Hará
cosa de un mes que tuve la suerte y el privilegio de
poder visitar la casa taller de Pepe Otal gracias a
Xavi, amigo y compañero de “Cazadores de Hermes” y autor del blog Las Crónicas de Thot. En tiempos pasados, su hermana
Marta había sido la encargada del desaparecido Teatre
Malic, al que Pepe Otal
estuvo muy vinculado desde su fundación en 1984. Razón por la cual mantienen la
amistad con Pedro Nares, director del documental “Pepe Otal. El viaje infinito” y persona
también relacionada con el desaparecido teatro.
Xavi,
sabiendo de mi afición a títeres y autómatas, me informó de la posibilidad de
acudir con Pedro Nares a visitar el local, hoy en día
en manos de la Asociación Cultural “Casa-Taller de marionetas de Pepe Otal”, desde que murió en el año 2007.
Pedro
nos abrió las puertas del taller y nos atendió de forma excelente contándonos un
montón de historias fascinantes sobre la vida de este artista que siempre
trabajó pensando en un público adulto. Él nos habló de los miles de oficios que
probó antes de dar con el maestro Tozer en el Institut del Teatre. Fue marinero,
torero y boxeador, por decir algunos. Pero también hablamos de su estrecha
relación con la muerte, muy presente en todas sus obras y que ya venía de lejos.
De hecho, su compañero de andaduras Pep Gómez recuerda
haberlo visto en la Rambla en los años 70 haciendo de esqueleto, según cuenta en
esta entrevista concedida a Toni Rumbau, el fundador del TeatreMalic.
Sobre
la muerte, Pepe Otal decía que tratándola directamente
conseguía que le resultara menos extraña. Un raro interés que está muy presente
en el taller, con cráneos y esqueletos por todas partes más un ataúd que utilizó
en una de sus obras y del que decía que, cuando muriera, quería ser enterrado en
su interior. Cosa que al final no se cumplió y el féretro sigue ahí, vacío en el
taller del Raval.
Entre
las muchas marionetas que hay repartidas por el local me llamaron la atención
los personajes de Makoki y la basca (de Gallardo y Mediavilla) transformados en
títeres para el espectáculo “Makoki chow”, estrenado en 1988 en el Teatro Malic, con guión de Felipe Borrayo. Esa obra, provocadora y transgresora, gustó tanto y
tuvo tanto éxito que llegó a ser representada en Berlín en 1990. Según cuenta
Pep Gómez, en la entrevista de la que antes ya he
hablado, llenaban cada noche el local y el público alemán disfrutaba
especialmente en la escena en que una monja era violada.
Cuando
Pepe Otal llegó a Barcelona procedente de su Albacete
natal, lo hizo para continuar con sus estudios de náutica, que al final cambió
por el Institut del Teatre, donde se matriculó
para aprender del maestro Tozer, del que
posteriormente se alejaría, aunque siempre lo seguiría admirando. Tanto, que en
el taller de la calle Guardia aún preside el salón un retrato del gran Harry
Tozer.
Al
principio instaló su taller en plena Barceloneta, en la calle Balboa, 11, y fue
considerado el primer “okupa” de Barcelona ya que eso es lo que hizo, ocupar el
local de forma ilegal. Ahora, en ese
espacio está l’Escola d’Adults de la Barceloneta. Allí, en 1974, fundó el Grupo
Taller de marionetas. Luego, tiempo después, el Ayuntamiento lo desalojó y le
ofreció el local de la calle Guàrdia, 11, donde
finalmente se instaló también de “okupa” aunque con ayuda del propio
ayuntamiento. Allí vivió y trabajó hasta la fecha de su muerte, el 24 de julio de 2007 en Cerdeña tras una
representación de “La divina comedia” junto a Pep
Gómez. Justo seis años antes del momento en que yo escribo
esto.
En
1984, su obra“El apocalipsis según San Juan”(que había
sido censurada en España por la dureza de su contenido), recibió el premio al
mejor espectáculo europeo, año en que también estrenó la adaptación de“El gran
teatro del mundo” de Calderón de la Barca.
Pepe
Otal realizó muchas y muy elaboradas obras a lo largo
de su carrera artística y, por lo que Pedro Nares nos
contó, le apasionaba el proceso de creación. Le gustaba construir sus marionetas con objetos reciclados,
hacerles el vestuario y montar el espectáculo aunque odiaba los ensayos. Aún así, para “La divina comedia” ensayó. ¡Y
mucho! Según cuenta su amigo y colaborador Pep Gómez
fue una obra larga de elaboración. Estuvieron todo un año de montaje más otro de
ensayos. Una tortura para Pepe.
Quienes
le conocieron mejor afirman que todas sus obras tenían un fuerte contenido
autobiográfico como en “Cuento de madera” (1990), que relataba la historia de
Pinocho y su creador (en el que Otal se veía
reflejado) pero que en el fondo era una profunda reflexión sobre el suicidio.
Por
otra parte, adoraba la ópera y la música clásica. Por eso realizó una trilogía
con tres óperas famosas: “Rigoletto” de Verdi, “El
holandés errante” de Wagner y “Don Giovanni post-mortem” de Mozart. Esta última,
representada en la sala de anatomía de la Academia de Medicina (de la calle del
Carme) junto a un coro de cantantes y en la que practicaba una autopsia a la
figura de don Giovanni usando vísceras de animales
muertos.
Dicen
de él que era todo un seductor con las mujeres. Hablaba muy bien, las tenía a
todas encandiladas con las historias que contaba y por su vida pasaron unas
cuantas. Pero en el salón de su taller sólo había la fotografía de una de ellas,
en un lugar privilegiado, justo al lado del retrato de Tozer. Señal que fue importante para
él.
Ya en
los últimos años estrenó una versión de “Don Juan Tenorio” de Zorrilla (2002) y
empezó la construcción de su último personaje, el payaso “Ramper”, que no pudo acabar.
Yo
jamás tuve la oportunidad de ver ninguna de sus obras en directo, cosa que me
duele y más aún tras visitar su casa-taller y descubrir lo que contiene. Eso sí,
estoy profundamente agradecida a Pedro Nares y Xavi
Soro por haberme permitido entrar y mostrarme tantas cosas magníficas.
Espero
con muchas ganas que llegue el día en que pueda disfrutar del documental de
Pedro sobre la vida y obra de Pepe Otal.
Grandísima entrada Roser ¡Bravísima!
ResponderEliminarGracias quién seas!
EliminarRes que agrair, Roser!
ResponderEliminarEntre tots ens ajudem a conèixer Baecelona i els seus personatges.
El taller és una passada ide segur que i tornarem un altra dia!
Un petó!
I tant que vull tornar! I veure el documental de Pedro Nares!
EliminarMe encantan estas marionetas ;) Muy bonitas ;)
ResponderEliminarSigo tu precioso blog y espero que hagas lo mismo con el mio www.gabusiek.blogspot.com
Un beso grande