Fotografía: Joan Colom. (MNAC) |
Tan fan como soy de todo
lo que concierne al barrio chino no me podía perder la exposición del MNAC
sobre Joan Colom. Deseaba verla desde que leí, en la prensa, que el fotógrafo
había realizado una donación de todo su archivo al MNAC.
Ahora, dos años más tarde
de ese hecho, la exposición es realidad y yo he corrido a verla. En total hay
más de 500 fotos (muchas inéditas), realizadas entre 1957 y 2010. 1957 también
fue el año en que Leopoldo Pomés retrató
Barcelona por encargo de Carlos Barral y le salió una ciudad lúgubre y oscura,
nada en consonancia con lo que querían los responsables de la editorial. Ellos esperaban
ver una ciudad alegre y con jardines y se llevaron un chasco con el resultado.
Por eso las fotos se quedaron guardadas en un cajón hasta que Juan Manuel Bonet
reparó en ellas y decidió sacarlas a la luz. Pero eso es otra historia que en
su día ya conté.
Fotografía: Leopoldo Pomés (1957) |
En cuanto a Joan Colom,
además de gustarme su trabajo, me interesa cómo lo hace. Medio a escondidas,
disparando con la cámara por debajo de la cintura. Postura que le daba un ángulo inconfundible pero que también le
dio un disgusto bien gordo en forma de denuncia por parte de una prostituta que
se reconoció en una foto suya.
Fotografía: Joan Colom (MNAC) |
La historia de la
prostituta y Colom ocurrió de la manera siguiente. En 1964, la editorial Lumen
publicó un libro con textos de Camilo José Cela y fotografías de prostitutas,
realizadas por Joan Colom. El libro, titulado “Izas, rabizas y coliporretas” fue un éxito sorprendente y, a la
vez, una tragedia para Colom… Una de las prostitutas retratadas, casualmente se
vio en el libro y lo denunció por haber sido fotografiada sin su autorización.
Eso fue un revés para Joan Colom y lo dejó tan marcado que dejó la profesión
por una larga temporada. Concretamente, hasta 1990 en que se decidió a salir de
nuevo a la calle para inmortalizar la vida en Ciutat Vella. Y esta vez, incluso
en color.
"Izas, rabizas y coliporretas" a 100 € en todocolección.net |
Antes, en 1962, esa forma
suya de fotografiar le valió un encargo un tanto extraño por parte de Oriol Maspons, en nombre de la revista Gaceta
Ilustrada. En ese entonces, Maspons era el fotógrafo de la revista y le
pidió un reportaje clandestino del juicio del crimen de la calle Aragón. Era el
asesinato de un tal señor Rovirosa, ocurrido en noviembre de 1962, cuya trama
parecía estar sacada de una novela negra.
La Vanguardia del 18 de
noviembre de 1962 publicaba la primera noticia sobre ese crimen que dio tanto
que hablar. El día anterior, Francisco Rovirosa había sido encontrado muerto en su
taller de la calle Aragón, 136. La policía, al llegar encontró el cadáver en el
suelo, tras la puerta de entrada, bañado en un charco de sangre con la cabeza
destrozada y el cuerpo lleno de heridas de arma blanca. En cuanto al móvil del
crimen, todo parecía indicar que se trataba de un robo. Al fallecido le faltaba
la cartera y la caja fuerte había sido forzada. Pero tras unas primeras pesquisas,
la Brigada de Investigación Criminal de Barcelona descubrió que la cosa iba
mucho más allá y que estaban implicadas una tal Mª Pilar Alfaro (con la que
Rovirosa que había liado) y una panda de aúpa con la que se juntaba la
señora: Stephen Jouston;“Jimmy” (que
luego se supo que era un desertor del ejército norteamericano), “Jack” y una
cantante negra, que actuaba en el “Jamboree” de la Plaza Real, y se llamaba
Gloria Steward. Todos juntos planearon el robo del taller de la calle Aragó
pero, en un momento dado, Pilar Alfaro y Stephen Jouston se echaron atrás
mientras Jimmy y Gloria Steward decidieron seguir con el plan junto a un tal
James Bell Wagner, que acabó por ser el autor material del crimen. Total, que
la cosa acabó con todos ellos detenidos y juzgados.
Noticia sobre el crimen publicada en La Vanguardia |
El día del juicio Joan Colom
se hizo con un pase de prensa y consiguió las fotos ocultando la cámara bajo
una gabardina. Luego, las imágenes (no todas), fueron publicadas en la Gaceta Ilustrada en 1964. Y si quieren
saber cómo acabó la historia, tras la declaración de los implicados, La
Vanguardia de los días 30 de noviembre y
2 de diciembre de 1962 lo cuenta todo con pelos y señales.
Gloria Steward tenía loquitos a los jóvenes modernos de la Barcelona de los primeros 60
ResponderEliminar¡¡Pues mira en qué jaleos se metía!!
EliminarAvui es protegeix molt la imatge i em pregunto quanta gent que surt en aquestes fotos d'altres temps -com passa avui a molts països pobres- ha autoritzat la seva publicació o els vindria de gust veure's reflectits en determinats moments i circumstàncies, però ja se sap que els pobres tenen pocs recursos per pledejar
ResponderEliminar