martes, 3 de octubre de 2017

Cataluña: 1 de octubre de 2017 y días posteriores



Tengo un blog dedicado a la historia de Barcelona al que últimamente no le presto mucha atención aunque no es por falta de ganas sino de tiempo, pero los últimos acontecimientos sucedidos en Cataluña me obligan  a hablar de ello para desahogarme.

El motivo de este post no es hacer una valoración del proceso independentista y no entraré en la discusión de si el referéndum del pasado 1 de octubre es legal o no, pero lo que sí puedo decir es que, personalmente, no me siento independentista. Respeto a la mayoría que sí lo es y sé que la forma de sopesar cuán grande es esa mayoría pasa por la celebración de un referéndum. Lo ideal habría sido que fuera pactado, acordado con el Estado Español y su resultado vinculante. De hecho, por no ser de esta forma, me abstuve de votar el 9-N y tenía la intención de hacer lo mismo esta vez, solo que la dureza y la actuación deleznable del gobierno del PP me hicieron cambiar de opinión. Los acontecimientos de las últimas tres semanas con detenciones y registros en las sedes de la Generalitat, más la brutal y repugnante actuación de la Policía Nacional y la Guardia Civil, me llevaron directa a las urnas. Moralmente no podía quedarme al margen y me sentí obligada a tomar partido  para decir que, a pesar de todo, no me quiero independizar de España, al igual que hicieron varias personas con las que coincidí durante horas en la cola y muchas otras en los demás colegios electorales.

En mi opinión, la independencia no es la solución a nuestros males. Al menos, por ahora. Actualmente, el mayor problema de los españoles es el gobierno del PP, formado por un partido retrógrado que impide cualquier tipo de negociación y diálogo y que nos lleva directamente a la España del franquismo. Seguro que si este hombre hoy se levantara de la tumba se sentiría orgulloso de sus discípulos Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, Fernando Martínez Maíllo y compañía. Así pues, la solución está en echarlos y acordar un nuevo referéndum con el gobierno que le suceda. Díganme idealista, pero aun tengo la esperanza de que algún día lo conseguiremos.

Aporreando a gente desaarmada e inocente y luego mintiendo sobre ello no se va a ninguna parte. Si fuera cierto ese cuento que nos contaban nuestros padres de que "si mientes se te caerán los dientes", todos los miembros del gobierno español llevarían dentadura postiza.

El diaio.es 02/10/2017

Estos días me invaden sentimentos de pena por todo lo sucedido, rabia por las mentiras y la crueldad con la que nos están tratando (a las diez de la mañana ya se oía el maldito helicóptero rondando sobre mi casa), pero también me siento muy orgullosa de mi pueblo, el catalán, que no se asusta ante 10.000 antidisturbios cargando con porras, balas de goma y gases lacrimógenos contra civiles inocentes. Por eso hoy estoy de huelga, acabo de llegar de depositar flores en la escuela de mi hija (la Mediterrània, en la Barceloneta) y esta tarde saldré a la calle con mi gente a manifestarnos y a defender nuestros derechos.