Llega Carlos Acevedo
a casa y nos trae los cuatro libros de “El butano popular” recién
salidos de la imprenta: Corazón conejo, Detrás de ti en el Museo delTraje, Creaciones Madrid y Mentiré si es necesario. Daniel Ausente,
feliz con los libros en sus manos, me mira y me dice …” Podrías hacerme una entrevista… Al fin y al cabo, el libro trata sobre
Barcelona”.
Unos días después, con el libro ya leído, me llevé a su autor
a cenar al paki (que quedó institucionalizado como el restaurante de las
entrevistas) y, entre pollo shalimar, cordero al
curry y una botella de vino salió esto:
Roser: Abro el
libro y la primera frase que leo es “Fui
mordido por un mono y picado por un escorpión”. Pues suerte que el bicho no
tenía veneno o no te hizo efecto. De lo contrario no te habría conocido.
Absence: Bueno,
no creo que los escorpiones del Garraf sean venenosos hasta ese punto. Como
mucho, podrías haberte casado con un manco.
Roser: Pues mira,
si fueses manco cobrarías invalidez y esas cosas a mi madre le gustan mucho…
Pero hablando de otra cosa… ¿No te da vergüenza que yo, tu esposa, lea las
historias que cuentas sobre tus rollitos de adolescencia? Que si le tocas las
tetas a la tal, le miras el culo a la cual o le das lengüetazos a fulanita…
Absence: Por eso
te puse la película esa, Scott Pilgrimvs. The world.
Además, tú también tenías tus ex ¿no?
Roser: Sí, pero
no me atrevería a contarlo en un libro. Por muy desvergonzada que sea, contar
cosas de esas sí que me dan un poco de apuro, sí…
Absence: ¿Y a ti
te molesta mucho que salgan mis novias de juventud?
Roser: No, en
absoluto. Me ha hecho reír. Pero por otra parte, hay algo que quiero saber y es
por qué no salgo en el libro. En cambio, nuestro hijo mayor sí que aparece.
Absence: No sales
porque cuando llegaste tú se acabó la tormenta…
Roser: Vaya, pues
ahora no sé si tengo que alegrarme o apenarme por no ser un personaje del
libro.
Absence: Creo que
no sales porque ya eres otra parte de la historia…
Roser: Sí, de
cuando aparezco con mi familia. ¿Y qué me dices de ellos? Te da para dedicarles
otro libro entero.
Absence: Sí, y si
“Mentiré si es necesario” está lleno
de fantasmas el otro podría ser muy terrorífico y gore. Podría titularse algo
así como “¡Espeluznante! Historias con mi
suegra”.
Roser: Por
cierto… Suerte que a mi madre no le gusta leer… Porque si alguna vez llega a
pillar el libro y lo lee puedes estar seguro que me obligará a divorciarme de
ti por drogadicto y mujeriego.
Absence: Al
principio a tu madre no le gustaba nada. De hecho, lo primero que me dijo fue “el anterior novio de mi hija era más guapo
que tú”.
Roser: Bueno, es
que era así. Lo que pasa es que tú me hacías reír más. Algo que es muy
importante para mí. Luego, mi madre descubrió que eras el hijo del “Tortilla”, que es como llamaban a tu
padre los chavales del barrio. Ella lo sabía porque, por esas cosas de la vida,
mi familia materna y tu familia paterna eran vecinas y mis tíos jugaban con tu
padre. Además, por ahí estaba tu abuela, que tuvo cuatro o cinco maridos porque
se le morían uno tras otro…
Absence: Sí… Pero
no se casó con todos. Con algunos se amancebó.
Roser: Y al morir
los enterraba a todos juntos. ¿Te imaginas por qué?
Absence: Supongo
que lo hacía para que hablaran de ella en el otro mundo y para pasear los
muertos por el pueblo….
Roser: A ver…
Explícate mejor.
Absence:Mi abuela
solo regresaba a para enterrar al nuevo muerto. Cuando se marchó del pueblo se
fue a vivir a Tarragona y luego a Barcelona, donde se quedó para siempre.
Roser: Volviendo
al tema de mi madre y, para que te vea con mejores ojos, siempre le puedo explicar
que desciendes del Senyor del Pallars
y que reclamarás el castillo que te pertenece.
Absence: Esto lo
cuento en el libro pero no aparece en ninguno de los textos del butano
publicados en la web. Es un añadido posterior. Llegados a este punto, debo decir
que todos los artículos que escogí para el libro los revisé a fondo y, algunos,
los modifiqué. Unos más que otros. Y eso del señor del Pallars viene de una
carta que recibió mi madre de un pariente lejano de mi abuelo Castany, que
también se apellidaba Erill y era del Pallars. En cambio, en el libro hablo de
los Castañé y lo hice por una película de Luís de Funes.
Roser: Sí, me
acuerdo que gritaba… “¡Castañéeeeee!”
Absence: Exacto,
y eso me hacía mucha gracia. De hecho, de pequeño, yo a Luís de Funes les
llamaba señor Castañé.
Roser: Ah, pues
yo pensaba que el cambio del apellido en el libro era para esconderos un poco.
Como casi a todos los que aparecen les pones nombres falsos…
Absence: Volviendo
a lo que te decía, ese pariente lejano de mi abuelo escribió a mi madre para
explicarle que los Erill descendían de los antiguos señores feudales del
Pallars.
Roser: Antes hablábamos
de que los nombres de los personajes del libro suelen ser falsos, aunque no
siempre es así. Pero… ¿No te da miedo que alguien lo lea, se reconozca y no le
guste lo que dices? Ten en cuenta que a veces cuentas cosas bastante gordas de
gente que, si lo lee, seguro que se va a reconocer.
Absence: Pero
sólo se reconocerían ellos. Además, la historia está ficcionada. De hecho, el
título ya lo dice todo… “Mentiré si es
necesario”.
Roser: Del piso
en el que vivías con tu madre y tu hermano me acuerdo de los porteros y su
hijo…
Absence: Esos ya
deben estar muertos. Los porteros eran mayores y su hijo llevaba una carrera
directa a una muerte temprana.
Roser: Y encima le
dejabas El Víbora… Se debería ver
identificado con El Niñato…
Absence: Seguro…
Y con Conan también
Roser: Además al
chaval le iba el tema OVNI
Absence: Sí, pero
eso es ya la decadencia.
Roser: Era un
quinqui perdido en un barrio pijo.
Absence: San
Gervasio, que es el barrio en el que vivía con mi madre, teóricamente es un
barrio pijo pero hay determinadas zonas del barrio que, hace 25 años, no eran
tan pijas como parece. En los alrededores del parque Monteroles había mucho quinqui suelto.
Roser: Cierto, a
mi no me dejaban ir a jugar allí.
Absence: Cruzando
el Missisipi, que era General Mitre, había un par de callejuelas con gente un
tanto rara. Pero bueno, que el hijo de los porteros era como el Vaquilla. Cuando pilló la hepatitis,
su madre me pidió que le prestara tebeos y le dejé Conan y el Víbora. Con eso
me gané su amistad para siempre.
Roser: Y tu pobre
madre… ¡Vaya susto se llevó al saber lo que hacías de chaval!
Absence: Hasta
hace poco lo que más palo me daba es que me leyera mi madre pero resulta que e
hace mucha gracia todo lo que explico sobre mi padre, mi abuelo y mis tíos. Ha
sido curioso que se haya asustado tanto con lo de las drogas. Se lo comentó a
mi hermano y él, como no ha leído el libro, le explicó más cosas que no
aparecen. Como que nuestro vecino, el pequeño de los Aguirre, guardaba bolsas
de droga en nuestra casa. Y claro, eso le puso los pelos de punta.
Roser: ¿Y ella
qué dice sobre que escribas acerca de sus parejas?
Absence: Le hace
gracia. Pero en el libro preferí quedarme con la parte importante, que es que mi
madre era una niña pija que se separó del marido, se quedó sin dinero y nos
sacó adelante.
Roser: Entre
tantas cosas raras que pasaban en tu familia, he flipado bastante con lo del
señor de Ghana y el inspector de policía amigos del novio de tu madre. Esos que
tenían algo que ver con el atraco al Banco Central… ¿Pero con qué gente os
juntabais?
Absence: Es una
historia muy rara que no he podido desentrañar del todo. Un buen día vinieron a
la casa de Sitges estos dos personajes. Uno era un tipo raro, ex guardia civil,
que explicaba unas historias que encantaban a mi abuelo. El otro, era un negro
enorme que nos dijo que era Ministro de Defensa de Ghana o algo así. Le caí
bien y decía que me llevaría a su país a estudiar inglés. Seguramente porque,
en algún momento, mi abuelo les diría “este
es un inútil. A ver qué hacéis con él…” Pues esos dos vinieron un par de
veces y luego dejaron de hacerlo. Luego, al cabo de un tiempo, supimos que
habían estado implicados en el asalto al Banco Central, aunque no sabemos cómo.
Roser: Cuando en “El butano popular” empezaste con la
sección de “El corro de la patata” ¿Pensabas
que acabarías contando, con pelos y señales, la historia de la familia Castañé?
Absence: No, que
va. Carlos Acevedo y Rubén Lardín me pidieron que escribiera sobre Barcelona y,
especialmente, sobre mi juventud en la Barcelona de los 80.
Roser: En teoría
tenías que ser la otra cara de Grace Morales, ¿no? Ella escribía sobre Madrid y
tú debías hacer lo mismo sobre Barcelona.
Absence: Exacto.
Lo que ocurre es que, poco a poco, en mis textos se fue colando mi familia.
Roser: Y al final
se metieron de lleno.
Absence: No tardó
mucho. Al final acabó saliendo todo por ahí: las historias de mi familia y mi juventud. Al acabar la
primera temporada del butano me di cuenta que todo lo que llevaba escrito
estaba cogiendo forma de libro y memoria autobiográfica. Además, exagerada. De
las que me gustan... A lo Hunter S. Thompson o Joe Matt. También vi que el
personaje de mi abuelo despertaba mucha simpatía y yo me fui guardando algunas
cartas, como su pasado en el cine, que luego fui explicando. Pero entonces yo
ya veía que tenía forma de libro y me lo fui tomando más en serio. Luego,
cuando me propusieron lo del libro, como tenían que ser 150 páginas, decidí
tirar por la parte autobiográfica que completé con tres capítulos nuevos y otro
que ya estaba pero que modifiqué mucho.
Roser: ¿Cuantas
temporadas lleváis del Butano en Internet?
Absence: Tres.
Roser: ¿Te
acuerdas de cuál fue el primero que escribiste?
Absence: Sí,
porque está publicado por orden cronológico en la web. Ese no está en el libro.
Fue Pedrín el maoísta e incluí un fragmento de ese texto en la primera versión del libro. Para
escribirlo, me puse a mirar quienes fueron los cronistas de Barcelona y al
final acabé haciendo una historia donde aparecían mi tía y mi madre. Era una
anécdota divertida pero que al final fue descartada por problemas de espacio.
Roser: Eso me
hace pensar que, al estar todos publicados en la red, la gente se puede
entretener buscando los artículos del libro y comparando los cambios que han
sufrido…
Absence: Cuando
dentro de cuarenta años me estudien en las universidades podrán cotejar la versión
vieja con la nueva y cosas así.
Roser: Otra de
las cosas que hacías de juventud era echar las cartas a las amigas veganas de
tu madre…
Absence: Me
aprendí las cartas del Tarot y las echaba a todas sus amigas, fueran vegetarianas
o no. Entonces yo tendría unos 14 o 16 años. Las cartas van bien porque te
estimulan la imaginación. Te dan una historia y, si tienes imaginación, la
compones. Por eso entiendo que haya escritores que las utilicen como recurso
para que le salgan historias. Philip K.
Dick utilizaba el Iching, que es
aquello de los palillos chinos, y Jodorowsky
las cartas del tarot.
Roser: A una de
ellas le dijiste que su marido le metía los cuernos y la liaste parda…
Absence: Encima
acerté. ¡Era verdad! Pero la historia era más larga porque luego esa señora se
lió con mi padre.
Roser: ¡Atiza!
Absence: Pero eso
ya fue cuando mis padres estaban separados.
Roser: Pues
aprovechando que sabes echar las cartas y estamos faltos de dinero quizá te
podrías dedicar un poco anunciándote como Chamán
Ausente. Igual ganarías más dinero que con los libros…
Absence: Pero yo
no soy un charlatán. Lo que sí podría es probar de utilizarlas para inventarme
historias.
Roser: Pero
conmigo no lo intentes.
Absence: Ahora ya
es tarde pero podría haberme dedicado a ello. Lo que ocurre es que, como cuento
en el libro, esos follan mucho y para ti no sería bueno.
Roser: Bien
pensado no me veo como esposa de Chamán. Por
otra parte, ahora que dices que follaban mucho… ¡Tu abuelo y tu padre…. Vaya
unos ellos! Suerte que tú no eres así. Eres un buen chico, creo.
Absence: Igual lo
que yo estaba era sepultado por la losa de esos dos machos alfa y ahora me los
he sacado de encima…
Roser: ¿Y qué me
dices de Pablito Calvo? Tu abuelo se
lo llevó a comer a casa una Navidad como quién se lleva a un pobre a la mesa y
tu madre y sus hermanos le hicieron la vida imposible.
Absence: Lo tuvieron en casa durante una Navidad
porque el niño estaba rodando una película en Barcelona y no tenía con quién
pasar las fiestas. Además, era una estrella. El protagonista de “Marcelino
pan y vino” y a mi madre y a sus hermanos eso no les cayó muy bien.
Imagínate la situación.
Roser: Por otra
parte, si algo queda claro en el libro es que la casa de tu abuelo es una
obsesión para ti. Sale una y otra vez.
Absence: Supongo
que es normal porque de pequeño iba mucho a esa casa. Era un piso enorme. Iba
todos los fines de semana y, entre semana, comía allí cada día porque tenía el
colegio al lado. Por tanto, uno de los recuerdos más fuertes que tengo de mi
infancia es ese. El de estar en una casa enorme,de diez habitaciones, y
recorrerla entera. Además estaba repleta de libros de ciencia ficción de mi tío
y revistas de todo tipo como Interviu, El Papus, Hermano Lobo… En fin, de todo.
Roser: Para
terminar con la entrevista sólo me queda una cosa por decirte muy importante para
mí y es que todos los hombres de tu familia, excepto tu abuelo, murieron a los
54 años. ¡Espero que tú me dures más!
Absence: Pues es
verdad… Pero muere mucha gente a esa edad. Yo creo que si superas los 56 ya
estás salvado y morirás de viejo. Morir a los 50 es por la mala vida… Además,
yo no te podré dejar una gran herencia, a no ser que este libro sea un bombazo
y nos dé mucho dinero.
Roser: Quién
sabe… Igual es un best seller.
Además, este es tu segundo libro en solitario.
Absence: Es
verdad, pero también es cierto que todos han salido acompañados. Es decir,
formando parte de un conjunto. Black super power iba en una caja con otros libros, la Black pulp box, aunque
ahora ha sido separado de la caja y se puede comprar individualmente. Y este, Mentiré
si es necesario, forma parte de un grupo de cuatro. Ahora bien, creo
que mi próximo libro va a ser en solitario y no va a tardar mucho.
Roser: Ahí queda
la cosa, ¿no?
Roser, hauries de fer una sèrie! Entrevista'l un cop cada més i tindràs la parròquia enganxada al blog. Hi ha moments continguts que fan l'entrevista més interessant. Continguts per part teva, vull dir. Segur que hauries volgut preguntar més (és el perill de saber bona part de les respostes a priori). Ah!, i està molt bé el joc de miralls: hi ha tant Ausente com Absenta!
ResponderEliminarHi ha moltes coses més que volia preguntar i em vaig aguantar, si! Tens rao. Potser en podriem fer una sèrie.
EliminarUna entrevista molt interessant, sobretot pels que hem gaudit del llibre i ens hem quedat amb moltes incògnites sobre la fina línia que separa ficció literària i realitat revisitada. Les fotos impagables pels que no vam conèixer el jove Sr. Ausente.
ResponderEliminarGràcies i m'alegra que t'hagi agradat el llibre. I dius que no vas conèixer al jove Sr. Ausente, però el d'ara el coneixes?
EliminarSi, fa uns anyets que compartim despatxos i alguna sala fosca. I fa més temps segur que vam coincidir en algun bareto de Platja d'Aro dels que explica al llibre.
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