sábado, 31 de marzo de 2012

El parking que fue un convento


Desde que me mudé a vivir a Ciutat Vella, hace ya diez años, que guardo mi coche en el parking del número 31 de las Ramblas. A los pocos días de entrar y salir de él me percaté que era un lugar especial ya que en la planta del sótano había unas columnas con unos capiteles muy raros para un parking. Mas bien parecían los de una iglesia o convento de los que tanto abundaban en el siglo XVIII y que fueron desapareciendo por la afición de los barceloneses a hacer hogueras de ellos.





Movida por la curiosidad, pregunté a los vigilantes del parking si sabían algo del pasado de ese edificio. La respuesta que recibí era la esperada. Me dijeron que antiguamente había sido un convento (según parece, de monjas) y se decía que por su interior había unos pasadizos secretos que conectaban con el convento vecino, de monjes. Lo que no he podido determinar es cual de los numerosos conventos de las Ramblas había sido.
Actualmente, el parking está ubicado a la derecha de las Ramblas si venimos bajando desde Plaza Cataluña. En este lado estaban el Convento de Sant Josep (en el actual mercado de la Boquería), el de los Trinitarios Descalzos (en el teatro del Liceu) y el de los Agustinos Descalzos, también conocido como de Santa Mónica (en el Centre d’Art Santa Mónica), ya al final de las Ramblas. En cambio, no queda nada documentado de este antiguo convento que, hasta hoy, ha sido un parking. Y digo esto porque hoy, 31 de marzo de 2012, el parking cierra sus puertas, los trabajadores se quedan en paro y los usuarios nos quedamos sin lugar donde aparcar nuestros coches. Además, yo me quedo con la sensación que se cierra una parte de la historia de mi ciudad que muy pocas personas conocen y por eso he querido dedicarle esta entrada en el blog.

Si alguno de ustedes siente la curiosidad de verlo pueden acercarse hoy y echarle un vistazo, ya que a partir de mañana los restos del antiguo convento quedarán ocultos tras la puerta del parking clausurado.


jueves, 29 de marzo de 2012

29-M Barcelona en pie de guerra

La entrada de hoy no es sobre hechos del pasado de mi ciudad sino del presente. Exactamente de hoy mismo y de hace tan solo unos minutos.

Acabo de llegar de la manifestación contra la reforma laboral y todo transcurría con total normalidad hasta que, a la altura de Pau Clarís con Caspe, nos hemos encontrado a los Mossos d'Esquadra armados y equipados con máscaras de gas a punto para cargar. He tenido el tiempo justo de hacer 4 fotos y salir pitando de allí ya que se veía con claridad lo que estaba a punto de suceder.

Al llegar a casa he sabido que los Mossos han cargado contra los manifestantes con balas de goma y gases lacrimógenos. Les dejo con las fotos que he podido tomar poco antes del ataque.




martes, 27 de marzo de 2012

La cacería de Hermes



El pasado domingo 25 de marzo participé en una salida por Barcelona que consistía en “cazar” imágenes de Hermes, el semidiós griego hijo de Zeus y medio hermano de Hércules, protector del comercio. La  iniciativa partió de los blogueros @lamevaBCN lamevabcn.blogspot.com.es/ y @veodigital veodigital.blogspot.com.es/ y fue todo un éxito. Nos lo pasamos genial buscando entre las fachadas del Eixample y capturando con nuestras cámaras todas la representaciones que veíamos. La verdad es que jamás imaginé que en mi ciudad hubiese un número tan grande de ellas. Desde entonces que cada vez que salgo a la calle tengo el vicio de caminar mirando al cielo por si acaso descubro otros Hermes pendientes de fotografiar. Y ya he encontrado uno en la fachada principal de la Escuela de Artes y oficios la Llotja (en la plaza de la Verónica)

Este es el que encontré al día siguiente
La quedada también me sirvió para conocer a otras personas con las que comparto afición y a las que, hasta ahora, solo conocía virtualmente por via de twitter y de sus blogs.

La salida fue tan agradable que acordamos que no sería la única y nos hemos propuesto repetir quedada bloguera en la que trataremos otro tema. Además, mi hijo Absencito disfrutó tanto con la experiencia  que me lió para ser yo la organitzadora de la próxima salida. Y ahí estoy, manos a la obra, pensando en una nueva cacería.

Para terminar les dejo con una selección de las fotografias realizadas durante la salida.









sábado, 24 de marzo de 2012

Pequeñas calles con rejas (I)


Cuando el otro día escribía el post de Perot lo Lladre caí en la cuenta que el centro de Barcelona está lleno de pequeñas calles cerradas con verjas y me pareció una buena idea reflejarlo en el blog a medida que me fuera topando con ellas.

Com ya he dicho, la que me dio la idea fue la calle de Perot lo Lladre, que ya quedó suficientemente explicada en el post correspondiente.

Calle de Perot lo Lladre
Las siguientes que encontré fueron la del “cagar-hi” y la de “las moscas”. Aunque por sus nombres parece que tengan que estar relacionadas no lo están ni tampoco se encuentran una junto a la otra. Una está en las Ramblas y la otra en el Born.

Por la del “cagar-hi” paso a diario al volver a casa después del trabajo. Es un callejón cerrado, actualmente sin nombre y escondido al final de las Ramblas. La verdad es que no supe como le llamaban hasta que leí la “Nueva guia secreta de Barcelona” de José Maria Carandell. Allí explica que este rincón era el lugar escogido por los barceloneses del siglo XIX para hacer sus necesidades aunque en sus casas dispusieran, casi todos, de comuna para dichos menesteres.

Esta era la calle del Cagar-hi

Acudí  a la calle de las moscas porque es conocida como la calle más estrecha de la ciudad y ciertamente creo que lo es. A l menos aún no he encontrado una calle más delgada que ésta. Se encuentra en el barrio del Born, entre Montcada y Flassaders y de ella se cuentan muchas cosas. La primera es el orígen de su nombre. Según parece, se llama así porque allí estaban los  almacenes que guardaban la comida sobrante del mercado del Born y por eso siempre estaba llena de moscas.

Foto antigua del interior de la calle de las moscas

Otra historia es que antiguamente se escondían los ladrones que eran perseguidos por coches patrulla. Esto obligaba a la policía a tener que abandonar el vehículo y continuar la persecución a pie. Lo que daba algo de ventaja al ladrón en la persecución.

Acceso a la Calle de las moscas desde la calle Montcada
 

Acceso a la calle de las moscas desde Flassaders
También se dice que aquí acudían las parejas con ganas de sexo y por eso se decía que “al carrer de les mosques hi ha funció a les fosques” (en la calle de la moscas hay función a oscuras). Además, resulta que muy cerca debía haber un prostíbulo porque en la esquina con Flassaders hay una cabeza de piedra que indica que en su momento allí había uno. Pero este es otro tema del que ya hablaré otro día. 

El papamoscas, la cabeza indicadora de la existencia de un burdel

Siempre que he pasado por esta calle la he visto con la verja cerrada y no he podido ver la chimenea de la fábrica La Seca, que se encargaba de acuñar monedas desde el siglo XIII, aunque las primeras noticias documentadas de dicha fábrica son de 1441. La chimenea solo es visible desde el interior de la calle pero la fachada principal de la fábrica se encuentra en el número 40 de la calle Flassaders y es reconocible porque tener un gran arco con un escudo Real de los borbones.

Fachada principal de la Seca (Flassaders, 40)

Ser empleado de la Seca era un trabajo privilegiado ya que solo se accedía al cargo por línea herditaria (es decir por enchufe de la família) o por la concesión de una gracia real, como se hacía con los títulos nobiliarios.

La fábrica estuvo acuñando moneda hasta el momento de la invasión borbónica en la Guerra de Sucesión. Fue entonces cuando se restauró el edificio y se colocó el escudo de los borbones en la fachada principal. Pero estas reformas sirvieron de muy poco ya que entonces Cataluña dejó de tener moneda propia y Felipe V ordenó cerrar la fábrica en 1717. Pero un siglo más tarde, en 1808, la fábrica volvió a la actividad con la invasión francesa y siguió acuñando monedas hasta que fue cerrada en 1849.

martes, 20 de marzo de 2012

Cuando Cervantes vivía en Barcelona


Según indica el rótulo de la foto, este edificio del número 2 del Pg Colom fue la vivienda de Cervantes durante su estancia en Barcelona. Lo que no puedo decir con exactitud es cuando se estableció en la ciudad, ya que se barajan dos fechas distintas alejadas en el tiempo. Hay quien dice que llegó en 1569, con sólo 20 años. A esa edad, Miguel de Cervantes era un joven muy osado que habría llegado a Barcelona huyendo de la justicia tras un duelo con espada en el que hirió gravemente a un tal Antonio Sigura. Si hacemos caso a esta teoría, Cervantes estaría unos meses en la ciudad esperando la llegada de un barco que lo llevaría a Italia, ya que en diciembre del mismo año ya se encontraba en Roma y resultaría que habría vivido en Barcelona unos 40 años antes de la publicación de la 2ª parte del Quijote, cuyos capítulos 60 y 61 suceden aquí.

Edificio del Pg Colom donde se dice que vivió Cervantes
La otra fecha posible de llegada es 1610. 5 años antes de la publicación de la 2ª parte del libro. A favor de esta teoría tenemos la descripción tan detallada de la ciudad. Y una cosa que me llama la atención es que Barcelona es la única ciudad que aparece en la novela y que los personajes y los hechos que se relatan son todos (o casi todos) reales: el bandolero Roque Rocaguinarda que lo acompaña a la ciudad y el señor Antonio Moreno que lo acoge en su casa, posiblemente ubicada en el carrer Ample. En cambio, el resto de la novela es toda ficción.

A propósito de la parte en que aparece el señor Antonio Moreno, debo decir que el hombre es un bromista y que engaña a sus invitados presentándoles una supuesta  cabeza parlante de bronce que responde todas las preguntas que le formulen. Don Quijote y Sancho Panza quedan tan impresionados que al final el señor Moreno se ve obligado a confesar que tiene truco y que es mejor abandonar el juego ya que la Inquisición se podría enterar.

la cabeza parlante según grabado de Gustave Doré
También es real la imprenta que visitan el Quijote y Sancho al día siguiente. Era la imprenta de Sebastián de Cormellas que se encontraba en el número 14 del carrer del Call. E igualmente verdadero es el episodio que relata el ataque de unos piratas argelinos a una de las galeras que defendían la ciudad durante el cual murieron dos tripulantes de la galera de Barcelona.  Existe constancia que este enfrentamiento real tuvo lugar en 1610.

Fachada de la Imprenta Cormellas, en la calle del Call desde 1591

jueves, 15 de marzo de 2012

Un bandolero del S. XVII llamado Perot Rocaguinarda

Grabado con la imagen de Perot lo lladre
Perot lo lladre era un bandolero catalán del siglo XVII nacido en Oristà (en la comarca de Osona). Actualmente, cuando pensamos en bandoleros nos viene a la mente la imagen de Curro Jiménez; ese bandolero, del siglo XIX, que no existió en realidad sino que fue un personaje de ficción basado en la vida de un andaluz que se llamaba Andrés López.

Sancho Gracia como Curro Jiménez

Perot Rocaguinarda (ese era su nombre verdadero) vivió 200 años antes que Andrés López y fue coetáneo de otro famoso bandolero catalán: Joan de Serrallonga, más famoso que Perot lo Lladre por la forma en que fue detenido, procesado y cruelmente torturado hasta morir en el año 1634. En cambio, Perot Rocaguinarda jamás fue torturado ni nada parecido pero sí que fue muy buscado por la justicia.

En el siglo XVII los bandoleros de la época se agrupaban en dos bandos distintos y enfrentados: los Nyerros y los Cadells. Perot formaba parte de los Nyerros, que eran bandoleros y campesinos de clase media que defendían los territorios de la pequeña nobleza, mientras que los Cadells defendían la alta nobleza.

Como todo bandolero que se precie, siempre iba acompañado de su cuadrilla que estaba formada por Joan Gili “Janot”, Jaume Alboquers “l’escolanet de Polinyà” y Gabriel Galí “Barceló”. Juntos atemorizaron buena parte de Catalunya entre los años 1603 y 1611. De hecho, en 1610 se plantó en Vic con 200 hombres, asedió la ciudad y mató a sus perseguidores.

Ese mismo año, el duque de Monteleone solicitó un indulto para el bandolero que fue denegado. Perot hacía tiempo que prefería ese indulto a tener que ir a servir al rey y el duque lo sabía. Por eso pidió el indulto. Tiempo después, el arzobisbo de Tortosa (Pedro de Manrique) fue quien consiguió el perdón del bandolero con la condición que marchase a Nápoles, con su tropa, para servir al rey. Allí terminó haciendo lo mismo que en Cataluña pero al servicio de la monarquía; es decir, robar, saquear y  matar por orden real hasta su muerte, en 1635.

El bandorelo Perot lo Lladre aparece en el Quijote de Cervantes con el nombre de Roque Guinarte. Lo hace en la segunda parte de la novela, en los capítulos 60 y 61 donde se cuenta la llegada de Don Quijote a Barcelona y su encuentro con los bandoleros catalanes. Una parte muy distinta al resto ya que lo que aquí se cuenta son hechos reales mientras el resto de la historia es pura fantasía. En la novela, Roque Guinarte acompaña a Don Quijote y Sancho Panza a la ciudad y escribe a sus amigos de Barcelona pidiendo ayuda para el caballero y su escudero.

Entrada de Don Quijote en Barcelona


Don Quijote en Barcelona

En Barcelona hay una pequeña calle que lleva su nombre. Es un callejón cerrado con verja muy cercano a la Plaça del Pi. Según parece, cuando Perot visitaba Barcelona se alojaba en un par de palacios propiedad de las familias Pinós y Maldá, que se encontraban justo en ese enclave y por eso el callejón lleva su nombre.

Carrer de Perot lo Lladre




Galerias Maldá, ubicadas en el antiguo palacio del mismo nombre

También hay una leyenda que relaciona la Iglesia del Pi con Perot lo Lladre. Según la historia, hubo un sacerdote de esta iglesia que una vez hizo una misa sin la ayuda de monaguillo. Por lo que parece, esta falta era un pecado bastante grave y cuando el sacerdote murió fue castigado a vagar por el Purgatorio, de donde no podría salir a no ser que realizase una nueva misa con la ayuda de un monaguillo. Por eso, cada medianoche, el fantasma del sacerdote se aparecía ante el altar mayor de la iglesia y repetía tres veces seguidas la siguiente frase: "¿Quíén me ayudará?"


Cada noche se repetía la misma historia. Llegaba el fantasma, se aposentaba ante el altar mayor y pronunciaba la misma frase tres veces seguidas con voz llorosa. La gente del barrio empezó a tener miedo y a encerrarse en casa en cuanto oscurecía para evitar toparse con el fantasma. Una de esas noches, Perot lo Lladre se metió en la iglesia para esconderse de sus perseguidores sin saber que allí había un fantasma. Apareció a las doce en punto y, como cada noche, pidió ayuda. Perot, al oirlo respondió de inmediato: "¡Yo os ayudaré!".

Dicho esto, fantasma y bandolero se pusieron juntos a celebrar la misa. Cuando acabaron, el sacerdote bendijo al bandolero y le dijo “Que Dios te lo pague y te haga bueno”. Luego el fantasma se fue al cielo ya que al celebrar la misa con un ayudante pudo salir del Purgatorio. Y Dios recompensó a Perot por su buena obra y lo transformó en un hombre de bien dejando la vida de ladrón y salteador.

Interior de la Iglesia del Pi, lugar donde aparecía el fantasma del sacerdote

jueves, 8 de marzo de 2012

¡Feliz 120 cumpleaños, zoo!

La familia ausente solemos visitar varias veces al año las instalaciones del zoo de Barcelona ya que a nuestros hijos le encanta ver los animales. Es más, Absencito es un experto en primates, animales de granja, reptiles, aves, etc ya que una o dos veces al año se pasa una semana entera en el casal infantil.

Pero no es del zoo actual de lo que hoy quiero hablar sino del zoo que se inauguró el 24 de septiembre de 1892,  en los terrenos que quedaron libres tras la Exposición Universal de 1888, gracias a la donación de la colección de animales exóticos propiedad del señor Lluís Martí Codolar. 

Extracto del artículo que escribió Francesc Darder para la inauguración del zoo
 El señor Codolar era un excéntrico burgués de Barcelona amigo del marqués de Comillas. De su vida laboral hay que destacar que fue el socio fundador de la Cámara de Comercio, Indústria y Navegación (1886) y, que participó en las primeras compañías eléctricas y de telefonía. Pero lo más interesante de este hombre era su afición a los animales exóticos. Tenía muchos y vivía con ellos en una gran finca, denominada La Granja Vella, en la zona de la Vall d’Hebron (exactamente en la Avda. del Cardenal Vidal i Barraquer, 8-12).

Edificio de la Granja Vella, en la actualidad
Esta rara afición le sobrevino a la edad de 22 años - en 1865 - y para llevarla a cabo contactó con Francesc Darder (fundador del Museu Darder de Banyoles, el del negro disecado) que le ayudó a montar un pequeño zoo en casa.

Con los años, la colección de animales que vivía en el jardín de su casa creció hasta llegar a ser  163. En total, 41 mamíferos, 120 aves y 2 reptiles. Llegados a este punto, la economía familiar entro en quiebra (no se si por problemas laborales o por el elevado gasto que suponía el cuidado y alimentación de los animales) y el señor Codolar y su esposa tuvieron que vender al Ayuntamiento su adorada colección por 30.000 pesetas. Eso ocurrió en el mes de abril de 1892 y el 24 de septiembre del mismo año se inauguró el zoo de Barcelona en el mismo lugar donde sigue ahora.

el dromedario de Martí Codolar   

la jirafa en la Granja Vella. Parece que murió antes de poder ir al nuevo zoo
 Según parece, en el zoológico de la Ciutadella, el más popular de los animales procedentes de la Granja Vella era el elefante de la Índia. Se llamaba “Baby” porque cuando llegó a Barcelona era aún un bebé. Pero en el nuevo zoo ya era un adulto de 19 años y el público le cambió el nombre anglosajón por otro catalán: “Avi”. La fama de este animal fue tan grande que hasta se conserva su esqueleto en el Museo de Zoología. 

El elefante "Baby" - "Avi"
En un principio, la Granja Vella era una propiedad de los monjes jerónimos que pasó a manos privadas y fue pasando de una familia burguesa a otra hasta llegar a los Martí Codolar. Estos fueron los últimos propietarios privados de la finca ya que, a su muerte, la cedieron de nuevo a la iglesia tal y como estaba dispuesto en su testamento. Aunque esta vez se la quedaron los salesianos por la amistad que el matrimonio tenía con San Juan Bosco.

Actualmente, tanto el edificio como el jardín que lo rodea se pueden visitar, aunque no está abierto al público todos los días. Pero si hay suerte y se consigue entrar aún se pueden ver las jaulas vacías en las que vivían los animales de Lluís Martí Codolar.

La pareja de avestruces de la Granja Vella
Esta foto de las avestruces y las de los otros animales las he encontrado en un blog muy interesante que se llama http://barcelonaespoderosa.blogspot.es/

viernes, 2 de marzo de 2012

La casa encantada del Call




 A menudo paseo por el barrio judío de Barcelona (el call) y siempre que paso ante la casa de la calle Arc de Sant Ramon, número 8, siento un escalofrío que me recorre el cuerpo. Será porque es un edificio abandonado del que se dice que está encantado.

Hace poco me encontré en la puerta del edificio a un nutrido grupo de turistas orientales que escuchaban muy atentos las explicaciones de un guía. Aunque no entiendo chino, japonés ni koreano supuse que el guía estaba relatando la historia de esta casa encantada que un día leí en “Historias de fantasmas” de Sylvia Lagarda-Mata y que se quedó grabada en mi memoria. Además, como a mi hijo Absencito y sus amigos le encantan las historias de fantasmas, una tarde al salir de colegio los llevé a la casa y les conté el motivo del encantamiento. Después de eso me consta que alguna niña tuvo problemas para conciliar el sueño.



La cuestión es que en esta casa gótica (la más antigua de la ciudad) vivía un rabino con conocimientos de brujería que trabajaba tanto para cristianos como para judíos y que se ganaba un buen sueldo con sus servicios. Este hombre tenía una hija de bandera que se la disputaban judíos y cristianos. De todos esos pretendientes, la chica escogió un cristiano guapo y rico aún sabiendo que su amor era imposible. Después de un tiempo tonteando, la chica guapa le pidió al cristiano que se atreviera a hablar con su padre y la pidiera en matrimonio. El muchacho, sabiendo que la respuesta sería un NO rotundo, le sugirió que quizá sería mejor ser sólo amantes. Esta vez, la que dijo NO fue ella y le dio con las  puerta en los morros con la intención de no verlo más.

A partir de entonces, el amor del chico se fue convirtiendo en un odio tan fuerte que se planteó matarla. Y así lo hizo, urdiendo un plan maléfico. Aprovechando que el padre de la chica era experto en pócimas brujeriles, una noche le encargó la preparación de un veneno muy potente que proporcionase una muerte lenta y dolosa. Además, tenía que ser un veneno muy sutil, que pareciera un regalo y no lo que en realidad era. El rabino recibió por el trabajo seis bolsones de oro y a cambio entregó al muchacho una rosa preciosa, rociada con un ungüento que al olerlo una sola vez producía una muerte irreversible tras terribles sufrimientos.

Esa noche, el chico llamó a la ventana de la guapa judía para decirle lo arrepentido que estaba de no haber querido casarse con ella y jurarle que a la mañana siguiente correría a ver a su padre para pedirla en matrimonio. Todo mentira, por supuesto. La chica lo creyó y aceptó de buena gana la rosa que su “prometido” le entregó. Pero en cuanto acercó la nariz a la flor, cayó al suelo presa de terroríficos dolores.

Al día siguiente, el rabino, al ver que su hija tardaba en levantarse se acercó a su habitación para despertarla y su sorpresa fue encontrar a la chica agonizando en el suelo con la rosa entre sus manos. Inmediatamente entendió lo sucedido. Él mismo, sin saberlo, había preparado la muerte de su única hija y ninguno de sus conocimientos de magia podían evitarle la muerte.

Cuando al final la chica murió, el rabino decidió abandonar la casa y la ciudad. Pero antes de irse lanzó una maldición sobre su casa para que nadie pudiera volver a vivir en ella sin sufrir grandes desgracias. Desde entonces está abandonada y el ejemplo de que aún sigue igual el 1 de marzo de 2012 son estas fotos que les adjunto.


Esta misma mañana, al volver de hacer la compra semanal, he ido un momento a visitar la casa para comprobar este detalle:

Esta inscripción en hebreo está en la fachada principal del edicio
 En la fachada principal del edifcio se halla esta inscripción en hebreo, cuya traducción al castellano es la siguiente: "el santo rabino Samuel Araseri, nunca se acabe su vida, año 692, se halló con otros restos del tiempo de los judíos en esta casa levantada sobre las ruinas de la que fundó Santo Domingo. ____ Año 1826". Así que, por lo que parece, el rabino no huyó de la ciudad sinó que murió en su casa.