sábado, 17 de diciembre de 2011

Miguel Vives y el Primer Congreso Espiritista en Barcelona (1888)


A propósito del texto sobre el congreso espiritista en Madrid (1892), publicado en el blog ausente,  descubrí que el primer congreso en España se celebró en Barcelona en entre los días 8 y 13 de septiembre de 1888 en el Salón Eslava, que se encontraba ubicado en la calle Marqués del Duero 123-125 (actualmente es el Paral·lel).

El 10 de septiembre de ese mismo año La Vanguardia publicó una extensa noticia sobre el congreso en la que hablaba de la participación del señor Miguel Vives, organizador del evento. La vicepresidencia del congreso fue a parar a la escritora Amalia Domingo Soler, a quien pronto dedicaré un texto que ya está en preparación.



Miguel Vives fue un activo espiritista catalán. Nació en Barcelona (1842) pero vivió mucho tiempo en Sabadell. En su vida ocurrieron grandes desgracias familiares. De entrada no conoció a su madre y su padre murió cuando él tenía 11 años.  A partir de entonces, su hermano mayor – Augusto - se encargó de él.

Este era Miguel Vives
Siguiendo con la mala suerte que le caracterizaba, su mujer murió de forma inesperada durante la luna de miel. Entonces él tenía 24 años. Esta nueva tragedia le llevó a una depresión que duró 5 años. Tras este tiempo, en 1871 se fue a vivir a Terrassa con su hermano y su cuñada y fue en ese momento que conoció el Espiritismo. Su hermano, para animarlo, le regaló “El libro de los espíritus” de Allan Kardec y así consiguió su objetivo. No solo lo animó sinó que Miguel se convirtió en un famoso espiritista. Empezó a organizar sesiones y en 1872 inauguró el centro “Fraternidad Humana”. Poco después conoció, dentro del círculo de espiritistas que fecuentaba, a la que fue su segunda mujer y con la que tuvo 2 hijos.
 
En esos momentos el espiritismo era tan popular en España que, en 1873, se llevó una propuesta al parlamento español para que se impartiera la doctrina espírita en las escuelas y en la que él participó activamente.

En 1882 murió su hijo menor a la edad de 9 años y así se añadió una más a la larga lista de tragedias familiares. Pero esta vez se lo tomó mucho mejor gracias al espiritismo. En este mismo año tamién creó la “Federación Espírita del Vallés”, integrada por las asociaciones y centros espiritistas de la província de Barcelona, que posteriromente se transformó en la “Federación Catalana de Espiritismo”.

Escribió la “Guía práctica del Espiritista”, dirigió “El faro espiritista”, fundó la revista “Unión” y fue socio honorario de la revista “La Doctrina”. Todas publicaciones de la misma temática.

Miguel Vives murió en Barcelona  el 23 de enero de 1906 y, según las crónicas, acudieron a su entierro más de 5.000 personas tras cerrar fábricas, comercios y demás puestos de trabajo para facilitar la asistencia a todo aquel que lo desease.

Su fama fue tanta que hasta en la ciudad de Terrassa hay una calle que lleva su nombre: calle de Miguel Vives.

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