miércoles, 21 de enero de 2015

Ciutat Morta: desvelando las cosas que se hacen mal


Ayer  por fin vi Ciutat Morta. Hasta entonces, había oído y leído mucho sobre el asunto y, aun así, me ha parecido increíble todo lo que aquí se cuenta. De hecho, si todo esto es cierto será una de esas veces en que la realidad supera la ficción.

Financiado en parte gracias a un crowfunding realizado a través de Verkami, sus autores (Xavier Artigas y Xapo Ortega) consiguieron un total de 4.720 € (500 € más de los solicitados) que sirvió para sufragar los gastos del 10% del documental. Evidentemente, manejando unas cifras tan bajas, que nadie espere ver una gran película, de factura impecable y perfecta dirección artística. De hecho, no lo pretende. En realidad, lo que busca “Ciutat morta” es denunciar un caso muy grave, ocurrido hace 9 años, y del que se ha hecho todo lo posible para que no llegara a trascender.

Todo empieza con una rave masiva en un teatro abandonado (de titularidad municipal) en la calle Sant Pere més Baix la madrugada del 4 de febrero de 2006. Llega la Guardia Urbana - supongo que por quejas de los vecinos hartos de jolgorios cada fin de semana – y se lía todo. Cae un objeto contundente desde lo alto del edificio y le da de lleno a un guardia urbano que terminará en el hospital y en estado vegetativo. Mientras, un cúmulo de malas casualidades y negligencias se suceden una tras otra.



Primero, tres chavales  que pasaban por allí y daban el pego como okupas – llevaban rastas en el pelo - son detenidos en plena calle frente al teatro y acusados de arrojar el objeto contundente que hirió de gravedad al agente en cuestión. Y no contentos con ello, una vez en la comisaria de la Guardia Urbana, se ensañan tanto con ellos que, al final, acaban en urgencias del Hospital del Mar. Allí, una chica con aspecto fuera de lo común espera, junto a un amigo, a ser atendidos de una caída en bici. La Urbana, solo verla ya imagina lo peor. Alguien con una pinta así no puede hacer nada bueno por eso le requisan el móvil, se lo revisan y consideran que hay un mensaje sospechoso, suficiente para detenerlos a los dos y acabar varios años en prisión. Al final, ella se suicidó.



A partir de esa noche del 4 de febrero de 2006, tras las detenciones, empezó una sucesión de despropósitos consistente en malos tratos y negligencia empezando por la propia Urbana y continuando por los Mossos d’Esquadra, los Juzgados y hasta el propio ayuntamiento. Su responsable de Movilidad (Jordi Hereu) debería ser quien ordenó la limpieza de la calle Sant Pere més Baix tras los altercados, eliminando, con el camión de BCNeta,  toda prueba de la posible arma homicida. De todos modos, aunque Hereu era el responsable, nadie del ayuntamiento confirmó que la orden la diera él. De hecho, aunque la defensa lo pidió, no llegó a declarar en el juicio.


Y para acabarla de cagar, unos días antes de la emisión del documental en TVC (Canal 33),  un juzgado de Barcelona ordenó la supresión de 5 minutos de metraje porque vulneraba el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen del ex jefe de información de la Guardia Urbana, Víctor Gibanel. ¡Craso error! Parece que en los juzgados aún no conocen el poder de las redes sociales.

Xavier Trias, por su parte, el domingo respondía en Rac1 que no habría reapertura del caso, que no había visto el documental y que, además, estaba hecho desde el único punto de vista de los acusados. ¡Pues claro que es imparcial! Nadie del ayuntamiento ni la Guardia Urbana quiso participar cuando sus autores se lo propusieron.

De hecho, no sé qué me extraña si hace algunos años (quizá ese mismo 2006, no recuerdo bien) mis ancianos padres acabaron en el Juzgado por desacato a la autoridad. El único delito cometido por mi madre fue llamar “mort de gana” a un agente que increpó a mi padre por haber parado el coche en lugar prohibido para recoger a su señora, que tiene una invalidez reconocida del 65% y problemas de movilidad.


miércoles, 14 de enero de 2015

Charlie Hebdo


Hoy se cumple una semana del ataque a la sede de Charlie Hebdo en el que murieron doce personas y, entre ellas,  los dibujantes  “Charb” (su director), Wolinsky, Cabu y Tignous. No me extenderé en los hechos. No es necesario ya que  todos conocemos el final.

También hoy se ha publicado el primer número de la revista tras el atentado y, en Francia, se han agotado todos los ejemplares (un millón) en pocos minutos. Para su elaboración, la veintena de supervivientes al atentado se instalaron en un local proporcionado por el diario Liberation donde realizaron el número entero. La portada de "Luz", con un Mahoma trastornado por lo ocurrido, no podía ser otra.



En el resto del planeta, durante estos últimos 7 días, dibujantes e ilustradores compañeros de profesión de las víctimas han llenado viñetas con sentidas muestras de dolor, rabia e ironía y, aunque ya han dado la vuelta al mundo, no me he podido estar de recopilar unas cuantas en el blog. 

Orgulloy satisfacción rápidamente colgó en la red un número especial en solidaridad con las víctimas. Muy aconsejable su lectura y, en especial, la primera historia, de Manel Fontdevila. 



El mismo Fontdevila en eldiario.es, al día siguiente al atentado le pintaba esas orejas de burro a uno de los terroristas.


También se han sumado a los homenajes son Forges en El País, Kap en La Vanguardia, Paco Roca en el diario Las Provincias, Liniers y la revista Mongolia publicando sus viñetas, entre otros. Por su parte, Art Spiegelman habló claro al criticar la hipocresía de la prensa estadounidense al no publicar las caricaturas de Charlie Hebdo pese a defender  la libertad de expresión. 





Paco Roca


Gallardo inundaba las redes sociales. Primero con esta imagen tan contundente.


Luego, con ilustraciones críticas e irónicas sobre la clase política.




Los de “El jueves”, que ya tienen experiencia en eso de ver coartada su libertad de expresión, mostraban con esta viñeta la situación.


En el año 2007, la portada de Guillermo y Manel Fontdevila en que los entonces príncipes Felipe y Letizia practicaban sexo para procrear y cobrar los 2500 € del gobierno Zapatero fue secuestrada y aún sigue igual. Luego, la última portada de Fontdevila para la revista en que Don Juan Carlos le pasaba una corona de mierda a su hijo, propició la dimisión del autor y de una gran parte de colaboradores al verse autocensurados por su propia editorial.







sábado, 3 de enero de 2015

Qué pedir a los Reyes Magos

Llegada de los Reyes a Barcelona el 5/1/70
Fotografías de Pérez de Rozas
Cada año por estas fechas suelo escribir un post muy similar a este con los libros y cómics que más me han gustado del año, los que aún tengo por leer y los que me faltan y voy a pedir a los Reyes Magos. Además, como novedad añadiré un par de juegos que esta Navidad nos trajo Santa Claus y que a mis hijos les encantan.

Empezando por mis lecturas favoritas, me doy cuenta que en el 2014 he leído mucho cómic y que Murderabilia (Álvaro Ortiz), Las Meninas (Santiago Garcia y Javier Olivares) y La mujer rebelde – la historia de Margaret Sanger  (Peter Bagge) encabezan mis preferencias. Sin contar, por supuesto, con la primera novela de Daniel Ausente, Mataré a vuestros muertos.

De “Murderabilia” hablé largo y tendido con su autor, en esta entrevista que le hice cuando vino a presentar el cómic hace menos de un mes. Como ya dije entonces, es una historia que me enganchó, sorprendió y me hizo reír cantidad. Recomendable 100 %.



Con “La mujer rebelde” y “Las Meninas” disfruté tanto como en la anterior, con la única diferencia que ahí nadie me oyó soltar carcajadas ni tampoco exclamaciones del tipo “¡pero qué bestia es metiendo esas cosas!” ya que las vidas de Velázquez y de Margaret Sanger no son cosa de risa. Ella, pionera en la defensa de los derechos de la mujer y la planificación familiar a principios del siglo XX en los Estados Unidos, se vio obligada a marcharse a Europa donde entró en contacto con personas afines a sus creencias gracias a las cuales ahora podemos decidir en qué momento de nuestras vidas vamos a ser madres. Cosa impensable antiguamente.


“Las meninas”, por su parte, es una especie de biografía de Velázquez y digo “especie” porque no es una biografía exhaustiva y al uso ya que, aunque aparecen detalles importantes de su vida, no es eso lo que más importe. Además, el dibujo de Javier Olivares es excepcional.



Mataré a vuestros muertos, es otro buen regalo para pedir si en Gigamesh no han agotado las existencias. De hecho, lleva ya dos meses entre los más vendidos y, por lo que he podido saber, si no corréis a por él, igual hasta os quedáis sin.



Entre mis lecturas pendientes en cómic hay Viñetas de vida. El resultado de un proyecto de Oxfam Intermón que ha contado con la participación de muchos de mis autores favoritos: Paco Roca, Miguel Gallardo, Sonia Pulido, Álvaro Ortíz, Isabel Cebrán, David Rubín, Cristina Durán, Miguel A. Giner, Antonia Santolaya y Enrique Flores. Cada uno de ellos ha viajado a un país distinto de Latinoamérica, África y Asia para indagar cómo han afectado los recortes en ayuda oficial al desarrollo y cómo se las apañan para vivir. Todo esto quedó recogido en sus respectivos cuadernos de viajes y que ahora conforman este libro editado por Astiberri,  cuyos beneficios se destinarán a proyectos de cooperación de Oxfam Intermon.  Por tanto, un regalo excelente.



Sobre mi mesa de noche, al lado de “Viñetas de vida”, también está Tots els meus carrers”  de Xavier Theros, el libro que acaba de publicar a modo de pseudo biografía a través de las calles del barrio de Sants, donde nació.



Finalmente, mi petición a los Reyes Magos es Barcelona 1912 – El caso Enriqueta Martí, de Jordi Corominas,  un estudio exhaustivo sobre el caso y donde desmonta la leyenda de La Vampira del Raval.

 
Y, para terminar, no me puedo olvidar de los dos juegos con los que hemos pasado todas las fiestas de Navidad: "Munchkin" y "Story Cubes". Ambos, medio juegos de rol pero sin llegar a serlo, nos han proporcionado tardes de risas. "Munchkin" matando monstruos y robando tesoros con las cartas que te van saliendo.


 "Story Cubes",  en cambio, te obliga a inventar historias tras lanzar los 9 dados (de los que el juego se compone) marcados con distintos objetos y personajes. Absencita aún se ríe cuando se acuerda de la historia que me inventé con los dados niño triste, cucaracha, varita mágica, oveja.