Siempre cuento lo mismo y
seguro que me repito más que el ajo pero la historia es así. Resulta que hace
más de un año un par de blogueros entraron en contacto. Ambos, aficionados a la
fotografía y a descubrir los rincones más desconocidos de Barcelona, organizaron
una ruta con la intención de recoger imágenes de un semidiós – Hermes - muy
presente en la ciudad. En Grecia era el heraldo de los dioses. Hijo de Zeus y
medio hermano de Hércules, es considerado el cofundador de nuestra ciudad junto
a su hermano Hércules según la leyenda de la Barca Nona.
A esa ruta del 25 de marzo de 2012 fuimos un buen puñado de blogueros con muchas cosas en común.
Conectamos enseguida e hicimos buena amistad. Tanto, que decidimos
constituirnos como grupo bajo el nombre de “Cazadores de Hermes” y repetir la
experiencia que nos unió.
Ha pasado un año desde
entonces y nos hacía ilusión celebrarlo con nuestros seguidores. Así que la
mejor forma de hacerlo era con una nueva salida que mezclara elementos de
nuestras rutas anteriores. El resultado fue un éxito. En pocos días se agotaron
las reservas. Incluso sé que algunas personas se quedaron sin plaza y deberán
esperar a una segunda edición que celebraremos el próximo mes de junio. De eso
avisaremos con tiempo en la página de facebook.
Xavi (de las crónicas deThot) y servidora (ayudada por mi hijo en ocasiones) ejercimos de maestros de
ceremonia y podemos asegurar lo mucho que disfrutamos con ello e incluso los
días previos ultimando los detalles del circuito.
La cita era a las diez de
la mañana en Colón aunque los “Cazadores” ya habíamos quedado una hora antes
para tomarnos juntos un café y cambiar algunas impresiones. Hecho esto, nos
dirigimos al punto de encuentro para dar la bienvenida a los participantes e
iniciar la caminata. Esta vez mucho más corta que en ocasiones anteriores en
que acabábamos comiendo a las cinco de la tarde, exhaustos y muertos de hambre.
Nuestra primera parada
fue en la sede de la Autoridad Portuaria de Barcelona y antigua Aduana de la ciudad, ya que en lo alto de su fachada nos esperaba el
omnipresente Hermes. Aquí Xavi nos contó que hay un proyecto de recuperación de este edificio para destinarlo a eventos sociales.
Seguidamente cruzamos
Colón y enfilamos camino a la Rambla para detenernos ante lo que fue la antigua
fundición de cañones, que se ubicaba justo en frente de lo que un día fue el
huerto de los Hermanos Franciscanos, cuyo convento estaba muy cerca como
veremos después.
Este edificio de estilo
neoclásico, con Hermes en su fachada, fue erigido a finales del siglo XVII
aunque el semidiós no estaba ahí desde el principio sino que fue añadido
bastante más tarde por los hermanos Vallmitjana (en 1853).
Aquí no sólo se
construyeron cañones, sino también campanas (la famosa Tomasa de la Catedral)
tras prohibir Felipe V la construcción de artillería en Barcelona. Luego, ya en el siglo XIX el
inmueble pasó a otro uso. La sede del Banco de Barcelona hasta 1920, año en que
quebró. Luego, tras la guerra civil, pasó a manos del Ministerio de Defensa
para albergar diversas dependencias militares. La última, una farmacia militar
según nos informó un transeúnte que pasaba por allí y que nos aseguró
recordarla aún abierta.
También Xavi nos informó
que en él aún viven familias de militares y que ahora el edificio es propiedad
de la Generalitat de Catalunya. Lo adquirió en el año 2003 para trasladar la
sede del Institut Europeu de la Mediterrània, cosa que no se llegó a realizar.
Casi al lado de este
edificio encontramos el primer callejón enrejado. Se le conoce por el nombre
del cagar-hi, ya que eso es lo que hacían los barceloneses del siglo XIX
justo en ese lugar.
Y ya de aquí nos fuimos
al Passatge de la Banca en cuyo interior se encuentra el Museu de Cera deBarcelona con sus casi recién cumplidos 40 años de edad. Para celebrarlo, hace
unos días se me ocurrió entrevistar a Sem Pons, el jefe de comunicación del
museo, que me atendió estupendamente y me contó un sinfín de historias. Algunas
las conté en la ruta pero si tienen curiosidad por saberlas todas pueden
leerlas aquí.
Saliendo por el Passatge
del Comerç nos fuimos a parar a la calle Anselm Clavé hasta dar con el “Pasage de la Paz”.
Así, escrito con “g”, se supone que debido a la herencia del francés,
“passage”. Fue construido en 1825 para conmemorar el Convenio de Vergara que
puso fin a la primera guerra carlista en 1839.
Al salir del pasaje hay
una pequeña plaza con un nombre inventado (Plaça Papau) que no aparece en el
callejero y en la que hay unos cuantos símbolos de Hermes.
Luego nos dirigimos a la
Plaça Medinacelli donde también nos esperaban un par de relieves con las
cabezas aladas de Hermes sobre las puertas de dos edificios. Allí, en esa misma
plaza, se encontraba el antiguo convento de los Franciscanos que acabó siendo
pasto de las llamas el 25 de julio de 1835 por culpa de un grupo de
barceloneses que, enfurecidos por una mala tarde en los toros, se liaron a
quemar conventos.
Más Hermes encontramos en
la Plaça de la Mercè. Tres en concreto aunque uno de ellos estaba muy, pero que
muy escondido.
De ahí nos encaminamos
hacia la calle del Timó,
lugar donde se esconde la puerta que Jaume I autorizó a abrir (a través de la
muralla) para que los templarios pudieran entrar y salir de la ciudad sin
necesidad de tener que pasar por las puertas de la muralla.
Y en la calle del “Pou
Dolç” mi hijo Marc me pidió ser él quién explicara que justo allí, en la Edad
Media, el verdugo de la ciudad exponía y vendía ciertas partes del cuerpo de
los ajusticiados que él mismo había ejecutado.
Justo enfrente, en el
Passatge del Crèdit, aparece de nuevo un relieve de Hermes. El pasaje fue
construido entre 1875 y 1879 y aquí, en 1893, nació Joan Miró. En el número 4, que actualmente es el Hotel Rialto.
Luego, al pasar por el
Pasaje del Reloj (ahora sí bien escrito con “j”) nos fijamos en el gran reloj
de la sede de ICV, seguramente un homenaje al antiguo reloj que marcaba las
horas de las capitales mundiales más importantes y que se encontraba en este
mismo lugar.
El final de la ruta se
acercaba y, pasando por la calle Ferran nos dirigimos a la calle del Beat Simó
de Rojas. Una pequeña calle enrejada que va a parar a la iglesia de Sant Jaume.
Existen dos versiones sobre el tal Simón de Rojas. Una dice que es un monje
trinitario del siglo XVI mientras que la otra se refiere al origen judío del
fundador de la iglesia de la Trinidad, ubicada en este lugar antes que
estuviera la de Sant Jaume. Simón Sajor era su nombre que, curiosamente, es
“rojas” leído al revés.
Llegados a la Plaça Reial
dimos por concluida la salida, no sin antes haber visto las farolas de Gaudí y
echar un vistazo al Pasaje Bacardí con sus 14 relieves de Hermes.
Pero también durante nuestro paseo vimos muchas muestrar de arte urbano. Pero eso es otra historia que me guardo para una nueva entrada.
Me reafirmo en mis felicitaciones; una gran organización difícil de superar.
ResponderEliminarUn beso
Gracias Andrés. Lo cierto es que todo fue muy bien. Yo ya tengo ganas de repetir.
EliminarMuy bien.
ResponderEliminarSalut a todos los participantes.
A ver si te apuntas a la próxima
EliminarMuchas gracias Roser. Entre tu y Xavi hicisteis que fuera un aniversario de lujo muy difícil de superar.
ResponderEliminarPetó!
Jaja! Solo pretendíamos pasarlo bien con la gente que nos gusta
EliminarUna gran entrada, pero tambe una gran feina la que vau fer tu i el Xavi!
ResponderEliminarPetó!
Ei, no va ser tanta feina. A més, repartida entre dos sembla menys
EliminarFelicitats!!!
ResponderEliminarUna abraçada
Us vam trobar a faltar
EliminarGracias, Roser, por la dedicación al preparar la ruta! Super interesante! Y muy buena la publicación!
ResponderEliminarUn besote!!!
Gracias Mariana.
EliminarBesos
Un dia per recordar. Que be ho hem passat preparant la ruta!
ResponderEliminarEns tornem a posar en marxa pel juny! ;)
Petons!
Si, si, que hi ha gent que s'espera.
EliminarExcelente entrada que nos repasa un día estupendo en compañía de gente maravillosa. A pesar de que repetíamos rutas conseguisteis que pareciera diferente a las anteriores y volvimos a pasárnoslo en grande.
ResponderEliminarGracias por vuestro buen trabajo.
Besos y por muchos años!!!
Muchas gracias,Roser, por la organización de esta ruta para celebrar el primer aniversario. Lo pasamos estupendamente.
ResponderEliminarFue una idea genial unir los temas de las dos primeras rutas: Hermes y calles con rejas.
¡Hasta pronto!
Roser guapa, encara que hagi trigat uns dies, volia passar per donar-te un'altre vegada les gràcies pels relats tan interesants que ens vas oferir junt amb en Marc dels carrers enreixats, que bé que ens ho vam passar,molts petons. !fins aviat!
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