Santa Eulalia |
Esta semana es Santa Eulalia. Concretamente el domingo 12 y Barcelona lo celebra por todo lo alto este fin de semana. Eulalia fue la patrona de Barcelona hasta que, en el año 1687, la Virgen de la Mercè salvó a los barceloneses de una terrible plaga de langostas y, como agradecimiento, el Consell de Cent le otorgó el título que hasta entonces había pertenecido a Santa Eulalia. Pero esta es otra historia de la que me ocuparé en su momento ya que la protagonista de hoy es Santa Eulalia.
Eulalia era una jovencita de 13 años que tuvo la desgracia de pertenecer a una familia cristiana en la Barcelona romana. Para ponernos en contexto les diré que, en el año 304 dC, el emperador Diocleciano nombró gobernador a un tal Daciano para que acabara con el cristianismo que se estaba poniendo de moda.
El emperador Diocleciano |
Según cuenta la leyenda, la joven Eulalia se presentó ante el gobernador para decirle que los cristianos eran buena gente y pedirle que los dejara tranquilos. Pero estaba totalmente equivocada y lo único que se llevó de la charla con el gobernador fue la siguiente sentencia:
- “Aplicadle tantos castigos como años tiene la chica”
Es decir, 13 crueles torturas que acabaron con su vida. La primera de ellas fue encerrarla (desnuda) en la cárcel que había en la actual calle de l’Arc de Santa Eulalia. A partir de ahí las torturas continuaron y cada una de ellas era peor que la anterior. La azotaron mientras estaba desnuda en plena calle; le clavaron agujas en el cuerpo; la marcaron con hierros candentes; la obligaron a caminar descalza sobre unas brasas ardiendo y le quemaron los pechos.
Llegados a este punto la metieron en un bidón lleno de clavos y pinchos y la lanzaron calle abajo, 13 veces en total. Esta atrocidad se dice que tuvo lugar en la actual Baixada de Santa Eulalia.
Calle de la Baixada de Santa Eulalia |
Tras estos terribles tormentos la muchacha salió del bidón sin un solo rasguño. La historia dice que fue gracias a Dios que la protegió y que además la hizo inmune al dolor. Esto enfadó mucho a los romanos que siguieron con nuevos castigos hasta completar los 13 que le habían impuesto.
Así pues, la siguientes torturas fueron encerrarla desnuda en una habitación llena de pulgas, sacarla a la calle, también desnuda y, para terminar, colgarla de una cruz en X (posiblemente instalada en la Plaza de l’Àngel o en el Pla de la Boquería) donde finalmente murió.
Crucifixión de Santa Eulalia |
Según cuenta la leyenda, en ese momento cayó una nevada sobre el cuerpo desnudo e inerte de Eulalia que la tapó de las miradas indiscretas de los barceloneses.
Eulalia fue enterrada por los cristianos de la ciudad y luego, en la edad media, escondieron el cuerpo para que los musulmanes no lo encontrasen. En el año 877, por orden del rey Carlos el Calvo, el Obispo franco Frodovino encontró el cuerpo escondido en una antigua iglesia ubicada justo en el lugar de la actual Santa María del Mar y se dispuso su traslado a la catedral de Barcelona.
La leyenda dice que durante el traslado a la catedral el ataúd empezó a pesar cada vez más hasta que, a la altura de la Plaça de l’Àngel, tuvieron que dejarlo en el suelo. Entonces apareció un ángel, gracias al cual se descubrió que un clérigo del séquito había robado un dedo del pie del cadáver para quedárselo de reliquia. Seguidamente, el Obispo ordenó quemar el dedo que quedó incorrupto bajo las llamas. Posteriormente depositaron el dedo en el ataúd y la comitiva pudo seguir el camino hasta llegar a la Catedral, donde actualmente reposan sus restos en la Cripta de Santa Eulalia, situada bajo el altar.
Si estos días alguien quiere acercarse a verla les informo que el acceso a la cripta solo se permite una vez al año, el 12 de febrero.
Y esta es la historia de Santa Eulalia, patrona de Barcelona hasta que la Mercè le quitó el reinado.
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