Se acerca Sant Jordi,
tengo el blog muy abandonado y es hora de ponerle remedio. Dadas las fechas en las que estamos, lo suyo es
hacerlo con un post de recomendaciones literarias sobre libros y cómics leídos
recientemente que me han encantado (aunque algunos no sean nuevos) y libros que
los cuatro miembros de esta casa nos compraremos el próximo día 23. Además,
aprovecharé para hablar de una novedad que acaba de salir a la venta en la que
participo, y recordaros que tanto La Barcelona d’Hermes y el Anecdotario de Barcelona
siguen siendo buenos regalos, aunque no sean de este año.
1.
Historias de familias: los mejores cómics y libros
que he leído en lo que va de año 2018
En cuanto a cómic se
refiere, Poulou y el resto de mi familia, de Camille Vannier y El
show de Albert Monteys, del propio Albert, son de lo mejorcito que he
leído este año. El
primero, protagonizado principalmente por Poulou (el abuelo materno de la
autora) y, el segundo, por el propio autor (Albert Monteys), además de Mamen
(su mujer) y sus hijos gemelos adolescentes (Max y Teo).
Camille Vannier decidió
escribir y dibujar la historia de su familia materna tras un encuentro
fortuito: el de una caja de galletas antigua en cuyo interior se hallaban
numerosas cartas de amor que sus abuelos maternos –
Poulou y
Claude– se habían enviado
durante años. No solo en la época del noviazgo sino también mientras estuvieron
casados. Antes de aparecer dicha caja, Camille Vannier sabía pocas cosas sobre
su familia y, al dar con ella, le pidió a su madre que se lo contara TODO. Ahí
es donde descubrió que la historia empieza cuando su tatarabuelo
Gopy se casa
con quien no debe (su tatarabuela
Gommy). El matrimonio tiene una hija y esta,
a su vez, se casará y tendrá una hija a la que llamará Claude, que se enamorará
de Poulou, se casará con él y ambos acabarán siendo los abuelos de Camille
Vannier, la autora de esta historia loca sobre un joven emprendedor (Poulou) y
una chica que, por amor, renunciará a su sueño de ser actriz (Claude). A partir
de ahí…
El show de Albert Monteys es una recopilación de las historietas publicadas
en la desaparecida
Orgullo y Satisfacción. Escritas
y dibujadas desde el nacimiento de la revista en el año 2014 hasta su último
número (diciembre de 2017), Albert relata su día a día como autónomo
historietista de cómic, marido y padre de familia. A su favor debo decir que,
todo y ser historietas que ya había leído anteriormente, me han hecho saltar
las lágrimas de tanto reír por cómo se ve a sí mismo: un padre desastroso que
miente a sus hijos para sacar provecho de cualquier situación,
adicto a Twitter, vago, obeso, calvo e inseguro a la hora de hablar con los
medios de comunicación… Además, las conversaciones entre el Albert Monteys
actual y sus otros yoes del pasado y el futuro son realmente desternillantes.
Gracias a
Jónatan Sark,
que me lo regaló hace ya bastante tiempo, he disfrutado enormemente leyendo
esta otra historia de familias. En este caso, la de una de las famosas hermanas
Mitford. Concretamente, la de
Jessica, que acabaría transformándose en una
comprometida periodista. El libro originariamente fue publicado en el año 1960,
y editado en España, por primera vez en castellano, en el 2014 por Libros del
Asteroide.
Los Mitford eran una
familia aristocrática, refinada y conservadora de la Inglaterra de la primera
mitad del siglo XX formada por el barón Redestale, su esposa y sus siete hijos
(un solo chico y seis chicas). Por orden de nacimiento, Jessica era la sexta. La
mayor, Nancy, fue una novelista destacada. Diana, la siguiente, se casó con el
heredero del imperio cervecero Guinnes y luego lo abandonó por el fundador de
la Unión Británica de Fascistas, Sir Oswald Mosely (todo un escándalo en
aquella época). Unity (a quien todos llamaban Gorgo), se declaró seguidora del nazismo,
se hizo amiga de Hitler y el día que Gran Bretaña declaró la guerra a Alemania
se intentó suicidar (sin éxito) disparándose a la cabeza. Deborah, la pequeña, fue
duquesa de Devonshire. En cambio Jessica, a diferencia de Gorgo, se transformó en una socialista convencida
y, siendo aún adolescente, huyó a España con su primo Esmond Romilly (sobrino
de Winston Churchill), de quien se había enamorado, para luchar en la guerra
civil a favor de la República. El escándalo que supuso este episodio para la
familia es uno de los grandes momentos de la historia, pero no el único. Hay
muchos y muy buenos. De hecho, devoré el libro en tan solo un par de días.
Fruto de la casualidad me leí dos libros seguidos de la misma editorial: Libros del Asteroide. En este
caso, publicado en 2016 y comprado justo el día de Sant Jordi. Lo recuerdo
perfectamente. Hasta entonces, no había leído ningún libro de
Marcos Ordoñez,
aunque sí era (y soy) una fiel seguidora de sus artículos de prensa. De hecho,
algunos de los relatos que componen este libro habían sido publicados
previamente en el diario
El País.
Juegos Reunidos es un libro de carácter autobiográfico, que empieza con un viaje en el autobús
número 24 y acaba recitando deseos. Entre medio, conoce la Barcelona underground, se va de juerga con su
primo Mario, se emborracha hasta el punto de vomitar sobre una rata de cloaca,
trabaja como periodista en diversas publicaciones, viaja con su amada Pepita y
disfruta de la música y de sus gatos. Además, incluye momentos memorables como
el del primo Mario, borracho perdido, que llega a casa de un amigo porque reconoce una representación del dios griego Hermes, que decoraba el dintel de
la puerta de entrada. Ya solo por eso vale la pena leer el libro. Y también por
ver las ilustraciones de Toni Benages, autor de la portada, el encabezado de
los capítulos y la versión final del juego de la oca sobre la vida de Marcos
Ordóñez.
2.
Libros que hemos pedido por Sant Jordi
El artífice de la checa
de la calle Vallmajor (de la que hablamos en el Anecdotario de Barcelona), en la que Himmler se fotografió durante
su estancia en Barcelona en octubre de 1940, se llamaba Alfonso Laurencic y
era, ni más ni menos, que el marido de la niñera de Susana Frouchtmann, la
autora de este libro. Ojo, que la historia tiene tela…
Susana pertenece a una
acomodada familia barcelonesa que, en su momento, hasta tenía a la niñera
viviendo en casa. Se llamaba María Luisa Preschern y, tanto para ella como para sus
hermanos, era Frau Preschen. Apenas sabían nada de su vida personal, solo que a
su marido lo fusilaron (por republicano) cuando terminó la guerra civil y que
su apellido era Laurencic, un dato irrelevante en su día, pero que volvió a la
memoria de Susana cuando leyó un artículo en la prensa que hablaba de Alfonso
Laurencic (y no precisamente bien). Resultó ser el perverso creador de las
celdas de tortura psicológica de las calles Vallmajor y San Elías. Y, para más
recochineo, resulta que antes de que la guerra estallara, era un conocido
músico de jazz que triunfaba en los cabarets del barrio chino.
Hace un mes escaso que la
plaza de Antonio López ya no tiene al marqués de Comillas sobre el pedestal en
el que reposaba su estatua. Retirada por haber conseguido buena parte de su
fortuna a finales del siglo XIX gracias al negocio del esclavismo, dicha plaza
actualmente se encuentra a la espera de recibir un nombre nuevo, que deberá ser
escogido mediante un proceso participativo. De momento, la propuesta de
rebautizarla como Idrissa Dallo (el inmigrante que en el año 2011 murió en el
CIE de la Zona Franca) fue rechazada en la sesión plenaria del Ayuntamiento
celebrada el pasado 6 de abril. Pero… ¿Era Antonio López el único negrero de la
Barcelona decimonónica? NO, y este libro lo demuestra.
Coordinado por los
historiadores Martín Rodrigo y Alharilla y Lizbeth J. Chaviano Pérez, cuenta a
través de ocho capítulos (detallados y bien documentados por diversos
expertos), que una parte de la riqueza de determinadas familias burguesas importantes
procedía de negocios relacionados con el esclavismo y el tráfico de esclavos
negros, y que no nos debe extrañar el hecho de que parte del dinero invertido
en la creación de l’Eixample surgiera de ahí. Según afirma el historiador
Martín Rodrigo, el propio tatarabuelo del expresidente de la Generalitat de
Catalunya, Artur Mas –el capitán de barco Joan Mas Roig– transportó en el
“Pepito” (que así se llamaba su barco) a 825 esclavos negros desde la costa de
África hasta Brasil.
Libro perfecto para mi
hijo adolescente, fanático de los videojuegos y poco dado a leer, excepto libros
sobre su gran afición. Y este lo es. Medio biografía, medio reportaje periodístico, narra la historia de dos chavales (John
Carmack y John Romero), que lo dejaron todo por su pasión: la informática y los
juegos. De esa unión, nacieron Doom (en
1993) y Quake (en 1996). Ambos,
historias demoníacas de ciencia ficción con abundantes escenas de violencia que
en seguida llamaron la atención de la prensa sensacionalista y de grupos
conservadores que achacaban a los videojuegos cualquier acto violento que se
produjera, como ocurrió con la masacre del instituto Columbine en 1999. Dado
que sus responsables eran jugadores asiduos de Doom, la culpa la tendría el videojuego.
Tengo una hija de nueve
años que tiene mucha gracia dibujando, es extremadamente creativa y tiene una
imaginación desbordante. Por eso, el cuadernito de
Hemato (que además es
profesor de primaria) y
Olga Capdevila es lo que le mejor le va. Ya estoy
deseando ver cómo se las apaña para entrevistar a un piojo (y qué le responde
el bicho), qué se inventa en la conversación de WhatsApp entre el astronauta y
la pesada de su madre que no le deja hacer nada o cómo se las ingenia para
escribir una redacción sin que haya ni una “a”.
Me hace mucha ilusión
anunciar la publicación de este libro colectivo, coordinado por Gerardo Vilches, sobre los años dorados del cómic adulto en España. Ilusión por varios
motivos: por participar en un proyecto apasionante (repleto de firmas
importantes en el mundo del cómic), por hacerlo con un tema que me encanta (el
underground), por haber disfrutado
enormemente conversando con varios de sus protagonistas y por ser la primera
vez que el matrimonio Ausente colaboramos juntos (pero no revueltos) en un
libro. Cada uno a lo suyo.
Ni uno ni el otro son
ninguna novedad (los dos publicados en 2016), pero siempre es bueno recordar su
existencia, ya que igual aun hay quien no los conozca, quien no los tenga o quien
les ha encantado y ahora quiere regalarlos. Además, este año los
Cazadores de Hermes estaremos todo el día en nuestra parada de Sant Jordi (en la zona dels Jardinets
de Gràcia) vendiendo nuestro libro y el
Anecdotario
de Barcelona (aunque también los encontrareis los dos en todas las librerías).