Hoy es 15 de julio de 2016, el día que Nintendo permite iniciar la descargar
de su aplicación Pokémon GO en España. Salgo del trabajo por la tarde y, cuando
llego a casa, lo primero que me dice mi hijo Marc (de 12 años) es: “mama, déjame tu móvil para instalarme el Pókemon
GO y luego salimos de caza a la calle”. Sabiendo de mi experiencia como cazadora de Hermes, supone que formaremos
un buen equipo y que el juego me gustará. Esto último se lo he puesto en duda
porque yo, aficionada a los videojuegos, no es que lo sea mucho. De todos modos
le he hecho caso y nos hemos lanzado al exterior en busca de centenares de
Pokémon que dicen que están sueltos, virtualmente, por ahí.
En nuestra primera salida no hemos hallado a Pikachu. Parece que es el más difícil
de encontrar y que suele esconderse en los pueblos, mientras que en ciudades
como Barcelona abundan los Pokémon aves y los ratatas. Normal, ya que aquí, en realidad, tenemos ratas y palomas
de sobras.
Al final, resulta que el juego me ha gustado y he tenido que darle la razón
a Marc. Es más, hasta he llegado a la conclusión de que los señores de Nintendo
han creado una aplicación móvil alineada al 100% con lo que hacemos en
Barcelona el grupo de los Cazadores de Hermes desde hace más de cuatro años. Mientras nosotros buscamos imágenes del
dios griego repartidas por la ciudad, ubicadas en edificios emblemáticos, lugares
característicos o en rincones difíciles de hallar, los señores de Nintendo
hacen lo mismo con los Pokémon. De hecho, nuestra página de Facebook está llena
de fotos de Hermes, realizadas por nosotros mismos o por nuestros seguidores,
que nos las envían desde cualquier rincón del mundo.
Del mismo modo, diversos
tipos de Pokémon y pokeballs (bolitas que sirven para capturarlos), se esconden
por la ciudad, sea en plena calle o en determinados puntos de interés.
Nosotros, al vivir en Ciutat Vella, los hemos encontrado en:
Plaza de la Mercè: justo en la fuente de Neptuno, donde también se halla un
caduceo de Hermes.
Plaza Reial: la fuente de las tres gracias estaba llena de pokeballs y en
la histórica Herboristería del Rei
había un Pokémon.
Calle Raurich: había un Pokémon que ha salido disparado en dirección a la
tienda El Ingenio, como queriendo
huir de nosotros. Al final lo hemos cazado.
Calle Banys Nous: en la esquina de la calle del Ave María, hemos hallado un
Pokémon.
Plaza Nova: uno, justo sobre la B de BARCINO, el poema visual de Joan
Brossa.
La entrada del Cercle Artístic Sant Lluc, había otro más.
Todo esto lo hemos hecho buscándolos con el mapa, ya que al conectar la
cámara los Pokémon desaparecen y no se dejan ver. Diversas webs y blogs indican
que es un fallo de la aplicación que afecta a bastantes usuarios. Por tanto,
habrá que esperar a que una nueva versión repare el error. De momento, nosotros
nos divertimos cazando Pokémon y Hermes y otras rarezas a la vez.