómic de Barcelona ya que no todos los dibujantes de
cómic tienen porqué ser ilustradores o cartelistas. Son terrenos diferentes.
Miguel es cartelista y un genial ilustrador que sabe hacerlo perfectamente. En
ese sentido, creo que en el Salón del Cómic de Barcelona hay dos tipos de
carteles. Uno el de los dibujantes y el otro el de los ilustradores. Eso no
significa que estén mal unos u otros pero el concepto de partida es muy
distinto. Unos quieren demostrar sus habilidades de dibujante mientras que los
otros quieren crear una imagen impactante.
Monteys: A mí sí me piden un dibujo para un cartel, como no soy cartelista
sufro un montón.
Max: Lo pasareis fatal haciendo los carteles… ¡Pero al final os quedan
cojonudos! Tanto Albert como Manel pecáis un poco de modestia. Yo siempre he
visto una cosa y es que el hecho de que encarguen los carteles de un salón del
cómic a dibujantes de cómic lo entiendo porque hay esa cosa gremial, e incluso
mitomaníaca con los autores, pero en realidad creo que una gran mayoría de
dibujantes de cómic son muy buenos como dibujantes pero menos como cartelistas.
Eso es una pena. Yo animaría a los dibujantes de tebeos a que estudien un poco
de cartelismo porque les iría bien.
David
Rubín: Yo me considero tanto ilustrador como
dibujante de tebeos y disfruto haciendo las dos cosas. Para mí son disciplinas
totalmente diferentes que requieren distintos puntos de vista. Cuando llevo una
temporada larga currando sólo en cómics me gusta poder cambiar y hacer algún
cartel o algo por el estilo ya que es un trabajo que te aporta un
reconocimiento inmediato y que te permite
experimentar con muchas más cosas.
Manel
Fontdevila: Yo no soy ilustrador y con los años
me he adaptado para dibujar tebeos. Yo no hago nada… ¡Ni tipografías ni
hostias! Yo entrego el dibujo y entiendo que hay un diseñador que hará todo
eso. Para el salón entregué tres bocetos y al final escogieron este. Como ya he
dicho antes, el único cambio que me hicieron fue el de Tintín, por temas de
derechos, y me pidieron que pusiera otra cosa. Lo sustituí por Goliat, No quise
poner un personaje de manga ni un superhéroe por temor a que volviera a tener
problemas. En cambio, si pones un personaje antiguo es más fácil. Luego también
me pidieron hacer el cartel del Salón de Getxo.
Absence: Yo creo que poner a Goliat es buena idea.
Javi
Rodriguez: Hay una generación que no sabe quién
es Goliat.
Manel
Fontdevila: También puse a Albert Monteys en el
cartel y a los personajes de la parejita.
Javi
Rodriguez: Me hace gracia tu cartel porque la
primera vez que lo vi fue estando en el metro en hora punta.
Manel
Fontdevila: Eso de pintar a todos los personajes
de azul y dejar a uno de ellos en color lo copié de Gallardo, de una portada
del “Tretzevents”.
David
Rubín: Lo bueno de la ilustración es que puedes
lanzarte mucho más a la piscina. Imagínate que
te lanzas a lo loco creativamente con un tebeo y a las 40 páginas te das
cuenta que el enfoque gráfico que le has dado no es el adecuado... ¡Entonces
tienes que tirarlo todo y volver a empezar! En cambio, con trabajos más
pequeños de ilustración o historietas cortas se puede experimentar más y luego
si no funciona… Pues no es tan grave el problema.
Javi
Rodriguez: Aquí quien tiene más experiencia en
hacer carteles del Salón eres tú, Miguel, que además hiciste el primero.
Monteys:
El cartel típico de Salón de Cómic es aquél en que se ve a mucha gente
acudiendo en masa al evento en cuestión. Gallardo hizo el cartel del primer
Salón y era de este estilo… ¡Que se vea bien el gran mundo de los cómics!
Gallardo: Luego incluí una novedad en mis otros carteles que era hacer que
se viera al dibujante.
Monteys:
El mayor esfuerzo a la hora de hacer un cartel es saber salirse del tópico de
que se vea el Capitán Trueno, Popeye y un edificio emblemático de la ciudad.
Javi
Rodriguez: en mi cartel, inicialmente las Torres
de la Plaza de España no estaban aquí… No sé si la edición de mi cartel fue el
primero que se volvió a hacer en la Fira. ¿El tuyo también era en la Fira,
Manel?
Manel
Fontdevila: Si.
Javi
Rodriguez: las torres… Me pidieron que las
añadiera.
Roser: Miguel, en tu primer cartel también están las torres. ¿Te
pidieron expresamente que aparecieran?
Gallardo: el mío era una cosa muy dirigida porque el intermediario era una
agencia de publicidad. Es el primer y único cartel que se ha encargado así.
Javi
Rodriguez: ¿Quizá fue el primero que hiciste en
plan espectacular?
Gallardo: ¡Yo tenía una carrera que parecía Jekill y Hide! Hacia Makoki y
trabajaba en la línea chunga y, además... Curraba en “Playboy” y “Penthouse”.
Javi
Rodriguez: El rollo este de todos los personajes
yendo juntos hacia el Salón del Cómic, la primera vez que lo vi fue en tu
cartel, Miguel. Ahora eso está más visto que el TBO pero antes que lo hicieras
tú, no.
Manel
Fontdevila: el cartel tipo de las jornadas de
cómic que más se hace en las jornadas de todo el mundo es así, con varios
personajes del mundo del cómic acudiendo en masa al evento.
Paco Roca: Pero es difícil hacer algo novedoso ya que está todo tan trillado y demás
que cuesta hacer algo sorprendente y salirse del recurso de siempre de los
personajes de cómic acudiendo al evento. Pero a veces eso es justo lo que
espera el cliente y, en ocasiones, yo creo que debería dejarse aconsejar por el
profesional.
David
Rubín: A mi ese tipo de carteles ahora no me mola
nada…. En mi caso, recibir el encargo de hacer el cartel del Salón del Cómic de
Barcelona supuso un empujón fabuloso para mi carrera. Aunque también hubo algunas polémicas cutres en
internet donde la gente decía que no parecía el cartel de un salón de cómic
porque no salía el Capitán América ni nada de eso. Pero yo creo que un cartel
no tiene porqué cumplir siempre las pautas. Tanto los carteles como las
portadas de los libros que más me gustan son las que me sorprenden. Y en ese
sentido uno de los que más me gustó fue el de Miguel porque ahí huía de todo eso.
Paco Roca: Lo que yo hice es introducir al lector, que no suele aparecer como
personaje principal de un cartel, y dar ese juego entre el autor y el lector ya
que uno y el otro se necesitan. Además,
en la mayoría de los casos lo autores también son lectores. Así que esa es otra
forma de enfocarlo.
Absence: En tus carteles, Miguel, se ve tu evolución como autor. El
primero es más de estilo Makoki, el segundo es más de la etapa del Perro Nick y
el último ya es Gallardo en su esplendor como ilustrador.
Gallardo: Ahí quise hacer un personaje central que era el artista pintando y
el resto sin nada.
Paco
Roca: A mi ese me parece maravilloso.
Monteys: Fue un ejemplo de tenacidad… Luchaste mucho para sacarlo adelante
y, aunque costó, se consiguió.
Gallardo: Con un cartel como ese, en que sólo aparece el artista pintando y
nada más, hay pocas cosas que decir… Pero lo hicieron y tuve bastantes
problemas para salirme con la mía aunque al final lo conseguí.
Monteys: Yo estuve contigo en una reunión en la que hubo mucha tensión
porque te pedían cambios y más cambios... En esa época las reuniones del
ejecutivo eran muy caóticas.
Gallardo: Lo que sí que se puede decir es que por un lado estaban los distribuidores y editores y por el otro los
autores. La cosa era ir allí y defender tu propuesta con dos cojones. Mi
objetivo era conseguir que no me cambiaran ni una puta coma. Lo que yo he hice
fue una decisión de autor. Pero al final, para mi, lo que decide es que si te
piden un cambio que éste tenga una lógica.
David
Rubín: A mí me gusta tu cartel, Miguel, porque es
súper sencillo y en cambio tiene una fuerza bestial sin necesidad de ir a buscar ningún recurso friki. Es una imagen
muy sencilla pero impactante. De hecho es uno de mis carteles preferidos.
Absence:
¿Y en otros salones se plantea lo mismo o esto es solo cosa de Barcelona?
Monteys:
En Barcelona era más radical. Mi cartel no me lo discutieron pero es que el mío
no había donde discutir. Mi cartel era de dos más dos son cuatro. No había
ningún riesgo ni nada.
Max: A mí me
gusta porque aplicaste muy bien la imaginación. Los carteles para los salones
del cómic son un tema súper trillado y trabajado y es muy difícil hacer algo
sorprendente. En cambio tú lo conseguiste.
Monteys: Así con viñetas cuadriculadas también está el tuyo, Max.
Absence: ¿el de las velas piratas?
Max: ese es el primer
cartel que hice y no me gusta nada. Bien… ¡Ahora no me gusta nada! Cuando lo
hice sí que me gustaba.
Manel
Fontdevila: Pero no nos referimos a ese sino al
otro en el que aparece un taxi volando.
Max: ese sí que me
gusta. Además fue muy fácil hacerlo y
no tuve ningún problema con la gente de Ficomic. Funcionó a la primera. Lo de
poner un taxi volando fue porque me quedaba un pedazo de cielo un poco vacío y,
para rellenarlo, se me ocurrió meter el
taxi volando. Así había una referencia más a Barcelona.
Monteys: Cuando hice mi cartel pensaba más en los otros dibujantes que lo
iban a ver que no en el Comité Ejecutivo. Por eso me daba un poco de vergüenza
mi cartel.
Absence: ¿Y por qué pensabas en los dibujantes?
Monteys: Pues porque eran los que lo irían a ver.
Absence: ¿Los demás también pensabais en los otros dibujantes mientras
hacíais el cartel?
Max: Yo sí y es normal. La función del cartel es la de atraer al
público pero se trata de un público que ya está medio ganado... Son fans de los
tebeos e irán sea cual sea el cartel. Pero sabes que los autores lo verán y lo
juzgarán con lupa. Y, en el fondo, lo que realmente esperas es sorprender a los
de tu propio gremio y obtener su admiración... Hasta que te das cuenta que es
imposible contentar a todos.
Paco Roca: Es de esos encargos que, antes que te lo pidan, es como un sueño para el
autor. Siempre piensas…“Algún día haré el cartel del Salón de
Barcelona…” Y cuando llega ese día
empieza el miedo porque es una gran responsabilidad. Es lo que tú dices que los
demás te lo van a mirar con lupa y eso te da muchísimo miedo a la hora de
decidir qué hacer.
Manel
Fontdevila: Yo sólo pensaba en pasármelo bien
haciéndolo.
Gallardo: Yo pensaba en ver el cartel en la calle.
Javi
Rodriguez: Yo pensaba en el público que me leía
cuando hacía eso de los viajes baratos en el “Tentaciones” y al final no me
llevó más que problemas porque a los dibujantes no les molaba a ninguno y a la
gente parece que tampoco mucho.
David
Rubín: En mi caso, lo de pensar en los otros dibujantes
es a posteriori. Cuando llegas al salón y ves el cartel ahí… ¡Gigante en la
entrada! Entonces es cuando te acojonas y dices… “Joder, seguro que me están poniendo a caldo y que no le gusta a nadie…”
Mientras lo estaba haciendo no. Pero ahora, pasados cuatro años desde que lo
hice, lo miro y me doy cuenta que ahora lo haría totalmente diferente. Ya no me
gusta.
Roser: ¿Ya no te gusta?
David
Rubín: han pasado cuatro años y me gustaba mucho
cuando lo hice. De hecho, a día de hoy sigo pensando que es un buen cartel, lo
que ocurre es que con el tiempo vas evolucionando. En estos últimos años he
hecho muchas páginas de cómic y si tuviera que hacer ahora el cartel lo habría
planteado de una manera totalmente diferente a cómo lo hice entonces. Pero eso no
significa que esté mal. Estaba bien para ese momento.
Max: Hay cosas que
aguantan más el paso del tiempo que otras y me parece que mi primer cartel, el
de los piratas, es de los que no lo ha aguantado bien.
David
Rubín: eso es algo inevitable que le pasa a
cualquier autor y lo malo es que no te
pase. Significa que sigues dibujando igual que hace un montón de años y que no
has evolucionado. Entonces… ¡Estás muerto como artista! O es que te quieres
demasiado y no eres capaz de ver cuando haces algo bien o mal. Por eso es bueno
que, con el paso del tiempo, sepas ver que lo que haces ahora es mejor que lo
que hacías antes. Al menos, yo espero que dentro de cuatro años tampoco me
guste lo que hago ahora. Eso querrá decir que he evolucionado y que voy por
buen camino.
Monteys: Ahora con twitter no se corta nadie y si el cartel no gusta te lo
dicen “¡vaya mierda de cartel has hecho!”.
Gallardo: Luego ese último cartel mío me lo copiaron para la “ruta de las
tapas” de Chiclana de la Frontera. Era todo igual, lo único que en lugar de la
mesa de dibujante había una mesa de restaurante con unas gambas. Me enteré
porque uno de mis corresponsales en el resto de España lo vio y me lo contó. Yo
lo colgué en mi facebook pero como una gracia... Pero al final se montó un pollo
en Chiclana increíble... ¡Hasta salió en “El País”! Y el tío que me plagió se
ve que se escondió en su casa y no quería salir...
Javi
Rodriguez: ¿Os acordáis de la chica de “Público”
que hizo lo mismo plagiando un dibujo de Puño?
Manel
Fontdevila: Se ve que Puño lo colgó en su blog y
se montó un pollo en internet, de tal modo que el propio Puño tuvo que pedir a
sus lectores que no fueran tan duros con los comentarios. El público fue muy
visceral.
Absence: Es que como la chica se quejó hubo efecto Bárbara Streisand... De
no te quejes en internet de algo porque aún lo vas a hacer más grande. Si en el
momento se pide perdón nadie va a ir allá a escarbar a ver que es lo que ha
copiado.
Max:
Con mi último cartel para el Salón pasó que… Si
no recuerdo mal mandé un par de bocetos a Ficomic y no gustó ninguno. Pasaban
los días, se acercaba la fecha de entrega de un nuevo boceto y yo estaba falto
de ideas. Total, que llegó el día X y yo aún estaba en pelotas. Entonces hice
lo que hacemos todos cuando estamos con la soga al cuello, que es buscar libros
de otros dibujantes para fusilar alguna idea. Y al final fusilé una viñeta de
Chris Ware. La copié directamente pero como entonces casi no era conocido en
España creo que nadie se dio cuenta. Y si alguien se dio cuenta tuvo la
decencia de no decir nada.
Roser: Oye, ¿pero esto se puede contar?
Max: Si, si… Bueno… ¡Es que la cosa no acaba aquí!. Esta viñeta está
en uno de los primeros cuadernos de Jimmy Corrigan, de esos pequeños y
cuadrados, donde se ve una mano con un guante rojo que levanta una casa. Parece
la mano de un Supermán gigante. Y… tirando de ahí ya fue cuando decidí que el
cartel consistiría en una mano gigante, como la de Micky Mouse, cogiendo la
estatua de Colón y sacándolo de su pedestal. Así hacía referencia a Barcelona y
a los tebeos y salía del paso. Lo que ocurre es que me quedé con una sensación
de culpabilidad terrible. Eso me quedó clavado como una espina durante muchos
años… Y siempre con el miedo de que alguien me descubriese. Suerte que en ese
tiempo internet no era lo que es ahora. De hecho, si buscas la viñeta de Chris Ware es muy evidente… Pero bueno, que
la cosa aún no acaba aquí… Un día, repasando toda mi obra para preparar mi
exposición retrospectiva en Madrid (Panóptica), cogí “el Capital”, que hicimos
Paco Mir y yo sobre 1974-75, y encontré allí… ¡la puta viñeta! Otra vez la mano
gigante como de Micky Mouse cogiendo a un currante. Era exactamente el mismo
concepto.
Roser: Entonces ya no te has de sentir culpable.
Max: No, no… Claro que no porque ya había hecho algo igual antes y me
había olvidado.
Roser: Pues de tus tres carteles ese es el que me gusta más. Pero… ¿Y a
ti? ¿Cuál es tu preferido?
Absence: con la historia que nos acabas de contar sobre la mano ahora es
complicado…
Max: como cartel… Realmente este, el de la mano.
Roser: de hecho el
primero ya has dicho de entrada que no te gusta nada.
Max: ese
no me gusta. El siguiente sí pero este último es el más conseguido como cartel.
De todos modos, aunque me gusta mucho el tema cartelismo ya estoy un poco harto
de los carteles para salones del Cómic. Prefiero hacerlos para cualquier otra
cosa. También hice el del último expocómic de Madrid y estoy muy contento de
ese cartel, aunque causó mucha polémica y no sé por qué.
Roser:
bueno, hace poco también has estado en Arco presentando una obra en el stand de
El País. Por tanto, últimamente has hecho otras cosas a parte de carteles.
Max: sí,
si. Lo de Arco era un cómic entero.
Roser:
lo he estado siguiendo en tu blog. También me gusta mucho el blog de “Vapor”
donde cuentas como fue todo el proceso de elaboración del libro. Por cierto, me
sorprendió y me gustó lo que cuentas de las letras del título, que las hiciste
a mano. Yo pensaba que las había hecho con el ordenador.
Max: No,
no... Yo soy más de la vieja escuela.
Absence:
hay dibujantes que les gusta dibujar letras. A Manel también le gusta.
Max: Sí,
sí. Y lo hace de puta madre. El hecho de hacerlas a mano les da un plus.
Absence:
¿Y las letras de los carteles también las hacías a mano?
Max: en
el del taxi volando, no. Dejé un espacio en blanco para que desde Ficomic
pusieran lo que quisieran. Las letras las añadió Josep Solà, un diseñador que
había estado muy vinculado con el cómic. En cambio las del último cartel creo
recordar que las hice a mano.
Absence: Y en el de los piratas se nota que es la tipografía de los
primeros salones. Otra cosa… Antes has dicho que entregaste dos bocetos a
Ficomic, para en cartel de 1997, que fueron desestimados. ¿Después han quedado
olvidados o se reciclan?
Max: Uno está olvidado porque realmente no era gran cosa pero el otro
lo tengo en la recámara entre las cosas reciclables para cuando se presente la
ocasión, porque la idea era buena y estaba bien.
Absence: Por cierto... En la mega entrevista que hice a Beà para Mondo
Brutto me contó que cuando ganó el premio a su trabajo de toda la vida (creo
que en 2001) le pidieron un cartel. Hizo uno de un monstruo y cuando lo entregó
le dijeron que no, que con ese cartel la gente no iría.
BEÀ
(extracto de la entrevista a Mondo Brutto): Al
año siguiente debería haber hecho el cartel y una exposición. (...) También
dibujé un cartel muy siniestro, pero la que entonces era la directora del
certamen me llamó para decirme que lo sentía mucho pero que no podía ser, que
los padres no llevarían a sus hijos al Salón con un reclamo de ese tipo. ¿El
cómic es ahora una cosa de niños con sus padres?
Gallardo: Tú no puedes saber si la gente se va a sorprender o no.
Absence: La pregunta es... ¿se puede dibujar cualquier cosa en un cartel?
Gallardo: Sí que se puede pero tiene que tener detrás un discurso y que tú
lo apoyes y que seas muy consciente de que lo vas a defender. El cartel que
hice para el Salón de Granada 2011 era una de mis propuestas para
el Salón del Cómic de Barcelona de 2007. En él se ve el cuerpo de un superhéroe
con una careta de un personaje del Tío Vivo, pero en fotocopia. Esa es la
primera opción que tenía para el Salón de Barcelona... ¡Para mí era perfecto!
pero la gente se corta mucho. En los carteles existe la idea de que hay que hacer personajes... Pero ¿por qué?
Yo creo que lo que hay que hacer es algo que llame la atención.
Paco Roca: Creo que sí que se puede, pero ahí entra lo buen vendedor que seas y la
seguridad que tengas a la hora de vender las cosas. Cuando tienes un Comité que
tiene que decidir es algo complicado porque cada uno mira hacia un lado. Vender
algo a tanta gente es más difícil que a un único cliente pero sí que se puede
vender cualquier cosa, de igual modo que cualquier cosa puede funcionar bien.
Todo depende de cómo lo hagas. De cinco bocetos, elegir uno y hacer con ese un
buen cartel también depende del oficio que tenga cada uno, porque todo, en el
fondo, puede ser un buen cartel si se hace bien.
David
Rubín: Hombre… Depende de cómo lo hagas. Si haces
una ilustración suficientemente críptica pero al mismo tiempo atractiva como
para poder colarla para un cartel de cómic o para una convención de coches
antiguos, por ejemplo, pues… ¡Enhorabuena! En ese caso también juega un papel
muy importante la labia que puedas tener para vender esa idea aunque a mí me
parece que eso es un poco tangar la gente. Yo prefiero ser honesto con los
clientes y conmigo mismo. Por otra parte, hay que tener mucho talento para
conseguir sintetizar una imagen y utilizarla para un montón de cosas distintas.
Manel
Fontdevila: Cuando hice el cartel de Barcelona
presenté una propuesta en que se veía a un montón de gente pasando por un paso
cebra y, de repente, aparecía un señor mayor que iba con un niño vestido como
de Super Man o algo así. Estaba claramente inspirado en un dibujo de Cesc. Ese paso de peatones es el que está frente a
la estación de Francia. Por eso supongo que mi cartel fue el primero de la
vuelta del Salón a la Fira y lo debería hacer sin saber aún que se trasladaría
a la Plaza España. Para ese Salón también presenté un tercer boceto que, al
final, acabó siendo el cartel del Salón de Getxo del año siguiente.
Max: ese cartel tuyo
de Guetxo está muy bien.
Paco Roca: En mi caso, uno de los bocetos que presenté para el Salón de Barcelona
acabó siendo la portada de una agenda del Instituto Cervantes que, para mi
gusto, era mi propuesta favorita para el Salón. Por lo tanto no es un trabajo
que hagas inútil. No tiras nada... Al final muchas veces acabas reciclando
cosas y cuando haces un cartel para un festival de cómic luego tienes material
para bastantes otros.
Monteys: A los carteles les quitan fuego... Paco hizo el primero de Getxo.
Y en ese cartel inicialmente aparecían unos pinchos que eran cabezas, pero al
final lo cambiaron por otro en que se veía a la gente tomando pinchos en un
bar. Así era más clásico.
Paco Roca: Sí, la primera versión de ese cartel era una imagen más impactante que
creo que se hubiese recordado más. Pero eso es cosa del cliente que, para el
cartel de un salón del cómic, pide un tipo determinado de ilustración. En
muchos casos es el atrevimiento que pueda tener el cliente para aceptar otro
tipo de cosas.
Manel
Fontdevila: Yo pienso que los carteles de un
salón del cómic los debería hacer un cartelista. Yo en lo más que sufro cuando
hago un tebeo es en la portada porque no sé hacerlas. A veces pienso que igual
la portada me la tendría que hacer un diseñador.
Monteys: ¿Pero tu crees que este es nuestro problema o es un problema
general en los dibujantes?
Manel
Fontdevila: Hay dibujantes multidisciplinares que
saben diseño, dibujo, cantan, bailan y lo que sea. Pero yo sólo sé dibujar
tebeos y el cartel me cuesta. Al final me di cuenta que si entras a dibujar
tebeos o a dibujar chistes es diferente. Y lo de hacer carteles es un oficio.
Paco Roca: Un autor puede ser muy bueno como autor de cómic pero no tiene por qué ser
un buen cartelista y fíjate que no digo ilustrador porque eso sí que está más
cerca del trabajo de un autor de cómic. Pero el trabajo de cartelista es otra
cosa. Es crear algo impactante, que te llame la atención y que te de un mensaje
muy claro. Ese concepto no tiene por qué coincidir con el oficio de autor de
cómic.
Javi
Rodriguez: en las revistas, a parte del editor, que es quien daba el aprobado, también había el director de arte. Esta figura,
a nivel profesional, desapareció. Todos los cambios que se hagan desde la
coherencia yo los entiendo. Eso me ocurrió en “El País” cuando me fichó
Fernando Gutierrez. Me podía gustar más o menos pero había una coherencia en
sus decisiones. Y yo con ese tío, que lo conocí a los 23 o 24 años, aprendí un
montón.
Manel
Fontdevila: es que cuando encuentras a alguien
que funciona aprendes cosas y el director de arte es necesario. Antes me tocaba
los huevos que alguien me dijera que la portada no estaba bien como yo la había
pensado pero con el tiempo vi que si el director de arte es bueno, su trabajo
te ayuda.
Javi
Rodriguez: Yo con este tío aprendí todo lo que no
había aprendido estudiando “artes y oficios”.
Gallardo: la diferencia entre trabajar en España o en Estados Unidos es que
allí te marcan mucho.
Monteys: el trabajo del editor y del director de arte es mucho más
profesional. A nivel de cómic y de editor.
Manel
Fontdevila: Es una cosa totalmente distinta
porque ahora con la crisis se les dice de todo.
Roser: Miguel, yo el otro día estaba viendo en tu Facebook todo eso que
has colgado últimamente sobre encargos para carteles publicitarios que al final
no han salido adelante y en cambio son trabajos magníficos, a mi parecer.
Gallardo: Es que no tiene nada que ver con la calidad.
Monteys: Lo que ocurre es que muchas veces no sabemos negociar cuando se
da el problema y entonces nos bloqueamos.
Gallardo: Es que aquí la ilustración está en el nivel más bajo que te
puedas imaginar de la historia de la ilustración.
Absence: ¿Y el cómic aún está más abajo?
Gallardo: Con el cómic pasa lo mismo que con los libros, que es un círculo
vicioso y muy pernicioso. Porque tú sacas un libro al mercado y ese libro al
cabo del mes murió, a no ser que seas Paco Roca.
Manel
Fontdevila: O Miguel Gallardo…
Gallardo: Mis libros mueren antes que los de Paco Roca seguro, exceptuando
“María y yo”, que es de 2007 y aún sigo tirando de ese libro.
Paco Roca: La verdad es que con estas cosas no sabes muy bien pero una gran parte es
cuestión de suerte. Lo que sí es cierto es que es más difícil vender de 0 a 5.000 ejemplares que de 5.000 a
50.000. Al llegar a un punto de ventas hay como un efecto dominó y es como una
pelota que empieza a moverse sola y que va generando las cosas. Y lo mismo
ocurre de modo personal... Cuánto más se habla de uno y cuánto más haces
consigues que la pelota se vaya haciendo grande y que se mueva por inercia ella
sola. Que hagas una entrevista en tal sitio y se vea en la otra parte del
mundo… Una vez llegas a ese punto todo funciona solo. Lo difícil es mantenerlo
siempre en movimiento porque tienes que estar continuamente generando cosas que
vayan sucediendo. Muchas veces también es cuestión de suerte, que va más allá
de la obra del autor.
Roser: Bueno… “Emotional World Tour” (que hicisteis Miguel y Paco) es
posterior a “Maria y yo”.
Gallardo: si pero fue mal. Para las editoriales ese libro era mal todo. Mal
título, mala portada… Todo fatal.
Monteys: Pero las editoriales eso no lo saben hasta que ya ha salido el
libro a la venta.
Gallardo: Teníamos que haber sacado a Paco Roca y Miguel Gallardo en la
portada viajando o dibujando.
Monteys: O ...
dibujando con María y el protagonista de Arrugas... Pero en el fondo nunca
sabes como va a funcionar un libro.
Paco Roca: Ahí es donde se demuestra que Miguel y yo estamos totalmente fuera de
saber cómo funciona el mundo editorial en cuestión mercantil. Resulta que se
nos ocurrió la genialidad de creer que si “Arrugas” había funcionado bien y
“María y yo” también, pues juntos deberían ser la bomba. En cambio las cosas no
fueron así. De todos los libros que hemos hecho es el que menos ha funcionado.
Roser: Qué lástima porque a mí me encanta. La primera vez que entrevisté a Miguel
ya me lo contó y me llevé una gran decepción porque estaba convencida que debía
ser un éxito porque yo lo encontraba maravilloso.
Paco Roca: pues fue un fracaso editorial para los dos. De todo lo que hemos hecho es
lo que menos se ha vendido y con diferencia. De hecho, todavía debemos el
adelanto. Pero fue una sorpresa para todos, incluso para Astiberri. Pero estoy
de acuerdo con Miguel y estoy muy contento de ese libro. Además disfrutamos
mucho haciéndolo.
Roser: Que lo hicisteis a gusto se nota y yo lo disfruté cantidad.
Paco Roca: además yo aprendí mucho. Miguel me parece el autor español que mejor
explora las fronteras del medio. Poder trabajar con él fue un placer y además
aprendí muchísimo. Primero a narrar de otra forma y a saltarme cosas con la
narrativa.
Gallardo: Lo que sí funciona con las editoriales es estar tú ahí… Ahora
están saldando muchos.
Manel
Fontdevila: ahora se distribuye por internet.
Monteys: Las ventas de
cómics por internet aún no son lo que tendrían que ser.
Gallardo: Lo más bueno es que en medio de todo eso surge la figura….
Monteys: ¡O surge el humor!
Gallardo: A veces te partes el pecho de risa... Bueno… Roser… ¿te hemos
dado suficiente material con la entrevista, no?
Roser: Bien… Yo diría que el resumen de lo de hoy es que tengo a cinco
entrevistados bastante contentos con la historia de sus carteles y a otros dos
que no están tan satisfechos.
Gallardo: No es sólo eso sino que es la unión de varias cosas...
Roser: Me habéis
contado muchas cosas, interesantísimas todas, que me han servido para entender
mejor el procedimiento para la elección del autor del cartel y lo que pasa por
vuestras cabezas cuando recibís tal encargo. Creo que ha sido estupendo
juntaros para que me contarais todas estas cosas que hemos estado hablando.