viernes, 13 de noviembre de 2015

Xavier Theros y los secretos a la vista de Barcelona


 

Xavier Theros escribe en El País desde el año 2004, en que él y Rafael Metlikovez (su socio en Accidents Polipoètics) recibieron el encargo de realizar una serie de textos sobre el Fòrum de les Cultures. Ayer lo contaba él mismo en la presentación de su nuevo libro, Barcelona: secretos a la vista, editado por Comanegra. Una selección de 90 crónicas publicadas en ese diario, revisadas expresamente para esta edición y a las que se han añadido nuevas fotografías, realizadas por Tamara López Seoane.

De Theros poco más puedo decir que no haya dicho ya en todos los años de existencia de este blog. Lo sigo desde sus inicios en El País y, en parte gracias a él,  he aprendido a ver la ciudad de forma diferente a como cualquier otra persona lo suele hacer. Aunque mi interés por la historia ya estaba ahí desde mucho antes, sus textos me han desvelado curiosidades que no me contaron en la universidad ni aparecen en los manuales. De hecho, con él comparto intereses y también amistad, surgida tras publicar un artículo en ese diario acerca de los Cazadores de Hermes, el grupo de blogueros entusiastas del dios griego  - y de las rarezas de Barcelona - al que pertenezco.


Durante la presentación, conducida por Carles Geli,  Theros nos habló de su inmensa curiosidad e interés por cuestiones que, habitualmente, pasan desapercibidas a cualquier mortal. Afición que probablemente le llegó por la revista Historia y vida, dirigida por Néstor Luján, donde siempre había textos sobre temas tan dispares como serían la historia del café con leche o la gastronomía del siglo XVIII, por ejemplo.

Theros también nos confesó que, cuando sale a la calle, lo hace con una libreta bajo el brazo por si tiene que apuntar algo que le llame la atención. ¡Siempre puede ser  un hilo del que tirar para encontrar una historia interesante!  De hecho, por esa misma razón, yo también llevo una libreta en el bolso.

Por cierto… Hay uno de los artículos del libro, El club de los cien kilos, al que le tengo un aprecio especial. Ello se debe a que la inspiración para escribirlo le llegó por una foto que yo misma le envié después de que Enric H. March, (autor del blog Bereshit) iniciara una investigación sobre el anuncio de un tal Blancoman que aparecía en dicha imagen, la colgara en un foro de Facebook y estuviéramos todos atascados intentando descubrir la identidad del tal Blancoman. Pensé que si no lo descubría Theros nadie lo iba a hacer. ¡Y no nos defraudó! Llegó a la conclusión de que en realidad se trataba de Gerard Vracoman, un austríaco de 232 quilos de peso que había recibido un premio en la Exposición Internacional de París de 1900 y que estuvo en Barcelona exhibiéndose como monstruo de feria. Pero no diré más sobre el tema porque vale la pena leerlo. Tanto el artículo de El País como el post de Enric en Bereshit. Leedlo y  veréis… Luego, seguro que os compráis el libro.